El Correo de Burgos

RUGBY

«La derrota ante La Vila fue esencial»

Iñaki Sicilia se muestra orgulloso de todo lo que ha conseguido el UBU Aparejadores en los últimos años, aunque advierte que no han tocado techo

Iñaki Sicilia se siente orgulloso de la evolución del UBU Aparejadores en los últimos años.-RAÚL G. OCHOA

Iñaki Sicilia se siente orgulloso de la evolución del UBU Aparejadores en los últimos años.-RAÚL G. OCHOA

Burgos

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Iñaki Sicilia, presidente del UBU Aparejadores, habla de rugby con pasión y sentimiento.Es la cabeza visible de un club dirigido por un grupo de amigos que se ha convertido en una referencia tanto deportiva como social en la capital burgalesa. Echa la vista atrás y se sorprende de todo lo que han conseguido en poco tiempo.«Hace 8 temporadas éramos penúltimos en la liga de Castilla y León», recuerda. La entidad gualdinegra ha ido dando pasos hacia adelante y Sicilia afirma que la dolorosa derrota en Villajoyosa en 2017 -un puñado de centímetros dejó al UBU Aparejadores sin ascenso tras una patada de castigo de Nico Bianco-, se convirtió en el principal pilar sobre el que se han apoyado los posteriores éxitos.

P.- ¿Se le puede pedir algo más a 2018?

R.- No se le puede pedir más. Para nosotros ha sido un año espectacular porque, además de que ascendimos ganando la liga, sin perder, con mucha solvencia... se ha sumado más gente al club en todos los ámbitos. Hemos crecido en cantera, en personas que nos echan una mano, en apoyos económicos, a lo que hay que añadir la sensación que hay en la calle. Todo el mundo está pendiente del rugby. Eso quiere decir que hemos transmitido algo bueno, porque la gente nos tiene simpatía.

P.- ¿El disgusto ante La Vila en 2017 les permitió crecer?

R.- Fue esencial aquella derrota. Cuando estábamos jugando aquella fase de ascenso sabíamos que deportivamente lo íbamos a poder afrontar, pero creo que no estábamos preparados en otras facetas. Ese traspié nos hizo plantearnos algunas cosas y empezamos a planificar mejor la liga. Nos fuimos preparando para estar en División de Honor sin que fuese un trauma. Nos ha costado y después de trabajar un montón hemos sido capaces de hacerlo sin cometer grandes errores. Aquel momento me dolió mucho, pero sabía que no teníamos el control del club tan férreo como tenemos ahora.

P.- La punta del iceberg la vemos ahora, pero el trabajo viene de lejos.

R.- Con la unión de los dos clubes de Burgos en 2006 se comenzó a sembrar. La intención no era la de jugar en División de Honor, sino que no desapareciese el rugby en la ciudad. Cuando llegó David Martín, nos transmitió que podíamos hacer algo mejor y no ser el último equipo de Regional, que lo fuimos. Hace 8 temporadas éramos los penúltimos en la liga de Castilla y León. En esa época no teníamos ni 20 niños en el club y ahora habrá cerca de los 200. Tampoco había socios, éramos solo un grupo de amigos y ahora tenemos 1.000.

P.- ¿Cuál es el secreto?

R.- El éxito está en que somos todos jugadores de rugby y que no tenemos más interés que nuestro club prospere. Se ha profesionalizado la parte deportiva con David Martín y seguiremos buscando alguna estructura más estable, pero la gente que se incorpore será de Burgos y del club. De fuera puede acabar viniendo algún desarrollador, pero llegará cuando tenga que llegar. Insisto en que la clave es que somos todos jugadores de rugby. Hay tres generaciones trabajando. También hay que decir que miramos mucho fuera para aprender de los sitios donde se hacen bien las cosas. Hemos estado muy apoyados por El Salvador y hemos ido aprendiendo. Tratamos el UBU Aparejadores como una empresa, sin perder la esencia de que somos un club social. No obstante, hay que ser asépticos con las cuentas y no gastamos lo que no tenemos.

P.- La sensación es que el club no ha tocado techo.

R.- No. En enero empezaremos a trabajar todos los presidentes de la Liga Heineken para tener el convenio con la federación y empezar la liga profesional el año que viene si es posible. Estaría dirigida por los clubes y eso significa que habrá más dinero, más oportunidades de captar patrocinadores más grandes y mejor comunicación. Contar con más recursos nos permitirá mejorar.

P.- ¿Cuál es el objetivo a medio-largo plazo?

R.- Nuestro objetivo es ser uno de los equipos estables en la División de Honor profesional. En la cantera queremos llegar a los 300 jugadores. Somos muy ambiciosos sin darnos cuenta. Queremos progresar no por mercatilismo, sino por poder jugar un día una final de la Copa del Rey. Otro de los anhelos es tener nuestra propia instalación, con un par de campos para entrenar, una casa-club para que la gente se pueda tomar su café mientras están entrenando los niños o hacer los terceros tiempos... Si el día de mañana seguimos en la elite y hay dinero tendremos que ir pensando con hacernos con unos terrenos. Ese es el sueño desde el primer hasta el último de los miembros del club.

P.- Para los que forman parte del club tiene que ser un orgullo ver cómo crece la entidad en todos los ámbitos.

R.- Nos lo hemos currado y nos lo seguimos currando. Somos jugadores de rugby y quitar las vallas, llevar el agua o recoger los escudos nos sale de forma innata. Es verdad que cuanto más grande eres te tienes que repartir las tareas. Es verdad que cuando piensas todo lo que se ha conseguido te quedas un poco asombrado.

P.- Algo estarán haciendo bien para conseguir un éxito social y deportivo de este calibre.

R.- Hemos transmitido humildad, honestidad y trabajo. Eso se nota en la calle. El rugby es nuestra pasión y cuando nos toca pedir apoyos la gente que tenemos enfrente lo ve. Somos un miembro de pleno derecho de la Liga Heineken, donde tenemos voz y voto y nos hemos ganado el respeto de todos los clubes. Encima somos un ejemplo a seguir. Ha habido presidentes que nos han dicho que les da envidia ver cómo tenemos el estadio de gente.Además tenemos una cantera importante en número y en calidad.

P.- ¿El último paso es ganarse a las instituciones, que os den vuestro hueco en el deporte de elite?

R.- Esa es nuestra batalla. Vamos arreglando los desaguisados que han ido surgiendo por ejemplo con el campo. Esperamos que en poco tiempo nos dejen gestionar a nosotros San Amaro y que sea un campo de rugby. Si no puede ser que nos busquen otro sitio para entrenar, ya que de esta forma se nos queda corto. Nos gustaría que nos dejaran gestionar San Amaro para poder tener nuestro bar, nuestra tienda, poder hacerlo más acogedor para el aficionado y a los miembros del club. El día que tengamos eso nos sentiremos cien por cien reconocidos por la ciudad.

P.- ¿Se sienten valorados por las instituciones?

R.- El Ayuntamiento apostó por nosotros y nos dio una buena cantidad de dinero, lo que supuso el espaldarazo necesario para aumentar el nivel. La Diputación también cree en nosotros. Apostaría porque la Junta invierta en Burgos en unas instalaciones. Eso lo que nos falta.Eso es lo que le debe la Junta al deporte burgalés.

P.- ¿Qué le pide a 2019?

R.- Mantenernos en División de Honor es muy importante para el desarrollo del proyecto. Es el quid de la cuestión. Estamos en el camino y cuando antes lo tengamos antes nos vamos a poner a trabajar de cara a la siguiente temporada. No solo es el primer equipo, son muchas cosas y por eso estamos intentando buscar más soluciones para que la cantera tenga más oportunidades de juego. La idea es tener los mismos recursos de este año y con eso nos mantendremos, aumentaríamos la cantera y mejoraríamos nuestros servicio al club.

P.- ¿Sorprendido de cómo va este primer año en la elite?

R.- Sabíamos que David Martín hizo el equipo con la idea de conseguir la salvación con solvencia y que se podría plantar batalla a muchos equipos, pero no pensábamos que íbamos a ganar a El Salvador o quedarnos tan cerca de la victoria ante Alcobendas, también pensábamos que íbamos a ganar a otros equipos con los que hemos perdido. La Liga se ha igualado más de lo que pensábamos. Tenemos plantilla para ganar a muchos, no a todos. Lo que pasa es que al principio hay que andar con pies de plomo porque no puedes ser presuntuoso. Tienes que ser humilde en esta vida y aunque creas que tienes un buen equipo hay que demostrarlo.

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