Corbacho da la puntilla al San Pablo

DELTECO GBC 92

SAN PABLO BURGOS 83

La historia se repite. Tras una victoria de muchos quilates que elevó a la plantilla a los altares, una decepción que devuelve a la tierra al San Pablo. En esta ocasión fue el colista, el Delteco GBC, quien bajó de las nubes a los del Coliseum. Los guipuzcoanos, que afrontaban la contienda como farolillo rojo de la Liga Endesa, enviaron a los burgaleses a la lona a golpe de triple.

El veterano artillero Corbacho, que encestó hasta en 8 ocasiones desde más allá de la línea de 6,75 -cinco en el último cuarto-, fue el principal ejecutor de los azulones. Una vez más un equipo que plantea una defensa cerrada en la pintura terminó aguando la fiesta a la escuadra de Diego Epifanio, que pese a todo se mantuvo viva y con opciones de victoria hasta los últimos minutos del cuarto periodo.

El conjunto castellano tenía muy clara la consigna. Imprimir un ritmo de vértigo a la contienda desde la primera acción para evitar que el entramado defensivo del GBC pudiera imponer su ley. Desde el pitido inicial tomó la iniciativa en el electrónico el San Pablo. Un parcial de 0-7 tras buenas defensas y transiciones a campo abierto con Jaramaz, Álex López y Huskic como finalizadores permitieron a los castellanos abrir brecha (4-11).

Con las primeras rotaciones en ambos equipos los donostiarras fueron capaces de reducir la desventaja. Los anfitriones fiaban toda sus opciones a los lanzamientos exteriores, mientras que la escuadra de Epi cargaba su juego en la pintura, donde Thompson y Huskic ganaban una y otra vez la partida a sus oponentes bajo el aro (13-15).

Los vascos ajustaron su retaguardia para hacer más complicada la circulación de balón burgalesa. Frazier se sumó a la fiesta desde la línea de 6,75 para seguir marcando territorio en su batalla particular con Nevels.

Los vascos no perdían nunca la cara merced a su acierto exterior. Dos triples consecutivos de Corbacho permitieron a GBC empatar la contienda por vez primera en todo en el choque en el último minuto del primer cuarto (21-21). Con el tiempo agotado una falta de Frazier sobre Nevels permitió que Delteco se colocara por delante en el luminoso al final de los 10 primeros minutos de juego.

El segundo periodo arrancó con una batalla desde el triple con Javi Vega y Corbacho como protagonistas. Los guipuzcoanos estaban ahora más cómodos sobre la pista y pusieron tierra de por medio. Más aún con una antideportiva de Cancar sobre Van Lacke que elevó la distancia local con un parcial incontestable de 11-3 de salida.

No le quedó otra a Epi que parar el partido para intentar cambiar el rumbo de los acontecimientos. Llamó a capítulo a los suyos, a los que pidió más concentración en la lectura de los bloqueos directos. Fitipaldo, magistral el pasado fin de semana ante Unicaja, no tenía su día en la dirección, lo que reducía considerablemente el potencial ofensivo del San Pablo.

De hecho, los castellanos se vieron por momentos desbordados en la pista (33-24). No tenía claridad en ataque el cuadro del Coliseum, que tuvo que echar mano rápidamente de Thompson y Huskic para enderezar el rumbo. Pareció surtir efecto. Una buena maniobra del americano y un triple de Cancar metieron de nuevo en el partido al Miraflores (33-29) en el momento más complicado.

El San Pablo no encontraba la continuidad necesaria para seguir remando y se atascaba frente a la cerrada defensa vasca, que mantenía a raya a los pívots castellanos. Solo Jaramaz, desde la línea de tiros libres, lograba ver el aro (38-36). Para ese momento la rigidez de los sistemas tácticos de ambos contrincantes había hecho que el encuentro perdiera vistosidad y ritmo.

Pese a todo los azulones lograron empatar el duelo, cómo no, desde el tiro libre, ahora con Cancar como protagonista.

Tocaba volver a empezar. Como pasó en el primer acto los burgaleses tomaron el mando de inicio con un triple de Thompson. Las pérdidas y errores no forzados en ambos conjuntos impidieron que el marcador apenas se moviera en los dos primeros minutos del tercer cuarto.

Álex López asumió el peso de las operaciones para desatascar el partido con un lanzamiento de tres puntos (38-44) que de inmediato provocó la reacción de Sergio Valdeolmillos, quien solicitó un tiempo muerto para frenar la racha castellana.

Deon Thompson, el mejor referente ofensivo del San Pablo, se echó el equipo a las espaldas para mantener a los castellanos por delante con su buena mano en lanzamientos de media distancia. Aunque Delteco no arrojaba nunca la toalla y volvía a echar el aliento en el cogote al Miraflores gracias a sus artilleros desde el perímetro (48-50).

El choque se convirtió entonces en un intercambio de golpes que favorecía los intereses de los de Epi, que mantenían con el cuchillo entre los dientes su siempre mínima ventaja en el tanteador. Al menos hasta que Burjanadze devolviera las tablas al electrónico (55-55). Con el base local Dani Pérez desatado Delteco dio la vuelta a la tortilla.

Epi exigía mejores lecturas del pick&roll de GBC. Kravstov, hasta el momento desaparecido en combate, regresó a la pista. Y junto con Javi Vega consiguieron que todo llegara igualado al último cuarto.

En el momento decisivo el bombardero local Corbacho anotó dos triples en un abrir y cerrar de ojos que daba la delantera al Delteco.

Pero el San Pablo, aunque sin carburar a pleno rendimiento, no perdía la cara al partido. Un triple de Fitipaldo puso el 66-67 en el luminoso, aunque de inmediato una técnica de Kravstov sobre Burjanadze se tradujo en un parcial de 6-0 con Corbacho on fire.

Menos mal que Cancar, con 5 puntos consecutivos, metió al San Pablo en la pomada cuando peor pintaban las cosas. El partido se jugaba a rachas. Y los castellanos se agarraban con uñas y dientes al choque (80-79). Pero Corbacho y sus triples terminaron por dar la puntilla al San Pablo pese al intento de réplica de Frazier y el estéril arreón de los burgaleses.