El Correo de Burgos

Fútbol / Play-off ascenso a Segunda B

La Arandina arrolla al Zaragoza B

El cuadro ribereño envía a la lona al Deportivo Aragón en una exhibición de poderío ofensivo del los ribereños, que hoy conocerán a su rival en las semifinales / Adeva, Rubiato y Ruba anotaron los tantos de los blanquiazules

El capitán de la Arandina CF, Ruba, volvió a firmar un gran encuentro por la banda derecha y anotó el 3-0 definitivo-@ArandinaCF

El capitán de la Arandina CF, Ruba, volvió a firmar un gran encuentro por la banda derecha y anotó el 3-0 definitivo-@ArandinaCF

Burgos

Creado:

Actualizado:

ARANDINA CF  3 - 0 REAL ZARAGOZA B

La Arandina se desquitó. Y de qué manera. El combinado blanquiazul envió a la lona al Deportivo Aragón y obtuvo un billete para las semifinales del play-off de ascenso a Segunda División B.

El combinado ribereño arrolló al filial del Zaragoza B en un encuentro en el que dio una exhibición de poderío ofensivo. Anotó tres goles, pero pudieron ser bastantes más, pues estrellaron otros tres balones en la madera.

Los burgaleses dieron la vuelta a la tortilla y enjugaron la mínima desventaja con la que regresaron de la Romareda. Y hoy estarán en el bombo para conocer a su segundo rival en la fase de ascenso. Los tantos de Fran Adeva, Rubiato y Ruba hicieron estallar de alegría a las gradas de El Montecillo.

Con una importante novedad saltó la Arandina CF al terreno de juego, el regreso de Carmona al equipo inicial. El guardameta vallisoletano se había perdido los últimos encuentros de la campaña regular y el primero del play-off por una lesión de tobillo.

La escuadra blanquiazul estaba obligada a vencer para asegurarse un billete para las semifinales del play-off de ascenso a Segunda B. Pero no podía volverse loca en busca de la meta maña, porque un gol podía ser suficiente.

Tal y como intentó en el choque de ida los ribereños imprimieron un fuerte ritmo al arranque de la contienda, con las internadas y centros de Ruba por la derecha como arma más destacada, junto con las acciones a balón parado.

Los burgaleses confiaban ciegamente en sus opciones de remontada de la eliminatoria en su fortín de El Montecillo. Pero los maños habían aprendido bien la lección de lo ocurrido en La Romareda y no permitía a los de Javier Álvarez de los Mozos volcar el encuentro en feudo aragonés.

Aún así, las ocasiones llevaban el sello de los anfitriones. La primera oportunidad de peligro de la contienda fue una veloz transición de los blanquiazules. Rubiato abrió el balón al costado izquierdo, donde Escudero puso el balón de primeras al corazón del área. El ariete madrileño siguió la jugada y le cayó el balón a su pierna buena. Pero su disparo fue repelido abajo por el cancerbero del filial del Real Zaragoza.

La réplica de los visitantes no se hizo esperar. Tras un rechace en una falta lateral Rotellar buscó la portería de Carmona con un disparo acrobático y de espaldas desde la frontal, que se perdió por encima del larguero.

Y acto seguido los zaragozanos golpearon de nuevo con fenomenal derechazo desde la frontal que se marchó lamiendo el poste.

El Deportivo Aragón ganó en confianza y volvió a la carga de inmediato con una acción trenzada por los hermanos Vicente por la derecha que concluyó con un centro-chut raso y cruzado de Torras que detuvo bien Carmona.

La Arandina no conseguía tener la continuidad ofensiva del choque de ida, pero cuando llegaba lo hacía con mucho peligro. Sobre todo a balón parado. En el 21 Fran Adeva pudo inaugurar el marcador con un cabezazo a la salida de un saque de esquina botado por Barbero. Y en la siguiente jugada, esta vez en un saque de banda larguísimo del lateral diestro burgalés, generó zozobra en la defensa aragonesa. Un compañero peinó el balón, que cayó al segundo palo. Allí apareció Escudero para conectar el balón con su pierna derecha, pero el cuero no encontró los tres palos cuando la grada ya cantaba el gol.

El guión se comenzaba a parecerse a lo ocurrido en la ida. Con sucesión de oportunidades y la Arandina perdonando la vida a su oponente. Pero al menos esta acción sirvió para cambiar el rumbo del choque, incrementando notablemente la presión ribereña. Al borde de la media hora de juego otro saque de banda de Marcos Barbero se convirtió en una asistencia de gol, pero el testarazo de Rubiato fue despejado a saque de esquina por un entonadísimo Sergio.

La Arandina no bajaba el ritmo pese a su falta de puntería. Y repetía una y otra vez una acción en la que sacaba petróleo. Barbero demostró una vez más su potencia en el saque de banda, Adeva peinó en el área y Rubiato estrelló el esférico en el travesaño. Increíble pero cierto. La historia se repetía.

En pleno acoso y derribo los burgaleses rozaron de nuevo el tanto en una falta lateral lejana botada por un omnipresente Marcos que botó en el área y se envenenó. Sin embargo Sergio, muy atento, metió la manopla para despejar a saque de esquina.

Pero nada parecía vencer los ánimos de los anfitriones, que encontraron el premio a su insistencia en el tiempo añadido del primer acto. Y cómo no, llegó a balón parado. Barbero botó un córner y Fran Adeva cabeceó el cuero al fondo de las mallas en la última acción del primer acto.

Un tanto de enorme valor psicológico y que hacía justicia a lo que se había visto sobre el terreno de juego. La eliminatoria se ponía de cara para la Arandina. Tras el paso por los vestuarios el Deportivo Aragón estaba obligado a dar un paso adelante. Pero los burgaleses habían tenido que remar mucho para cobrar ventaja y no estaban dispuestos a soltar la presa.

Escudero desató las hostilidades con un disparo con rosca desde la frontal que se perdió por encima del larguero. Y acto seguido Marcos Barbero botó de forma magistral una falta por encima de la barrera que se estrelló en la cruceta y botó fuera.

La Arandina tenía el duelo bajo control y mantenía a su oponente muy lejos del área. El cuadro maño estaba desaparecido en combate.

En estas circunstancias los ribereños golpearon de nuevo en una buena internada de Ruba por el costado izquierdo, que puso una asistencia de libro al primer palo. Y Rubiato, esta vez sí, ganó la partida a su par y picó el balón pegado al poste.

Los maños movieron el banquillo para meter más pólvora en su delantera. Pero lo que pudo llegar fue la sentencia burgalesa en otro centro de Ruba al que no llegó Rubiato y que Escudero remató desviado.

Los visitantes no arrojaban la toalla, aunque apenas inquietaban a la sobria retaguardia blanquiazul. Y lo que llegó, cuando el Deportivo Aragón quemaba sus naves, fue el tercero, obra del capitán Ruba, que peleó con codicia un balón dividido para plantarse solo ante Sergio y batirle por bajo con frialdad.

tracking