El San Pablo Burgos falla con el estoque

BC KIEV  83

SAN PABLO BURGOS  86

BC Kiev: Hill (10), Petrov (13), Shepperd (20), Edwin (13), Tishchenko (2) -quinteto inicial- Krutous (4), Pustoznovov (5), Jackson (6), Musiyenko (2), Sandul (8), Zaiets (-).

San Pablo Burgos: Benite (12), Tokoto (9), Bassas (10), Clark (14), Lima (11) -quinteto inicial- Fitipaldo (-), Rivero (2), Vega (8), Barrera (5), Huskic (2), McFadden (10) y Salvò (3).

Árbitros: Cici (Albania), Rutesic (Montenegro) y Sharapa (Bielorrusia).

Eliminados: El local Sandul (min. 38).

Parciales: 23-21; 41-41 (descanso); 56-61 y 83-86 (final).Nada ni nadie arrebatará al San Pablo Burgos el mérito de estrenarse en competición continental con una victoria que quedará para siempre en los libros. El partido de ayer era histórico para el deporte provincial y el conjunto azul logró su propósito, aunque falló con el estoque.

En una tarde llena de altibajos y marcada por el cansancio acumulado tras jugar el martes en Fuenlabrada, el proyecto enseñó sus costuras y evidenció que necesita tiempo para pulir esos detalles aprovechados por un Kiev más rodado y con más chispa.

Los burgaleses se agarraron a la pista en los momentos de duda y pudieron sentenciar la eliminatoria con el 70-84 a falta de 3:30, pero llegó un apagón inoportuno y la suerte de esta eliminatoria previa de la Champions League se decidirá el domingo en el Coliseum.

No necesitaba el cruce esta dosis de emoción extra porque el San Pablo había hecho lo más difícil en un encuentro en el que no acabó de sentirse a gusto, sobre todo en defensa. El Kiev aprovechó cada desajuste y el agujero defensivo de un equipo al que le faltó comunicación y claridad.

En esas arenas movedizas resulta fundamental la presencia de Augusto Lima. El brasileño entendió como nadie el contexto del encuentro y se echó el equipo a la espalda en un comienzo ya irregular.

El conjunto de Peñarroya quiso conectar con la pintura de salida y pronto encontró el favor del tiro exterior para ganar confianza y equilibrio en aro ajeno. El problema, entonces, estaba en la retaguardia.

El Kiev generó mil ventajas con un simple bloqueo directo en cabecera o con el 1x1 de sus bases. El primer movimiento ofensivo de los ucranianos sirvió para romper el esquema de un San Pablo incapaz de generar dos acciones positivas sin balón (11-9).

Lima, a lo suyo, se fajó en la zona para arañar cada canasta y cada rebote ante un rival que siempre encontró la fórmula para anotar con comodidad en situaciones muy fáciles. El Kiev no supo cómo parar al pívot hispano-brasileño, así que optó por el camino del medio.

Los amarillos no dudaron en llevar a Lima a la línea de tiros libres. Una y otra vez, conscientes de la debilidad del interior en esa faceta del juego. Eso sí, el 3/10 no entraba en los planes de nadie y frenó la progresión del San Pablo que seguía despistado en campo propio. Por eso, del 13-18 se pasó a un 23-21 que debía poner en alerta a los del Coliseum.

Las individualidades del equipo amarillo se bastaron para avanzar, bien secundadas por un Petrov que hizo mucho daño tanto cerca como lejos del aro con sus 13 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias.

El parcial del Kiev creció hasta el 14-3 (27-21) y era necesaria una reacción inmediata por parte de un conjunto burgalés que jugó por impulsos. Ni siquiera necesitó el conjunto visitante su mejor versión para cambiar la tendencia del partido y llevarlo de nuevo a un equilibrio del que parecía salir vencedor con el 31-32 a 4:20 del descanso. Lima siguió a lo suyo y su esfuerzo sirvió para llevar el choque al empate a 41 del intermedio.

El representante español tenía 20 minutos por delante para dar con la tecla adecuada. La buena puesta en escena de Benite y Tokoto en el tercer cuarto parecía un buen punto de apoyo para un equipo que quiso imponer un mayor ritmo en el juego.

Los errores y la precipitación marcaron ese ida y vuelta que los ucranianos frenaron con faltas. La iniciativa en el marcador era visitante, pero con ventajas mínimas (43-48). Fue entonces cuando apareció Clark para ser protagonista tanto desde la línea de personal como con un triple liberado con la esperanza de que fuera suficiente para asentar el liderazgo azul.

El BC Kiev tenía otros planes. Suyo fue el mérito de responder de inmediato a cada intento de escapada del San Pablo. Si los azules celebraban un triple, los locales anotaban dos canastas fáciles. Si el Miraflores subía la actividad, los pupilos de un hiperactivo Bagatskis dejaban en evidencia los desajustes entrando como cuchillo en mantequilla por el centro de la zona.

El 56-61 era insuficiente, pero los burgaleses por fin encontraron el momento deseado para abrir brecha en el marcador de la mano de un quinteto inusual con Vega y Rivero como pareja interior.

El ataque fluyó, el trabajo sobre la línea de pase fue efectivo y el triple hizo el resto para premiar a un San Pablo que tenía la eliminatoria en el bolsillo. Vega, con dos tiros desde el arco y una canasta fácil, anotó 8 puntos seguidos para rubricar los buenos momentos de un equipo dinámico y fresco con McFadden y Barrera en las alas.

Mediado el último cuarto la progresión ofensiva era de casi 40 puntos y Barrera firmó la máxima del encuentro con el 70-84. Restaba 3:30 para el final y, de repente, se hizo de noche. Un par de faltas en ataque, una mala decisión y un tiro que no quiso entrar frenaron en seco a un San Pablo que, para colmo, vio cómo el Kiev tuvo premio a su reacción desesperada.

Cada acción individual de los amarillos terminó en canasta y la rotación siempre fue por detrás del balón. El rival tuvo el acierto necesario para firmar un parcial de 13-2 que deja abierta la eliminatoria y ahora es el turno del Coliseum.