Estévez toma las riendas y comienza a imponer su sello

Cada maestrillo tiene su librillo. Y Fernando Estévez ya trabaja para imponer su sello personal al nuevo Burgos CF. Recién aterrizado en el club tuvo que contemplar en segundo plano las evoluciones de su equipo en el choque del pasado domingo en tierras canarias. Apenas había tenido tiempo de presentarse a la plantilla y optó porque fuera Óscar Río ‘Fosky’, quien había dirigido y preparado el partido ante Las Palmas tras la destitución de José Manuel Mateo, el que asumiera el mando de las operaciones desde el banquillo.

Pero el preparador granadino ya se ha hecho con las riendas de la situación, escoltado por José María Isaac -que ya hiciera las veces de segundo con Estévez la pasada temporada en las filas del Marbella.

El cambio en la dirección técnica del Burgos CF ya ha comenzado a dejar patente la implantación de un nuevo estilo de trabajo. Para empezar, la habitual sesión de trabajo posterior a cada encuentro liguero, ya dejó constancia de diferencias notables con lo que habían sido hasta el momento a las órdenes de Mateo.

Todos los jugadores disponibles, los que viajaron a Las Palmas más Kevin, realizaron un trabajo común durante la mayor parte de la sesión, siempre con balón y con un mayor calado táctico. Solo en el tramo final se dividió a la plantilla en dos grupos, con los titulares del domingo por un lado haciendo carrera continua y estiramientos y el resto de jugadores por otro, continuando a mayor ritmo que sus compañeros.

PRIMEROS CAMBIOS

Los cambios no han afectado solamente al plano metodológico, pues el encuentro contra Las Palmas Atlético ya dejó entrever variaciones, hasta cierto punto sustanciales, en el esquema táctico del cuadro blanquinegro con respecto al dibujo habitual planteado por José Manuel Mateo.

La más significativas sin duda son las que tienen que ver con la introducción, por vez primera en la temporada sin intervenir un factor de fuerza mayor, de un centrocampista creativo (Adrián Cruz) en la medular, demarcación en la que hasta el momento siempre había actuado la pareja Beobide - Undabarrena.

Además, Óscar Río -en consenso con Estévez- recuperó para la causa a Álex Machuca (en esta ocasión alternando la posición de interior a pierna cambiada con la de media punta), quien tras iniciar la temporada como titular indiscutible había perdido mucho protagonismo en las últimas jornadas.

Estas variaciones en el once, más las obligadas por las lesiones en la retaguardia, surtieron el efecto esperado, pues el Burgos CF se mostró como un equipo más sólido en defensa (Saizar apenas tuvo trabajo en todo el partido) y por momentos se controló el partido en la medular.

El plan salió razonablemente bien en Las Palmas. Falta ahora por comprobar si Fernando Estévez mantendrá este dibujo o realizará variaciones sustanciales en las próximas jornadas.