El Correo de Burgos

RUGBY / División de Honor

El UBU Colina Clinic se rompe en pedazos

Los gualdinegros sufren una dolorosa derrota en el estreno de la temporada / Mermado por la acumulación de ausencias, el conjunto de San Amaro se hunde tras el descanso después de tirar por la borda todo el esfuerzo realizado en la primera parte

Pisapia llega al punto de encuentro con la defensa del Ordizia en el partido disputado ayer en Altamira.-ECB

Pisapia llega al punto de encuentro con la defensa del Ordizia en el partido disputado ayer en Altamira.-ECB

Publicado por
DIEGO ALMENDRES
Burgos

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ORDIZIA  44

UBU COLINA CLINIC  7Ordizia: López, Lasa, Alberdi, Iruarriz, Vázquez, Olasagasti, Leauma, Oier Goia, Lescano, Cruz, Matoto, Aldanondo, Engelbrecht, Korta y Erbina. También jugaron Sadaba, Apikotoa, Txurruka, Álvarez de Eulate, Orbea, Araña, Mujika y Gómez.UBU Colina Clinic: Pisapia, Fuente, Hasse, Matamu, Wagenaar, Sánchez, Guido, Snyman, Herreros, Bianco, Masuyama, López, Molinero, Domínguez y Cronje. También jugaron González, Alonso, Caballero, Sagaga, Ascroft-Leigh, Camarero y Aristemuño.Árbitro: David Joaquín Castro.Tarjetas amarillas: Al local Vázquez (min. 33) por falta reiterada de equipo y al visitante Wagenaar (min. 39) por juego sucio.Tarjetas rojas: No hubo.Tanteo: 3-0, min. 5: golpe de castigo de Cruz; 6-0, min. 10: golpe de castigo de Cruz; 13-0, min. 24: ensayo de Matoto transformado por Cruz; 20-0, min. 41: ensayo de Oier Goia transformado por Cruz; 27-0, min. 44: ensayo de Korta transformado por Cruz; 34-0, min. 53: ensayo de Vázquez transformado por Cruz; 41-0, min. 56: ensayo de Oier Goia que transforma Cruz; 44-0, min. 64: golpe de castigo de Cruz; 44-7, min. 79: ensayo de Masuyama que transforma Bianco.Fue un accidente, uno de los peores días del Aparejadores RC desde que llegó a la División de Honor. El conjunto burgalés vivió un estreno de curso para olvidar, justificado por la acumulación de infortunios sumados en las últimas semanas y por las circunstancias de un partido en el que el Ordizia desquició a un equipo hundido tras el descanso.

La puesta en escena del proyecto fue la peor posible. El bloque de San Amaro sufrió un severo castigo y cede un average directo que, quién sabe, puede ser decisivo al final de temporada. De momento, los burgaleses se lamen las heridas y cruzan los dedos para contar con todas sus piezas en la próxima jornada.

Resulta muy complicado plantarse en Altamira con nueve bajas y competir al máximo nivel, pero es aún más difícil explicar que el equipo de David Martín y Juan González tuvo la oportunidad de cambiar el rumbo de una mañana frustrante.

El UBU Colina Clinic todavía no se puede explicar cómo se fue al descanso con el 13-0. El resultado, tan injusto como real, recordaba a los gualdinegros una lección que debían tener marcada en el subconsciente después de lo vivido en su primera temporada en la elite. La División de Honor no perdona, una teoría que Ordizia aplicó con una contundencia tremenda.

El UBU Colina Clinic hizo muchas cosas bien durante 40 minutos. Fue valiente con el oval, se plantó en campo contrario, acampó por momentos en la 22 guipuzcoana y controló con autoridad el set piece. Entonces, ¿qué paso?

En realidad, nada salió bien. Cronje falló de forma consecutiva y en el mismo punto dos golpes de castigo en una situación inmejorable. Ahí volaron seis puntos valiosos para un conjunto burgalés cuya insistencia no tuvo premio.

La delantera se vació para arañar cada palmo a un rival muy sólido defensa. Una y otra vez, los visitantes formaron sus letales mauls a cinco metros de la línea de marca. Pero no hubo manera. De hecho, el conjunto de David Martín se quedó en dos ocasiones a un milímetro del posado en una primera parte en la que siempre pasó algo que arruinaba el plan.

Un avant, una indisciplina, pérdidas en momentos decisivos... una lástima. Todo el esfuerzo resultó inútil y, para colmo, el Ordizia obtuvo el máximo provecho de tres errores evitables de los castellanos.

Los del Goierri sacaron tajada del único error burgalés en la touche para abrir el marcador en el minuto 4 y poco después, otro golpe en campo propio costó el momentáneo 6-0. El UBU Colina Clinic tenía controlada la situación y, sin embargo, aún quedaba lo peor. Un nuevo golpe infantil, esta vez en una melé a favor en una zona peligrosa, permitió al Ordizia ganar metros y encontrar con paciencia el hueco para alcanzar la línea de marca.

Tres chispazos, 13 puntos en contra para un conjunto castellano obligado a mostrar una mayor contundencia en sus acciones si quería levantar el encuentro.

Pero ayer no era el día del bloque de San Amaro. Los blanquirrojos estaban de dulce y se lanzaron a la yugular castellana siempre que tuvieron opción. De hecho, solo necesitaron 57 segundos para sentenciar el partido en el comienzo de la segunda parte con un posado bajo palos tras un desajuste grosero de la defensa.

El 20-0 era la puntilla. No tanto por la distancia reflejada en el marcador, si no por el efecto del castigo anímico al que estaba sometido un UBU Colina Clinic al que todo le salió al revés. A partir de ese momento el choque se convirtió en un quiero y no puedo del que no podía salir nada bueno.

Los burgaleses estaban fuera del partido y se avecinaba un chaparrón. El equipo se rompió, perdió la disciplina en defensa y eso fue un regalo para un Ordizia que compitió a placer para abrir brecha con otro ensayo sin apenas oposición. Era el 27-0 y todas las alarmas estaban encendidas una vez asumido que el encuentro estaba perdido.

Lo peor de todo es que aún quedaban 35 minutos por delante y la deriva del juego anticipaba una derrota muy dolorosa. Movió el banquillo David Martín en busca de algo de frescura y chispa en una situación que ya era insalvable.

El encuentro ya no se existió como tal y se trataba de salvar los muebles con la mayor entereza posible. Los locales aún prolongaron su festival con dos ensayos más para estirar su ventaja hasta el 41-0, aunque la relajación vasca unida a la entrada de jugadores como Sagaga o Aristemuño fueron argumentos suficientes para poner una tirita en la hemorragia.

El UBU Colina Clinic ansiaba el final de una pesadilla endulzada en la última acción del choque con un posado que evitaba el rosco en el marcador. Ahora solo queda pasar página, recuperarse y preparar el próximo partido con la esperanza de que no haya más contratiempos.

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