El Mirandés no se fía de un duro Leioa

Con unas mal escondidas ganas de revancha regresa el Mirandés a Anduva, donde medirá sus fuerzas esta tarde frente al Leioa (17,30 horas). El combinado rojillo afronta herido y con ansias de devolver el golpe recibido el pasado fin de semana en Urritxe.

Y se ha conjurado esta semana para hacer pagar los platos rotos a la escuadra vizcaína, que apura sus opciones de hacerse con un puesto en el play-off.

La escuadra burgalesa tiene que echar el resto en el tramo final de una temporada que inició con planes muy ambiciosos. Olvidado ha quedado ya el título conseguido en la Copa Federación. Y con el retorno de la normalidad a los planes de trabajo semanal tras varios meses cargados de envites confía en que lleguen de nuevo los buenos resultados para asegurar lo antes posible su presencia en la promoción de ascenso.

Los contendientes llegan a este envite con trayectorias radicalmente opuestas en las últimas jornadas de competición. Mientras que los burgaleses vieron truncada el pasado fin de semana en Urritxe frente al Amorebieta una racha de 9 encuentros consecutivos puntuando, a los vizcaínos les ocurrió justo lo contrario, que fueron capaces de romper -imponiéndose por la mínima a la Real Sociedad B- una serie de nueve jornadas sin ganar.

El cuerpo técnico del CD Mirandés no se fía en absoluto del Leioa, un rival que ya ha sido capaz de imponerse a los burgaleses en los dos últimos enfrentamientos entre ambos equipos. De hecho Borja Jiménez recuerda con amargura lo ocurrido en el choque de ida. «Fue una de las derrotas más dolorosas que tuvimos esta temporada».

Por todo ello el preparador de los rojillos alerta de la complejidad del envite de esta tarde. «Que no se nos escape que es un partido difícil. El Leioa es quinto y con opciones reales de play-off. Es un rival sólido y con jugadores con talento arriba», explica Borja Jiménez.

El combinado de Anduva es perfectamente consciente de la necesidad de recuperar la confianza por la vía rápida para llegar pletórico de moral al momento decisivo del final de curso.

Su ventaja con respecto al quinto clasificado es ya de 14 puntos con 27 en liza, por lo que un triunfo frente al Leioa dejaría prácticamente certificado el billete para poder luchar por el retorno a la categoría de plata nacional.

El abulense considera que el regreso a la normalidad en el trabajo cotidiano debe servir para que el equipo recupere sus mejores prestaciones. «De aproximadamente 29 semanas de competición que llevamos, creo que hemos trabajado solo cuatro de forma normal», matiza.

Sea como fuere, y con la posibilidad de alcanzar la primera plaza en el Grupo 2 de Segunda B reducida a la mínima expresión -solo una debacle del Racing de Santander podría obrar el milagro- y con el Logroñés pisándoles los talones por detrás, el preparador del CD Mirandés ha hecho una clara apuesta por la puesta a punto de su plantilla sin mirar demasiado la clasificación. «Si tengo que elegir, prefiero llegar en buenas condiciones a mayo antes que preocuparme por el puesto en el que lleguemos».

Varias son las dudas con las que afrontará este compromiso el CD Mirandés aunque el cuerpo técnico ha convocado a todos los jugadores de la plantilla -a excepción de Pito Camacho- para este duelo. Ytendrá que realizar dos descartes a última hora. A priori, Borja Jiménez cuenta con las incógnitas de Jon Irazabal, todavía dolorido por el golpe recibido en la final de la Copa Federación; Ernest, por un esguince de tobillo y Álvaro Bravo, por una amigdalitis esta semana. Pero recuperará a Odei.