Mazuelo retiene la corona

El rey retuvo su corona. Mazuelo de Muñó revalidó ayer su condición de campeón del Trofeo Diputación de fútbol aficionado al doblegar por segundo año consecutivo en la gran final a Quemada, que

se disputó en el terreno de juego de El Henar en Quintanar de la Sierra.

El defensor del título impuso su ley gracias a su pegada. Sacó petróleo de sus contadas aproximaciones peligrosas al área rival y se mostró muy sólido en la retaguardia ante un rival, el ribereño, que buscó con más ahínco la meta de su contrincante.

Fue Quemada quien saltó más ambicioso al terreno de juego y se hizo con el control del esférico en los primeros compases de la contienda.

Aunque la primera gran ocasión del encuentro correspondió a su rival de turno, Mazuelo. Javichu se lanzó en una veloz salida al contragolpe con mucho campo por delante. La carrera se hizo muy larga al atacante, que llegó sin resuello a la zona de definición. Su disparo raso y blando no generó ningún problema a Cuesta.

Esa acción espoleó los ánimos de los ribereños, que dieron la réplica con un lanzamiento de César que Pirulo despejó a córner.

El campeón de 2017 se sacudió la presión de los ribereños y equilibró el duelo desde el ecuador del primer acto. Y en esta tesitura, con las defensas ganando la partida a las delanteras, las ocasiones de peligro brillaban por su ausencia.

El choque se decidió en el primer minuto del segundo acto en una acción en la que el atacante de Mazuelo de Muñó Mata se mostró codicioso en la búsqueda de la meta ribereña y batió a Cuesta para hacer subir el 0-1 al marcador.

El tanto dejó tocado a un Quemada que de inmediato se repuso del varapalo para ganar metros sobre el terreno de juego en busca de la igualada.

Los rojillos se hicieron dueños del partido y volcaron el encuentro en campo de Mazuelo. Arriesgando al máximo puso coto a la meta de Pirulo. Y en un abrir y cerrar de ojos fue capaz de poner contra las cuerdas al campeón.

Primero en un lanzamiento de falta ejecutado por Héctor del Valle que encontró una gran respuesta del meta visitante, que despejó el balón a saque de esquina.

Y en el posterior saque de córner Pablo Sanz ejecutó un disparo cruzado que se perdió junto a la base del poste.

Quemada arriesgaba al máximo y dejaba desprotegida su línea defensiva, lo que permitió que en el minuto 65 Marina, tras un robo de balón, estuvo a punto de anotar el segundo para Mazuelo.

Los ribereños nunca perdieron la fe. Agotaron todos los cambios para poner toda la carne en el asador, a veces con más corazón que cabeza y demasiada precipitación. Aún así, lo volvieron a probar cuando el partido ya agonizaba en una falta botada por Sergio Sanz que salió ligeramente alta y un en disparo de Gonzalo que un defensor desvió a saque de esquina.

ubierna, tercero

Previamente en el mismo escenario se disputó la final de consolación del trofeo, el choque por el tercer y cuarto puesto, en el que Ubierna se impuso por 0-3 a Villalbilla con dos tantos de Diego Esparza y uno de Modúbar.