El Correo de Burgos

BALONCESTO / ACB

Y solo es el principio

Los azules firman ante el Baskonia su primera victoria ante un grande / Los burgaleses muestran las virtudes de un proyecto que promete

Frazier fuerza la penetración ante Vildoza, ayer.-SANTI OTERO

Frazier fuerza la penetración ante Vildoza, ayer.-SANTI OTERO

Publicado por
DIEGO ALMENDRES
Burgos

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SAN PABLO BURGOS  82

BASKONIA  79

San Pablo Burgos: Jaramaz (5), López (4), Cancar (10), Vega (5) y Kravtsov (7) -quinteto inicial- Fitipaldo (8), Radoncic (4), Huskic (13), Frazier (14), Thompson (12).

Baskonia: Vildoza (6), Janning (10), Poirier (4), Shengelia (18), Shields (12) -quinteto inicial- Voigtmann (5), Huertas (12), Diop (7), Granger (2), Garino (3), Hilliard (-).Árbitros: Pérez Pérez, Serrano y Martínez.

Eliminados: No hubo.

Parciales: 24-18; 43-38 (descanso), 68-65 y  82-79 (final).BURGOS

Este sí es el San Pablo Burgos que el Coliseum espera ver. Con sus defectos y sus incontables virtudes, pero fiel a su estilo. Anoche, el proyecto se dio el primer gran homenaje de la temporada y, de paso, se sacó la espinita que tenía con los grandes. El Baskonia claudicó ante un equipo que brilló sobre la cancha.

El bloque de Epi aplicó desde el salto inicial la lección aprendida en Santiago. La puesta en escena de los locales en poco se pareció a la firmada en la jornada inaugural. No le quedaba otra. Por vergüenza torera y porque la visita del Baskonia exigía el máximo nivel durante los 40 minutos. Los castellanos cumplieron en una noche en la que un gran Fitipaldo llevó la batuta y los demás le siguieron.

Por ejemplo, Kravtsov demostró que será un hombre importante bajo los aros. El ucraniano se encargó de generar los primeros puntos del conjunto azul al superar a Poirier en la lucha en la pintura. Los visitantes, como si supieran que el partido les acabaría sonriendo, estiraron sus dos primeros aciertos desde el perímetro para sofocar el arreón.

Poco a poco, la efervescencia del San Pablo parecía diluirse ante un Baskonia que comenzaba a imponer sus galones. Los ataques perdieron fluidez por un instante y eso provocó que los alaveses tomaran su máxima ventaja de la noche del 10-15.

Lejos de dejarse llevar, el bloque del Coliseum afiló el cuchillo y se lanzó a la yugular de su poderoso rival. Todo comenzó desde atrás, como debe ser. El San Pablo apretó en defensa, trabajó las líneas de pase y cerró el rebote para salir a la carrera. Una acción positiva, dos, tres... el San Pablo Burgos acabó por provocar el cortocircuito en un Baskonia sorprendido por los acontecimientos.

El 10-0 (20-15) solo era el principio de una fiesta que los azules querían estirar todo lo posible. El renacido Thompson se sumó a la corriente positiva en un momento en el que el San Pablo lo veía todo claro. Por eso, no se conformaba con el botín conseguido al término del primer cuarto (24-18).

El Coliseum se vino abajo por un momento. Los aciertos desde el perímetro y las segundas opciones estiraron la goma hasta el 33-20 para cerrar un parcial global de 23-5. Fue el punto más alto de una noche que aún tenía muchas cosas que contar.

La reacción del Baskonia debía llegar antes o después y el bloque vasco mejoró desde la defensa. Los hombres grandes cortaron las vías de alimentación en la zona y la fluidez en la circulación ya no era la misma. Lógico por otra parte.

Empezaba una nueva fase y los azules debían hacer lo posible para adaptarse sobre la marcha. Los visitantes se encontraban cada vez más seguros y con la primera unidad recortaron la distancia (36-30).

El equipo de Epi estaba en un problema del que escapó por un instante gracias a la inspiración de Cancar y a un triple de Álex López. Pero no fue suficiente porque los blancos castigaron la precipitación castellana para ganar la batalla psicológica al descanso. Janning ajustó el punto de mira y su acierto desde el triple impulsó a los alaveses hasta el 43-38.

Aún quedaba mucho por disfrutar. El tercer cuarto dio paso a un bello intercambio de mamporros que el San Pablo aceptó sin remilgos. Sobre el papel, el grande tenía las de ganar en un toma y daca trepidante. Sin embargo, los locales se las ingeniaron para mantener la delantera. En el fondo, cuanto más vivo estuviera el partido, mejor para sus intereses. Huskic marcó el camino y todo vino rodado.

Sobre todo, la esperada aparición en escena de Frazier fue bienvenida por una grada entusiasmada con su equipo (52-44). La goma se estiraba y encogía sin un momento para la relajación. En cada acción pasaba algo reseñable y toda ventaja era insuficiente.

Por eso, el triple de Frazier que fijaba el 62-52 no tuvo el efecto deseado. El Baskonia, a lo suyo, se apoyó en Shegelia para mantener intactas sus opciones con un parcial de 0-6. El siguiente objetivo local era mantener la renta antes del final del tercer periodo y no fue tarea sencilla. Jaramaz tiró del carro, pero el Baskonia es mucho Baskonia y además encontró el favor de un trío arbitral que ya dejó su sello en la primera visita al Coliseum.

Entre unas cosas y otras, los alaveses ya estaban en disposición de ponerse por delante y lo consiguieron a 8:30 del final con una canasta de Granger. Era el 68-69 y lo peor es que el San Pablo había perdido su sitio en la pista.

Afortunadamente, los locales recuperaron el resuello para llegar al desenlace en las mejores condiciones posibles. Marcelinho devolvió la delantera a los blancos con dos triples consecutivos respondidos por Frazier (80-79).

El choque se decidió al cara o cruz y los burgaleses tenían en su mano la opción de ganar el partido con un minuto por disputar. Huskic acertó en una gran acción y Frazier se llenó de balón para perdonar la sentencia con el 82-79. Fue Poirier quien, involuntariamente, desató la fiesta al fallar dos nuevos tiros libres. Por fin, el San Pablo Burgos ganó a un grande. Y esto es solo el principio de un año que promete.

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