El Correo de Burgos

Fútbol / Segunda B

Claudio rescata al Mirandés en un duelo gris ante la Gimnástica

El ariete rojillo salva los muebles a los de Borja Jiménez en un encuentro sin brillo de los de Anduva, que se afianzan en la segunda plaza de la tabla clasificatoria

Claudio Medina festeja la consecución de un gol en Anduva-Jose Esteban Egurrola

Claudio Medina festeja la consecución de un gol en Anduva-Jose Esteban Egurrola

Burgos

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CD MIRANDÉS 1

GIMNÁSTICA DE TORRELAVEGA 0

No tuvo su mejor tarde un CD Mirandés que sufrió de lo lindo para superar a un adversario en zona de descenso y que jugó tres cuartas partes del encuentro en inferioridad numérica, pero al final una diana de Claudio Medina en el arranque de la segunda parte -de largo, los mejores minutos rojillos en el encuentro- sirvió para sellar un triunfo que además redondeaba una tarde perfecta por los malos resultados de todos los rivales directos.

15 puntos sobre el quinto, billete al playoff en la mano, y los de Borja Jiménez que rompen su racha de empates para volver a sumar de tres en tres.

De salida, el guión previsto en Anduva, con la Gimnástica de Torrelavega bien pertrechada en su parcela, novedoso el 4-2-3-1 de Dani Mori sobre el campo. El Mirandés se adueñaba de la posesión, pero se estrellaba ante la seriedad defensiva de los cántabros.

Además, los de Borja Jiménez tampoco tenían su tarde más atinada en cuanto a fluidez, lo que dio como resultado un tramo inicial cargado de bostezos e imprecisiones. A través de Gorka Kijera por el costado izquierdo era como se generaba más peligro.

El primer disparo a puerta llevó curiosamente la firma de los cántabros, un zapatazo alto de Víctor tras un lanzamiento de falta rechazado por la zaga local. El juego era muy trabado, con una Gimnástica defensivamente bien posicionada y sin temor a la hora de sacar el esférico de la zona peligrosa a partir de balonazos sin contemplaciones.

Los minutos pasaban y los locales no encontraban la manera de hilvanar jugadas destacables ni de crear riesgo ante el marco de Álex Ruiz. Hasta que a los 24 minutos llegó la jugada clave cuando Hugo Rama y Alberto se enzarzaban tras una falta del mediapunta visitante, que al final soltaba un manotazo a Gorka Kijera en plena refriega. Lo vio Etayo Herrera, roja directa y los visitantes con diez con más de una hora por delante.

Con uno menos aún se encerró más la Gimnástica, sin dejar huecos a las intentonas de un Mirandés muy espeso en su tarea de ataque. Acoso y acoso, llegando, moviendo el cuero cerca del área torrelaveguense, pero sin conseguir un pase que rompiera líneas ni tampoco un disparo desde la larga distancia. Los de Borja Jiménez movían y movían el balón pero sin hacer daño.

Salió con algo más de ímpetu el Mirandés tras la reanudación, pero con susto inicial en un balón largo sobre Primo con salida perfecta y veloz de Limones para abortar la jugada. Pero los locales apretaban con más fuerza, avisando Yanis con un testarazo que se escapaba por encima del larguero.

Y a los ocho minutos, el 1-0. Percutía Gorka Kijera por la izquierda, daba el pase de la muerte y Claudio Medina, tras controlar, ponía el chut colocado con su pierna zurda pegadito al palo. Se rompía la muralla de la Gimnástica y el encuentro cambiaba de decorado.

Los locales encontraban más huecos, y un perfecto contragolpe acababa en gol, pero el colegiado lo anulaba por fuera de juego de Yanis. También la Gimnástica se veía obligada a buscar la meta rojilla, sobre todo a través de acciones a balón parado, como un centro al área que sacó Paris con acierto cuando se aprestaba a rematar el veterano Cusi.

El Mirandés pareció aflojar el ritmo y los visitantes se animaron después de meter tres cambios que dinamizaron su juego. En especial Gio creó peligro para los visitantes, con una acción que acabó Cusi con un disparo lejano que atajaba Limones en dos tiempos. Respondía Sergio para los locales con un chut desde la larga distancia que se perdía fuera de los tres palos.

A 13 minutos para el final un peligroso lanzamiento de falta en la frontal del área visitante lo probaba Gorka Kijera, con buena intervención del arquero Álex para evitar el 2-0.

Cierto runrún de nerviosismo en la grada, ya que cualquier despiste o gol de suerte podía privar a los de Borja Jiménez de la victoria. Y esa jugada llegó en el minuto 83, cuando Gio penetró, la puso al segundo palo y Bravo evitaba el gol cuando Vitienes estaba en franca posición para igualar. De ahí al final, el Mirandés dejando pasar el tiempo y administrando una victoria tan gris como valiosa.

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