FUTBOL Segunda División B
Una mejoría relativa
El Burgos CF demostró un mayor potencial ofensivo, aunque concedió claras ocasiones al Atlético B, sobre todo en la primera mitad
La posición de mediapunta de Beobide fue la gran novedad en la alineación de Fernando Estévez.-SANTI OTERO
BURGOS CF 1
ATLETICO B 1Árbitro: Fernández Rodríguez (comité gallego). Mostró cartulina amarilla al local Yaw, así como a los visitantes Tachi y Óscar Pinchi.
Goles: 0-1, min. 3: Joaquín. 1-1, min. 48: Borda.
Burgos CF: Saizar, Julio Rico (Antxon Jaso , min. 78), Cantero, Acosta, Undabarrena, Borda, Goti (Madrazo, min. 57), Beobide, Diego Cervero,Adrián Cruz (Machuca, min. 70) y Yaw.
Atlético de Madrid B: Valens, Solano, Samu, Tachi, Monti,Cristian, Joaquín (Rubén Fernández, min. 84), Óscar, Darío, Óscar Pinchi (Cedric, min. 46) y Toni Moya (Mollejo, min. 75).Aseguraba Fernando Estévez en la previa del choque ante el Atlético B que lo importante era puntuar. Y lo consiguió. El Burgos CF encadenó su segundo empate y dejó entrever el tipo de equipo que pretende el nuevo técnico. Lo que se pudo ver es que queda mucho por pulir. El torrente ofensivo de los blanquinegros aumentó, lo que agradeció la grada. Los de casa fueron capaces de pisar el área rival con asiduidad y generar multitud de situaciones incómodas para la defensa rival, aunque le costó más crear oportunidades de verdadero peligro.
En el otro lado de la balanza está lo que el Burgos CF concedió a su oponente. Si el marcador al descanso hubiera sido de 0-3 nadie se hubiera extrañado. Mikel Saizar fue el más destacado en estos primeros 45 minutos. Mantuvo a su equipo en el partido y se convirtió en la pesadilla de los atacantes colchoneros.
Las pérdidas en zona de creación se convirtieron en la jaqueca de la retaguardia burgalesista, a la que en algunas acciones le faltó contundencia para evitar males mayores. El Atlético B falló hasta un penalti, que pitó uno de los asistentes.El mismo que una y otra vez penalizó a los de casa en cada jugada dudosa. Su vara de medir no fue la misma para ambos contendientes.
Las sensaciones fueron distintas a las de anteriores compromisos en El Plantío.Si se comparan con las que ofreció el equipo ante el Coruxo o el Pontevedra mejoraron de forma ostensible. Pese a todo, el Burgos CF necesita algo más para salir de la depresión y volver a sonreír. Ayer el equipo tuvo alma y supo sobreponerse a un tempranero varapalo. No le perdió en ningún momento la cara al partido y mantuvo la fe hasta el que el colegiado pitó el final del choque. Pudo perder a nada que su oponente hubiera mostrado un poco más de eficacia, pero siempre creyó en sus opciones de lograr la victoria.
El vaso está medio lleno. Lo bueno de que el equipo venga de partidos tan paupérrimos -Coruxo y Pontevedra- es que cualquier paso adelante se deja notar y hace que un sentimiento de esperanza aflore en el entorno.
La situación clasificatoria del equipo sigue siendo la misma. Está en la posición de play out al borde del precipicio. Las distancia con el descenso es de un solo punto, aunque también tiene a varios equipos por delante muy cerca.
LA PRIMERA, EN LA FRENTE
El encuentro de ayer no pudo comenzar peor para los intereses blanquinegros. Cuando ambos equipos se estaban asentando sobre el terreno de juego el filial colchonero tomó ventaja. Joaquín culminó un alarga jugada con un disparo cruzado desde el interior del área. La actitud de la defensa local no fue la mejor y puso en bandeja el tanto de los visitantes.
El choque se ponía cuesta arriba a las primeras de cambio y quedaba por comprobar cómo afectaría este varapalo al equipo, ya que ante el Pontevedra y el Coruxo tuvo un efecto anestesiante en las filas burgalesistas.
Sin embargo, el equipo no le perdió la cara al choque. Mantuvo una intensidad alta y dos escapadas de Yaw y Goti demostraron que el Burgos CF seguía vivo. Sin embargo, los problemas defensivos continuaron y Mikel Saizar comenzó a ser protagonista.
El guardameta vasco le ganó la partida a Darío en el 18 después de que Borda errara en su despeje. Poco después llegó el penalti. Negros nubarrones se cernían sobre El Plantío, aunque Óscar Pinchi no acertó con la portería pese a haber engañado a Saizar en su disparo.
Yaw era una vez más el jugador más incisivo de los blanquinegros, aunque como suele ser habitual su decisión nunca era la acertada a la hora de culminar sus acciones. El Burgos llegaba a los dominios de Valens y tenía el control del partido, aunque cada vez que perdía un balón llegaba la ocasión de su adversario.Así las cosas, poco después de la primera media hora de juego el guardameta blanquinegro volvió a lucirse en dos oportunidades casi consecutivas.
Pinchi y Darío se quedaron solos delante del guipuzcoano, pero en ambas ocasiones el blanquinegro tapó a la perfección el hueco y evitó el desastre. La capacidad de desborde de Yaw seguía siendo la principal arma local para inquietar al Atlético B, aunque los minutos pasaban sin que llegara el empate.
El paso por los vestuarios sentó mejor a los blanquinegros, que nada más comenzar la segunda mitad lograron el 1-1 en una jugada de estrategia que botó Adrián Cruz y peinó Borda. Estévez aprovechó el intermedio para ajustar algunos aspectos y los contragolpes colchoneros perdieron efectividad. La entrada de Madrazo supuso un soplo de aire fresco en la banda, aunque no duró demasiado. Tampoco Machuca aportó lo esperado cuando saltó al césped.
La fatiga se fue adueñando del choque y los dos equipos llegaron con las fuerzas justas a los minutos finales en los que el Atlético volvió a gozar de alguna oportunidad muy clara para romper la igualdad. El conjunto castellano mantuvo la fe, aunque no encontró la recompensa a su insistencia.