El San Pablo pierde una gran oportunidad

KIROLBET BASKONIA: 87

SAN PABLO BURGOS: 79Árbitros: Aliaga, Serrano y Sánchez Mohedas.

Eliminados: No hubo.

Parciales: 22-20, 41-37 (descanso), 62-59 y 87-79 (final).

Kirolbet Baskonia: Vilduza (16), Poirier (15), Garino (19), Shields (15), Shengelia (7) -quinteto inicial-, Sedekerskis (6), Voigtmann (7), Jones (2) y Diop (-).

San Pablo Burgos: Fitipaldo (11), Benite (10), Zipser (6), Cancar (-), Lima (4) -quinteto inicial-, Barrera (7), Frazier(13), Huskic (18), Vega (5) y Álex López (5).El San Pablo Burgos desperdició una gran oportunidad de asaltar el Buesa Arena. Pudo aprovecharse de las circunstancias y doblegar a un diezmado Kirolbet Baskonia, que tuvo que exprimirse al máximo para sumar una victoria que le mantiene vivo en su lucha por la primera plaza.

La escuadra burgalesa lo tuvo en su mano y llegó a los minutos finales del choque por delante en el marcador. Pero al conjunto azulón le faltó oficio y calma para poner la guinda a su buen partido. Vildoza y Poirier tiraron del carro vitoriano cuando peor pintaba el encuentro para su equipo y dejaron a los del Coliseum con la miel en los labios.

Pese a todo, el San Pablo hizo un meritorio encuentro. Tuvo en las rotaciones una de sus armas ante un conjunto que llegó con lo justo a la cita y que antes del descanso perdió a su pieza más determinante, Tornike Shengelia, fuera de combate tras un choque con Lima.

El equipo castellano estuvo cerca de la machada, pero le faltó rematar.Cuando llegó la hora de la verdad no supo gestionar ni su ventaja en el marcador ni su mayor frescura física.

Pese a la derrota, el San Pablo sella de forma matemática su permanencia en la Liga Endesa y es que el Obradoiro cayó ante el Iberostar Tenerife.

A la escuadra burgalesa le costó entrar en el partido. En los primeros compases dio demasiadas facilidades a su adversario, al que cedió la línea exterior, lo que aprovechó el cuadro vasco para adquirir las primeras diferencias. San Pablo trataba de taponar el potente juego interior de su oponente, aunque descuidaba el perímetro.

Epi pidió su primer tiempo muerto con el 13-4 y logró que los suyos equilibran su defensa. Frenó la sangría y la confianza del cuadro azulón fue en aumento. Llegó un 0-7 de parcial que dejó el marcador en 18-16. La mayor profundidad de banquillo comenzaba a ser un aliado. La igualdad fue protagonista hasta el final del cuarto, al que los locales llegaron con ventaja gracias a una canasta sobre la bocina (22-20).

Volvió a encarar Baskonia mejor el segundo acto que el San Pablo. Las diferencias volvieron al marcador y tuvieron un máximo de 9 puntos (31-22). Sin embargo, la reacción del cuadro castellano volvió a ser notable. Apoyado en un Huskic que hacía daño en la zona contraria, el SanPablo igualó el partido (31-31) gracias a un parcial de 0-9 que provocó el tiempo muerto de Perasovic.

El Kirolbet tenía dudas y es que el conjunto del Coliseum se mostraba sereno en la parcela ofensiva, mientras que su poder de contención había mejorado con respecto a los primeros minutos. A falta de 3:13 para el descanso San Pablo se puso por delante (33-34). Suponía un golpe encima de la mesa por parte de los visitantes, aunque el final del cuarto fue negativo para los burgaleses, lo que dio aire a Baskonia y le permitió acabar por delante (41-37).

El choque se igualó aún más tras el paso por los vestuarios. El San Pablo aceptó el intercambio de golpes que le propuso su adversario y el marcador estuvo siempre en distancias muy cortas.

El conjunto de Epi trataba de aprovechar las circunstancias. El paso de los minutos hacía que las ausencias vitorianas se notaran más, a lo que se añadió la ausencia de Shengelia, que ya no volvió al banquillo baskonista.

La escuadra burgalesa jugaba sin complejos y sabía que estaba ante una buena oportunidad para vencer en un gran escenario.Necesitaba mantener el listón alto y seguir en la misma línea. El cansancio debía hacer mella en las filas alavesas y jugar en favor de los azulones.

Al final de la tercera manga, el electrónico seguía mostrando una enorme paridad (62-59) y es que una canasta en el último suspiro de Frazier tras un error en el saque de Baskonia permitió a los castellanos afrontar los últimos 10 minutos con solo 3 puntos de desventaja.

San Pablo no quería dejar pasar su ocasión y comenzó con fuerza la última manga.Con las ideas más claras que su oponente, el equipo azulón tomó la delantera en el marcador gracias a un triple de Álex Barrera, que puso la diferencia en 3 puntos con otra canasta en la siguiente jugada.

El San Pablo tenía el partido donde quería. Baskonia sufría y no encontraba la fórmula, mientras los azulones se mantenían serenos y por delante en el marcador. Ante estas circunstancias, Perasovic tuvo que arriesgar con Vildoza, al que sacó a la cancha pese a tener 4 personales. Cuando peor lo pasaban los de Vitoria apareció Poirier. Una mala noticia para el conjunto de Epi.

Un triple estratosférico del base argentino devolvió las riendas del marcador a los vitorianos, que tomaron aire con otra canasta suya (78-75). El 7-0 de parcial provocó el tiempo del banquillo azulón. Huskic asumió la responsabilidad y mantuvo a su equipo en un partido en el que volvió a ser el más valorado, aunque el de Belgrado se jugó un triple cuando no tocaba con 82-79 en el marcador. Shields puso la puntilla desde la línea de 6,75, mientras que Vildoza redondeó un marcador excesivo para lo sucedido en la cancha.