BALONCESTO / ACB
El rebote, la punta del iceberg
El San Pablo, incómodo e inseguro ataque, se desangra en la lucha bajo los aros / El conjunto local es el peor en aro ajeno y ha concedido a sus rivales 15.7 capturas ofensivas de media
Huskic intenta frenar al jugador del Murcia Delía.-ACB PHOTO / J. BERNAL
BURGOS
El potencial natural del equipo, la victoria conseguida ante el Baskonia y la experiencia vivida el pasado curso invitan al San Pablo Burgos a mantener la calma en un inicio de temporada en el que las dudas comienzan a aflorar. Más allá de unos resultados asumibles en vista del calendario, las sensaciones transmitidas por el colectivo distan mucho de lo esperado al comienzo del ejercicio.
El mencionado partido frente al Baskonia enseñó el verdadero nivel del equipo, pero esa alegría no debe tapar los defectos mostrados. El San Pablo Burgos está incómodo en esta fase inicial de la temporada y eso se ve reflejado en los dos lados de la cancha.
El rebote es la punta del iceberg de los problemas del conjunto local. La lucha bajo los aros representa el momento que atraviesa el equipo, el segundo peor de la liga en este apartado estadístico. Solo el Valencia Basket acumula menos rechaces totales que los azules, cuyo balance en el rebote ofensivo de ambas zonas es demoledor.
Por un lado, el San Pablo Burgos es el club que menos segundas opciones disfruta por partido (8). Por otro, los castellanos han concedido a los rivales casi 16 rebotes de media en aro propio. De hecho, en los cuatro encuentros disputados siempre han sumado menos capturas totales que su adversario de turno.
El UCAM Murcia aprovechó el pasado domingo esta debilidad de los azules al conseguir 21 rebotes ofensivos, por los 6 del cuadro de Epi. Lo peor es que este dato no es una excepción. El Obradoiro ya se aseguró 18 rechaces en la pintura burgalesa, el doble que los reunidos en ataque por los del Coliseum.
El Baskonia también superó en este apartado al San Pablo Burgos en la única alegría de la temporada. Los 13 rebotes ofensivos de los alaveses no fueron suficientes para derrotar a un CB Miraflores que solo cazó 4 en pintura ajena.
Por último, el Zaragoza también castigó en los tableros al conseguir 11 posesiones extra en un partido en el que superó los 90 puntos. Al menos, el San Pablo ganó la partida en ese aspecto al sumar 13 rechaces en ataque.
Sea como fuere, este es solo uno de los problemas de un equipo burgalés incómodo en campo contrario. Sin el control del rebote defensivo no se puede correr y esta consecuencia frena en seco al bloque de Epi, atascado en el juego estático. Lo pasó mal en Santiago, sufrió frente al Zaragoza y en Murcia solo sumaba 50 puntos mediado el último cuarto.
El técnico reconoció el pasado domingo su preocupación por la falta de fluidez ofensiva, la cual afecta a las pérdidas acumuladas y a los errores en los lanzamientos. Los azules lanzaron 48 triples en los últimos dos partidos y anotaron en 12 ocasiones. Incluso, muchos de esos aciertos llegaron con ambos choques ya sentenciados.
El San Pablo necesita recuperar cuanto antes el feeling en pista porque no puede fallar el sábado frente a un Breogán crecido. Una nueva derrota dejaría al proyecto en una situación incómoda antes de visitar al Madrid.