El UBU Tizona acepta el desafío

BURGOS

Cuatro años después de despedirse de las ligas LEB para centrar (casi) todas las energías en derrotar a ACB en los despachos, el regreso del CB Tizona plantea al club la necesidad de rearmarse para afrontar los retos del futuro.

Los azulones recuperan parte del terreno cedido en el escalafón y el éxito logrado exige ahora una serie de decisiones importantes con el fin de reforzar su estructura dentro y fuera de la cancha.

La entidad acepta el desafío y confía en adaptarse lo mejor posible a una categoría semiprofesional que en nada se parece a la que conoció Burgos desde 2002 a 2006. «Media docena de clubes, los que realmente aspiran al ascenso, cuentan con equipos y recursos profesionales. Los demás luchan con sus armas», explica José Manuel Naveira, responsable deportivo del equipo de El Plantío.

El UBU Tizona tiene claro que dará continuidad a la filosofía que le ha traído hasta aquí y aspira a mantener el bloque del ascenso. «Se lo han merecido. Queremos remarcar nuestra forma de entender el baloncesto y abrir la puerta a jugadores con proyección», explica.

No resultará sencillo en una liga plagada de extranjeros. «En una plantilla de 11 o 12 fichas se exige contar con cuatro jugadores de formación. Tanto refuerzo exterior no garantiza la calidad del proyecto, pero sí desanima al deportista español y es difícil convencerlo para que compagine sus obligaciones con el baloncesto salvo que apuestes por gente joven», indica.

Naveira reconoce que ya se ha puesta manos a la obra y el club maneja un listado de opciones a las que puede «acceder». Cabe destacar que el CB Tizona aún arrastra la ‘sanción Gloger’, por lo que no puede fichar jugadores cuya licencia no estuviera en España el 31 de octubre de 2011. Las temporadas pasan y el mercado cada vez es más reducido.

Con todo, Naveira se muestra tranquilo. «Mantendremos la estructura del equipo, siempre supeditados a lo que los jugadores tengan en mente y a sus circunstancias profesionales o de estudios», explica. En esta situación también se encuentra el técnico, José Luis Cubillo. El club tiene la «voluntad» de contar un año más con el burgalés, pero parte de la decisión dependerá de su disponibilidad.

Además, llegarán fichajes «para mejorar» el actual plantel, siempre y cuando ofrezcan «garantías». «El que venga será para dar empaque al equipo», resume.

Se esperan cambios en un UBU Tizona que apostará por una revolución tranquila y sin sobresaltos. «Haremos una planificación al detalle y exprimiremos nuestros recursos», indica el responsable deportivo. La entidad tratará en las próximas semanas los diferentes aspectos necesarios para mejor su estructura y funcionamiento, puesto que la LEB Plata así lo exige. «Tendremos que ver con qué medios contamos y debemos hacer las cosas con cabeza. Tenemos mucha ilusión y muchas ganas para plantearnos nuevos retos, pero para ello hay que dar un aire nuevo al proyecto e incorporar a más gente en el día a día», señala.

Precisamente, esa «ilusión» es el motor de un UBU Tizona que ha recuperado la chispa. El Plantío ha registrado un gran ambiente a lo largo de la última temporada en EBA y la implicación de todas las personas que forman parte del club alimenta esa llama. «Es muy importante ver cómo está la gente con el equipo», destaca Naveira.