El Correo de Burgos

FÚTBOL / Segunda B

Calma tensa en el Burgos CF

Los dos empates sumados en este inicio de curso dejan a Fernando Estévez en una posición incómoda / El técnico pidió «tranquilidad» tras el último partido, pero en Haro solo vale la victoria

César Traversone (director deportivo) y Franco Caselli (consejero delegado), durante un entrenamiento.-ISRAEL L. MURILLO

César Traversone (director deportivo) y Franco Caselli (consejero delegado), durante un entrenamiento.-ISRAEL L. MURILLO

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Quizá, los dos empates encadenados en el inicio de temporada son, a la larga, buenas noticias para el Burgos CF. Al fin y al cabo, estos resbalones deben servir para contener el efecto negativo de las altas expectativas generadas durante el verano.

El proyecto ha comprendido, a las malas, que se va a encontrar una temporada tan ilusionante como complicada. En fútbol, el dinero no es sinónimo de rendimiento inmediato y tanto el Sanse como el Alavés B dejaron claro al bloque de El Plantío que los ascensos se reparten en mayo de 2020. Hasta entonces, cada encuentro será un examen.

Ese es, precisamente, el mensaje que ha intentado transmitir en las últimas semanas un Fernando Estévez consciente de que se encuentra en una posición incómoda de un día para otro. El técnico local pidió paciencia en la rueda de prensa protagonizada tras el partido frente al Alavés B, pero esos 2 puntos de 6 posibles agotan gran parte del margen de error concedido en esta fase inicial del curso.

Los proyectos necesitan un proceso y así lo recuerda el preparador andaluz. «Esto acaba de empezar y es muy largo. Tranquilidad», insistió. Sin embargo, este Burgos CF asumió desde el primer día la mayor responsabilidad y ello impide a Estévez dar forma a su teoría.

Por ejemplo, el entrenador reconoce que su equipo está «un poco corto» en el aspecto físico y pide un margen de «tres o cuatro semanas» para que pueda ofrecer «su mejor versión». Sin embargo, no dispone de ese tiempo por mucho que la pretemporada fuera «atípica» y para algunos jugadores, «corta».

La presión acompañará cada jornada al conjunto blanquingero, el cual ya dio muestras de precipitación y ansiedad en su estreno como local. El Burgos CF, un club que acumula 12 años de decepciones y sobresaltos, debe soportar ahora la carga propia de la posición que -se supone- ostenta en la categoría y que debe demostrar en el terreno de juego.

La alegría y la confianza que irradiaban los responsables de la SAD desde su llegada a El Plantío ha dado paso a un sensación de calma tensa en el ambiente que solo se olvidará con victorias. El empate ante el Alavés B y las sensaciones ofrecidas en la primera mitad tuvieron como primera consecuencia la reunión mantenida por la cúpula argentina del club al término del encuentro.

Si bien los dirigentes no tomarán decisiones en caliente con solo dos jornadas disputadas, solo un triunfo en Haro este fin de semana devolverá la seguridad perdida.

INDIANO

Mientras tanto, el equipo pasa página tras lo vivido el pasado domingo y comenzará a preparar desde hoy el importante encuentro ante el Haro.

Salvo sorpresa, los blanquinegros contarán con la presencia de Indiano en el centro del campo. El jugador madrileño no llegó a tiempo para competir en el estreno del equipo como local a causa de la lesión muscular sufrida hace 10 días en Zubieta.

Después de trabajar al margen del grupo, Indiano realizó una última prueba durante el fin de semana para apurar sus opciones de entrar en convocatoria. Finalmente, el cuerpo técnico decidió no arriesgar y se espera que vuelva a la normalidad entre hoy y mañana.

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