El Correo de Burgos

Fútbol / Play-off ascenso a Segunda B

El destino más cruel se ceba con la Arandina

Tenía el pase a la final en el bolsillo, pero un tanto del portero del Almería B en el 93, de rebote y a la salida de un córner que nunca debió botarse deja eliminados a los ribereños / Rubiato y Adeva adelantaron a los burgaleses

Batalla festeja el 3-2 ante la desolación de los jugadores del cuadro ribereño-Rafael González

Batalla festeja el 3-2 ante la desolación de los jugadores del cuadro ribereño-Rafael González

Burgos

Creado:

Actualizado:

UD ALMERÍA B 3 – 2 ARANDINA CF

Resulta complicado imaginar un final más cruel para la temporada de la Arandina CF. El sueño se convirtió en pesadilla en un abrir y cerrar de ojos. El combinado blanquiazul se vio ayer privado de luchar por el ascenso a Segunda División B en el terreno de juego del UD Almería B. El destino le jugó una mala pasada a los ribereños en un encuentro en el que se adelantaron hasta en dos ocasiones en el marcador. Pero cuando saboreaban ya el pase a la gran final del play-off llegó un mazazo letal que echó por tierra todas sus aspiraciones.

Y con mucha polémica. En el minuto 93 de la contienda, con un tanto del guardameta rival tras varios rebotes y a la salida de un saque de esquina que nunca se debió botar -pues fue un jugador del filial andaluz quien empujó el balón por la línea de fondo-.

Todas las calamidades imaginables confluyeron en apenas unos segundos en el estadio Juegos del Mediterráneo, con la escuadra de Javier Álvarez de los Mozos como principal damnificada.

Hasta ese momento los burgaleses jugaron de forma notable sus cartas. Llegaban al encuentro de vuelta de la eliminatoria tras haber firmado un empate sin goles el pasado domingo en El Montecillo. Y sabían que marcando obtendrían una ventaja considerable.

Lo hicieron. Y en dos ocasiones. Pero no fue suficiente debido a una polémica decisión arbitral en el tiempo de descuento que les dejó con un palmo de narices.

La Arandina se defendía con uñas y dientes del cerco que el Almería B había puesto a su portería tras lograr el 2-2. Hasta que un error de bulto permitió a los anfitriones poner el balón al corazón del área desde el córner.

Pablo defendía a Sekou, que en su intento de disparo echó el balón por la línea de fondo. La defensa blanquiazul despejó el saque de esquina, pero el balón se quedó muerto a los pies de Batalla -que se había sumado al ataque a la desesperada-. El meta lo empujó con su pierna derecha y tocó en un defensor. A punto estuvo Carmona de detener el balón, pero finalmente se alojó en el fondo de las mallas.

Increíble pero cierto. Los ribereños tenían enfrente a uno de los equipos más goleadores de toda la Tercera División, pero que apenas les generó ocasiones en 180 minutos con el balón en juego. Fueron tres acciones a balón parado las que noquearon a los blanquiazules.

El partido tuvo dos partes muy diferenciadas. En el primer acto hubo pocas ocasiones, con dos equipos muy atenazados, más pendientes de mantener a cero su portería que de buscar la contraria. En la segunda mitad se desató la locura con un total de cinco goles.

La primera parte comenzó con dominio local. En el primer cuarto de hora el Almería B atacó más, con mayor posesión de balón y más acercamientos al área rival, aunque sin ocasiones de gol claras. Con el paso de los minutos y llegando al ecuador de la primera mitad el partido se fue equilibrando y el cuadro blanquiazul fue ganando en confianza con el balón.

Los dos equipos se mostraban bastante timoratos con el esférico en sus pies, preferían no complicarse la vida y no arriesgar ante la posibilidad de encajar un gol que caería como un jarro de agua fría.

No fue hasta el minuto 42 cuando llegó el primer acercamiento con cierto peligro del partido, un contragolpe de la Arandina CF. El defensa local Engonga perdió un balón tras el pase de su portero. Marcos se lo arrebató y llegó a la línea de fondo. Su centro fue rematado alto por Borja Rubiato. Primer y único acercamiento serio de los visitantes en el primer acto.

Habían pasado más de 135 minutos y ninguno de los dos equipos había sido capaz de perforar la portería de su contendiente. Además, los guardametas Batalla y Carmona no habían tenido apenas trabajo y los delanteros de ambos equipos no habían tenido protagonismo. Todo se lo guardaban para un segundo tiempo de locos.

En la segunda parte se produjo un cambio radical. En el minuto 53 llegó el primer tanto del partido y de la eliminatoria en un ataque de la Arandina por banda, con un centro raso al segundo palo y un mal despeje que golpeó en Batalla. Rubiato aprovechó el regalo para hacer subir el 0-1 al electrónico. Gol cómico y mazazo para el equipo local que, no obstante, reaccionó de inmediato.

Tan solo 7 minutos después el centrocampista Corredera botó una falta que remató Soufiane de cabeza para empatar el partido batiendo a Carmona. Despiste en la zaga ribereña que aprovechó el jugador local -que había entrado hacía apenas cinco minutos al terreno de juego-.

Los burgaleses supieron reponerse del mazazo y en una contra cuando corría el minuto 63 Fran Adeva cabeceó un centro lateral al poste. Un primer aviso que alertaba de las intenciones de la Arandina. Dos minutos más tarde el mismo jugador afinó su puntería en una jugada muy similar.

El delantero recibió un buen servicio desde la izquierda que cabeceó en el punto de penalti al fondo de las mallas.

A partir de ese momento el filial andaluz se desmelenó y jugó desesperadamente al ataque a sabiendas de que necesitaba dos goles para pasar la eliminatoria. El técnico del UD Almería B quemó todas sus naves y pasó a jugar con una defensa de tres hombres.

Así, en el minuto 72 Soufiane remataba de cabeza al poste y el balón salía repelido por la madera. Pero poco después el héroe de los rojiblancos se desquitó en una falta al borde del área visitante lanzada por Corredera. El defensor marroquí, que había sido duda hasta última hora, se impuso por arriba a la zaga ribereña y cruzó el balón para ponerlo lejos del alcance de Carmona.

Quedaban 13 minutos por delante y la Arandina tenía todavía un billete para la gran final del play-off en sus manos. Tocaba apretar los dientes para resistir los arreones de un Almería B muy ambicioso y envalentonado tras haber sido capaz de enjugar la ventaja burgalesa hasta en dos ocasiones.

Los minutos pasaban y los de Javier Álvarez de los Mozos capeaban el temporal con relativa solvencia. Veían cómo el éxito les esperaba en el horizonte cuando se alcanzó el tiempo reglamentado.

Pero el destino le tenía reservada una mala jugada. Se habían superado ya los tres minutos de prolongación señalados por el árbitro.

Y el colegiado castellano-manchego hizo caso a su asistente, muy cerca de la jugada, para incurrir en un error de bulto que dio por completo la vuelta a la eliminatoria.

Dio la oportunidad al Almería B de botar un saque de esquina con el tiempo ya agotado que se convirtió, con mucha fortuna para los anfitriones, en el definitivo 3-2 con el que concluyó la contienda.

Con los burgaleses abatidos y presa de la desesperación por el clamoroso fallo arbitral finalizó

tracking