El San Pablo somete a Fuenlabrada

MONTAKIT FUENLABRADA 76

SAN PABLO BURGOS 87

Montakit Fuenlabrada: Rowland (8), Anderson (25), Eyenga (23), Liggins (-) y Mockevicius (10) -cinco inicial-; Bobrov (6), Alonso (2), García (2) y Vidal (-).

San Pablo Burgos: Fitipaldo (5), Tokoto (4), Benite (16), Clark (7) y Huskic (9) -cinco inicial-; Bassas (14), Álex Barrera (8), Lima (6), Javi Vega (6), Salvó (3) y McFadden (9).

Árbitros: García, Perea y Merino.

Parciales: 22-20; 41-50 (descanso); 56-69 y 76-87 (final).

De la mejor forma posible echó a andar el nuevo proyecto deportivo del San Pablo Burgos, que saldó con una victoria su visita a la cancha del Montakit Fuenlabrada (76-87). El combinado azulón sacó a los madrileños de la pista a golpe de triple durante la primera mitad del duelo. Y mantuvo el pistón en ataque durante el tercer cuarto para adquirir una notable ventaja en el marcador que supo administrar con mucha solvencia en el último cuarto del duelo.

Joan Peñarroya se estrenó en el banquillo burgalés con una convincente victoria frente a un rival mermado de efectivos por las lesiones. Los castellanos mostraron un amplio arsenal de recursos ofensivos en el pabellón Fernando Martín. Y obtuvieron una inyección de confianza de cara a su inminente estreno en competición europea.

Sin embargo, en el capítulo negativo hay que reseñar que uno de los efectivos clave en el cuadro del Coliseum, Goran Huskic, apenas dispuso de minutos en la segunda mitad por unas molestias en el tobillo izquierdo. De hecho, salió de la cancha cojeando y con hielo en su articulación. Habrá que esperar a las próximas horas para conocer el alcance de la lesión y saber si puede ayudar al equipo en Kiev.

Buen arranque

Los azulones habían firmado una destacada pretemporada, pero llegaba la hora de la verdad con los puntos en juego. Y no falló el renovado proyecto que ahora dirige Joan Peñarroya.

Bruno Fitipaldo fue el encargado de estrenar con un triple el marcador del partido y de la presente edición de la Liga Endesa. Toda una declaración de intenciones. El arranque del duelo se convirtió en una batalla desde la línea de 6,75. Y la réplica de Montakit fue inmediata, con Eyenga y Anderson como artilleros para poner por vez primera a los madrileños por delante en el electrónico (8-7).

Los azulones tenían problemas para frenar un pura sangre como Eyenga, que anotaba con facilidad tanto desde el perímetro como en penetraciones. 8 puntos suyos permitieron abrir brecha en el luminoso a los anfitriones (15-9).

Fuenlabrada colapsaba la pintura para mantener a raya al San Pablo. Aunque Benite contestó con dos triples que igualaron la contienda en un abrir y cerrar de ojos.

El técnico local solicitó de inmediato un tiempo muerto para frenar la racha burgalesa. Y la jugada le salió redonda a Montakit, que desde la base de una buena defensa, comenzó a anotar relativamente fácil en transiciones (20-15). Una situación que provocó que el preparador del conjunto castellano parara el partido para dar instrucciones a los suyos, a los que exigió redoblar su intensidad en la retaguardia.

McFadden se encargó de reducir la desventaja con un triple (22-20). Ya con la segunda unidad en pista el San Pablo completó la remontada con un nuevo lanzamiento desde el perímetro, en esta ocasión de Javi Vega, que abrió una veda a la que se sumó de inmediato Barrera y que cerró el pívot madrileño desde la esquina.

Sin embargo, los azulones no lograban cerrar la vía de agua en las transiciones y las canastas bajo aro de Mockevicius (28-29).

Pero los de Joan Peñarroya no bajaron el pistón y cambiaron de registro para abrir brecha en el tanteador con las penetraciones de Álex Barrera y McFadden (30-35) merced a un parcial de 8-15.

Pese a la reacción de los madrileños, casi siempre liderada por un entonado Anderson, San Pablo no perdía nunca la cara al partido. Con la defensa cerrada de Montakit siguió martilleando el aro local desde el triple con lanzamientos de Barrera o Clark (34-41).

Pero Fuenlabrada no estaba dispuesto a dejarse comer la tostada ante su afición en el choque que suponía el estreno de la Liga Endesa. Y metió una velocidad más al partido. Anderson, y los rebotes ofensivos de Mockevicius, pusieron a tiro a los madrileños.10/19 en triples

Sin embargo, los castellanos no se dejaron intimidar. En absoluto. Aprovecharon su fiabilidad desde la línea de 6,75 para elevar la renta a los 10 puntos (40-50) con el quinteto inicial en pista.

Sin duda, la clave de la ventaja burgalesa al descanso, fue su acierto exterior, convirtiendo 10 de los 19 lanzamientos intentados desde la línea de triples (con hasta 7 jugadores diferentes encestado en el perímetro).

Fuenlabrada puso toda la carne en el asador tras el paso por los vestuarios, redoblando esfuerzos en defensa, para intentar dar la vuelta al duelo. Pero Benite, muy activo, se encargó de sofocar la reacción de los madrileños (46-54), que comenzaron a hacer daño con los lanzamientos de Marc García.

Pero Huskic cogió por momentos los galones para marcar la pauta en la pintura. Y de inmediato se sumó a la fiesta Clark, que no había tenido hasta el momento mucho protagonismo en el juego interior, para anotar su segundo triple del choque (48-60).

Jota Cuspinera paró el duelo para arengar a los suyos. El técnico de Fuenlabrada solicitaba más concentración a sus pupilos en tareas defensivas.

San Pablo castigaba como un martillo pilón cada fallo de su oponente. Y eso le permitía mantener la renta en el tanteador con bastante solvencia.

Los azulones tenían la presa bien agarrada y no estaban dispuestos a aflojar la presión. Lima y Bassas echaron sal a la herida (50-66) para desesperación del técnico de Montakit.

Los madrileños estaban bloqueados y solo anotaban en las transiciones -con porcentajes casi ridículos en los tiros libres-, lo que daba alas al San Pablo.

Con 13 puntos de ventaja entró el combinado del Coliseum en el último cuarto de la contienda en el Fernando Martín. Todo estaba perfectamente encarrilado. Pero había que rematar la faena.

Anderson se empeñó en recortar la distancia con su buena mano, con el San Pablo mucho más espeso ahora en el aro contrario. Los anfitriones habían incrementado notablemente sus prestaciones en defensa y los azulones habían perdido su eficacia desde el perímetro.

En esa tesitura, y aunque a cuentagotas, los locales se metieron en la pomada (68-75) con el acierto de Anderson. Con Bassas al mando de la nave el San Pablo impuso el ritmo que más le convenía. Además, 8 puntos consecutivos del base catalán, terminaron por matar el choque (70-83).

Viaje a Kiev

Nada más finalizar el encuentro, con la primera victoria de la temporada en el equipaje, la expedición del San Pablo Burgos se desplazó al aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid para coger un avión con destino Kiev (Ucrania).