El Correo de Burgos

BALONCESTO / ACB

Un gran San Pablo afina la puntería

El conjunto de Joan Peñarroya bombardea el aro del Valencia para sumar una nueva victoria en pretemporada / Los castellanos firman la friolera de 19 aciertos desde el arco con un 63.5% de efectividad / Debut testimonial de Rivero

Ferran Bassas persigue al jugador del Valencia Van Rossom, ayer, en La Fonteta-MIGUEL ÁNGEL POLO / VALENCIA BASKET

Ferran Bassas persigue al jugador del Valencia Van Rossom, ayer, en La Fonteta-MIGUEL ÁNGEL POLO / VALENCIA BASKET

Burgos

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VALENCIA BASKET  81

SAN PABLO BURGOS  90

Valencia Basket: Vives (10), Loyd (10), Doornekamp (11), Ndour (2) y Tobey (10) -quinteto inicial- Abalde (-), Van Rossom (11), Motum (5), Dubljevic (12), San Emeterio (3), Sastre (7).

San Pablo Burgos: Fitipaldo (6), McFadden (19), Tokoto (4), Clark (10) y Huskic (6) -quinteto inicial- Vega (6), Barrera (12), Bassas (13), Benite (6), Salvó (5), Lima (-), Rivero (-), Queeley (3).Árbitros: Calatrava, Caballero y Zamorano. Eliminados: No hubo.

Parciales: 21-21; 36-51 (descanso); 60-64  y 81-90 (final). 

El San Pablo Burgos logró en la tarde de ayer una brillante victoria ante el Valencia Basket. Más allá de las circunstancias propias de un partido en el que los azules vieron el aro como una bañera, el verdadero aspecto positivo es la imagen ofrecida por un equipo aún en fase de construcción pero con las ideas muy claras.

Ese escandaloso 19/31 en triples brilla como el sol. Tan cierto como que vendrán días a lo largo de la temporada en los que el aro eche el cierre. Por eso, lo verdaderamente importante es la capacidad del San Pablo Burgos para conseguir que la gran mayoría de esos lanzamientos se produjeran en situaciones de ventaja y en posiciones muy cómodas. Después, el talento individual se encargó del resto.

Sería preocupante que a estas alturas del curso el equipo de Peñarroya no tuviera un amplio margen de mejora. Para eso están las pretemporadas, máxime en el caso de un proyecto que incorporó hace cuatro días a su última pieza. Precisamente, Benite y Lima tuvieron sus primeros minutos de la preparación y demostraron que su integración será tan natural como inmediata.

Todo fueron buenas noticias para un San Pablo que mostró sus credenciales desde el inicio a pesar de que el rival marcó distancias con el 11-5 de salida. Pronto comenzó a carburar la maquinaria y los taronja comprendieron que no iba a ser un partido sencillo.

Los altos porcentajes de tiro premiaron el esfuerzo de los burgaleses, capaces de aguantar el ritmo impuesto por un adversario de nivel Euroliga. Así, al final del primer cuarto el marcador reflejó un 21-21 positivo para las ambiciones de los castellanos.

La cosa mejoró en un segundo periodo primoroso. Se mantuvo el toma y daca hasta el 33-31 con un Valencia que debía multiplicarse para frenar el acierto anotador visitante.

Y fue en ese momento cuando el San Pablo pegó el estirón. Fueron momentos de un gran baloncesto en los que Huskic se puso las botas dirigiendo las operaciones desde el poste. El cuadro de Peñarroya se mostró muy dinámico y fluido con balón y ni siquiera necesitó buscar las esquinas porque entraba por el centro de la zona como cuchillo en mantequilla.

En ese escenario tan interesante apareció Clark con 8 puntos consecutivos que asentaron un parcial espectacular de 3-20 culminado por McFadden en la última acción. Cómo no, con un triple.

El exterior con pasaporte georgiano se destapó con sus 19 puntos y 5/6 en desde el perímetro. No fue el único, puesto que Barrera se fue hasta un 4/7, Bassas al 3/4 y Fitipaldo a un 2/2.

El festival fue tremendo. El San Pablo tocó techo con la primera canasta del tercer cuarto (36-53) y solo entonces el Valencia mostró las virtudes que se esperan de un equipo de tanta calidad. Los taronjas subieron al máximo su nivel físico en defensa, adelantaron la línea de presión y disfrutaron de canastas fáciles en transición completadas con un par de aciertos desde el arco.

Los locales devolvieron el parcial a un San Pablo que no se descompuso en esos momentos de agobio. El 17-2 de vuelta dejó el marcador en un inquietante 53-55 y Peñarroya entró en acción. Los cambios, un tiempo muerto y la apuesta por tres pequeños en pista tuvo su efecto inmediato.

Fitipaldo, impecable en la dirección y brillante con sus 9 asistencias, se puso al mando del equipo y este comenzó a carburar de nuevo. El balón siempre llegó al punto donde quería llevarlo el San Pablo Burgos y con esa premisa los puntos comenzaron a caer de nuevo como fruta madura.

El Valencia no pudo culminar la remontada y los ayer blancos despegaron de nuevo tras el 60-64. Barrera, McFadden y Vega iniciaron un nueva fase de bombardeo exterior y sus porcentajes permitieron a los visitantes ganar un margen de seguridad decisivo para la suerte del choque.

Con el 72-81 a cinco minutos del final todo estaba bajo control y Peñarroya aprovechó los últimos compases para dar minutos al joven Queeley y a un Jasiel Rivero que se estrenó de forma testimonial.

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