El Real Burgos exige la aplicación de medidas cautelares y continuar en Tercera División

El Real Burgos asegura que este curso debería jugar en Tercera División. El club capitalino tiene impugnado ante la justicia ordinaria el partido de la jornada 32ª que debió aplazar ante la Arandina, ya que el conjunto ribereño tenía a 3 de sus jugadores con la selección regional. Afirma que se trata de una maniobra ilegal que vulnera al artículo 239.3 del Reglamento de la Federación Española de Fútbol que dice que los encuentros ligueros se pueden posponer por causa mayor, aunque en la normativa se especifica que la convocatoria por parte de las selecciones nacionales (en este caso fue autonómica) no son causas de fuerza mayor.

«Lo que estamos pidiendo es que se adopten medidas cautelares y que el equipo continúe en la Tercera División hasta que la justicia dé una solución. Pedimos esta actuación porque los daños que se nos causan son irreparables. Aunque nos den la razón en 2 ó 3 años no se va a poder volver atrás y repetir ese partido», explica Juan Antonio Gallego, presidente del Real Burgos.

El mandatario burgalés habla de «adulteración de la competición» y del perjuicio que supuso deportivamente para su equipo tener que jugar el 1 de mayo y no el 1 de abril como estaba previsto en el calendario. «En solo 7 días tuvimos que afrontar 3 encuentros, ya que también hubo que jugar el choque ante el Real Ávila que también era un aplazado», explicó.

En el Real Burgos no tienen claro qué ocurrirá, aunque insisten en que la única vía es la de tomar medidas cautelares hasta que el conflicto quede resuelto. Están planificando la próxima temporada «a medio gas» en la que jugarán en la Regional de Aficionados a no ser que la situación dé un giro inesperado en los próximos días.