Un día para olvidar

BASKET NAVARRA 104

UBU TIZONA  71

Basket Navarra: Yarnoz (2), García (9), Narros (21), Hernández-Sonseca (13) y Thomas (12) -quinteto inicial- Wilson (8), Real (9), Jiménez (17), Gómez (11) y Lafuente (2).UBU Tizona: Fernández (4), Kody (6), Martínez (12), Ruiz de Galarreta (10), Nakidjim (2), -quinteto inicial- Salinas (4), García (3), Román (5), Alonso (16), Carpintero (2) y Sow (7).Árbitros: Checa y García.

Eliminados: El jugador local Wilson.

Parciales: 20-17; 54-29 (descanso); 78-49 y 104-71 (final).Era la oportunidad para reivindicarse en el primer duelo directo de la temporada y el partido se convirtió en una pesadilla. El UBU Tizona siempre fue a remolque del Navarra, se encontró incómodo desde el principio y entró en una espiral de autodestrucción en el segundo cuarto aprovechada por el rival para sentenciar con un parcial global de 39-8 entre el segundo cuarto y el inicio del tercer periodo.

Nada salió bien. Y eso que el cuadro rojillo pareció contagiarse del juego pesado y errático de los visitantes en un primer cuarto sin ritmo. Los locales anduvieron fallos en el tiro exterior y los castellanos no encontraron ni una sola vía fiable en ataque. El bloque de José Luis Cubillo sobrevivió apoyado en las individualidades y en los tiros libres ante un Basket Navarra cada vez más cómodo.

La aportación de los americanos dio otro aire al adversario, aunque el balance de daños era mínimo teniendo en cuenta las circunstancias. Tras el 15-14, los pamploneses vieron cómo el UBU Tizona mantuvo el pulso iniciado el segundo periodo.

La goma no tardó en romperse. Tras el 22-21, los azulones encajaron un parcial de 15-0 que acabó con sus opciones. El Basket Navarra subió al máximo el listón físico y aplicó una defensa muy intensa caracterizada por los contactos al límite y el uso constante de las manos.

El rival recibió el beneplácito de los árbitros y en esa tesitura o igualas el nivel o sales del partido. El UBU Tizona, en esta ocasión, perdió el norte y quedó a merced de un equipo rojo que jugó a placer. Los castellanos acumularon la friolera de 13 pérdidas al descanso, favoreciendo las transiciones de un Basket Navarra desatado en el triple (7/14) e instalado con toda comodidad en el centro de la zona.

En la otra canasta, el UBU Tizona chocó contra un muro y no tuvo la confianza para jugársela desde fuera. Los pésimos porcentajes y las situaciones forzadas fueron la puntilla para los burgaleses, quienes no tenían solución con el 54-29 del intermedio.

Ese parcial de 32-8 mató el encuentro, aunque el UBU Tizona aún dispuso de 20 minutos para recuperar sensaciones en una noche aciaga que aún dio para más con el 7-0 de salida en el tercer cuarto.

 

Solo una vez asentada la diferencia por encima los 30 puntos (61-29) los azulones pudieron contener la hemorragia. El bloque de Cubillo quiso mejorar sus prestaciones en defensa, pero solo facilitó la labor a un rival que siempre encontró la fórmula para anotar.

El intercambio de canastas llevó el choque al 78-49 en el comienzo del último cuarto. Ya quedaba menos para que acabara la tortura y, a pesar del esfuerzo por maquillar el resultado (79-54), los anfitriones nunca levantaron el pie del acelerador y pusieron de nuevo los 30 de ventaja. Cómo no, con un triple (99-69). Hay días que es mejor no levantarse de la cama y, por suerte, pronto llegará un nuevo partido.