El Correo de Burgos

Fútbol / Copa del Rey

El Mirandés dice adiós a la Copa

Un tanto de Quique Rivero en el minuto 83 apea a los rojillos del torneo del KO a las primeras de cambio / El Racing de Santander fue superior en el primer acto y demostró más pegada en la reanudación bajo una lluvia incesante en Anduva

Dos defensores del Racing de Santander intentan frenar una internada de Matheus en el choque de ayer en Anduva-Jose Esteban Egurrola

Dos defensores del Racing de Santander intentan frenar una internada de Matheus en el choque de ayer en Anduva-Jose Esteban Egurrola

Burgos

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CD MIRANDÉS 0 – 1 RACING DE SANTANDER

El Mirandés se quedó ayer sin su Copa a las primeras de cambio. Un tanto de Quique Rivero cuando el partido agonizaba dio el pase a la segunda ronda del torneo del KO al Racing de Santander y deja apeados a los burgaleses del que fuera su torneo talismán -pero que le ha dado la espalda en las últimas temporadas-.

Tal y como había anunciado Borja Jiménez esta misma semana el preparador rojillo introdujo varios cambios significativos en el once titular con respecto al que ya jugó contra los cántabros en el duelo liguero del pasado sábado.

Fue el combinado de Iván Ania el que saltó mejor plantado al terreno de juego. Los cántabros se hicieron de salida con el dominio del esférico en la zona de creación. Además, su fuerte presión en el terreno de juego de los rojillos impedía a los burgaleses combinar con claridad en la medular.

En esta tesitura el Mirandés utilizaba los contragolpes como mejor arma, como una veloz transición llevada por Álvaro Rey en la que Jerín llegó por detrás al corte para abortar el peligro.

Con el paso de los minutos, alrededor del cuarto de hora de juego, el cuadro burgalés fue capaz de sacudirse la presión inicial de su oponente de turno para comenzar a asociarse con mayor criterio, aunque todas las intentonas de acercamiento morían sin generar peligro a los pies de la bien plantada defensa del Racing.

Pero los cántabros, muy ambiciosos, no estaban dispuestos a dejarse comer la tostada. Yde hecho pronto reaccionaron para meter un susto a la grada de Anduva. El debutante Guillermo tuvo que emplearse a fondo para detener junto al primer palo y en dos tiempos un disparo de Rivero. Tras no blocar el balón en el primer intento reaccionó rápido para evitar que Rulo llegara al rechace.

Poco después, en el 26, una buena acción entre Hidalgo y Juanjo concluyó con un duro disparo de Rafa de Vicente que salió lamiendo el travesaño de la meta del Mirandés. Los visitantes generaban zozobra con sus centros laterales colgados al área rojilla.

Superada la media hora de juego el colegiado anuló por fuera de juego un tanto al Mirandés, obra de Jon Irazabal de chilena.

No se amilanó el Racing ante este susto. Todo lo contrario, siguió buscando con ahínco la meta de Guillermo con disparos de Rafa de Vicente y Nico Hidalgo.

Ya en el tiempo de descuento del primer acto llegó la ocasión de mayor peligro de los locales, un lanzamiento de córner que se fue envenenando y que Iván Crespo detuvo en dos tiempos.

La lluvia había deslucido en buena medida el espectáculo. Tras el receso no cambió en exceso el panorama y seguía siendo el cuadro cántabro quien se mostraba más ambicioso. Los santanderinos generaban mucho peligro con las incursiones por banda y los disparos de Nico Hidalgo.

Pero el Mirandés no estaba dispuesto a seguir soportando la afrenta y tiró de orgullo para intentar dar la vuelta a la tortilla volcando por momentos el partido en el terreno de juego visitante, siempre bajo un manto incesable de lluvia.

El meta visitante repelió, no sin apuros, un intento de despeje de su compañero Jon Ander a la salida de un córner que a punto estuvo de convertirse en auto-gol. Antes Olartua estuvo a punto de sorprender a Guillermo, que se encontraba en posición adelantada.

La réplica del Mirandés, en pleno intercambio de golpes, fue más contundente con un zapatazo de Álvaro Rey que se estrelló en la madera.

Ahora era el Racing quien sufría ante el empuje burgalés. Iván Ania tuvo que agotar los cambios para recuperar el rumbo. La entrada de Soberón le dio nuevos bríos. De hecho, en el 78 un disparo suyo fue despejado a saque de esquina in extremis por Guillermo. Tres minutos después los mismos protagonistas se volvieron a ver las caras con el mismo resultado: paradón del meta rojillo bajo palos.

Pero tanto fue el cántaro a la fuente que terminó por romperse en el minuto 83 con un disparo desde la frontal de Quique Rivero que terminó colándose por la escuadra.

El tanto enrabietó a un Mirandés que quemó todas sus naves. Álvaro Rey disparó por encima del larguero un pase atrás de Ernest. Y acto seguido el africano tuvo el empate en una vaselina que se marchó por encima del travesaño.

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