El Burgos se juega la vida a una carta ante el Salamanca

Con el margen de error reducido a la mínima expresión regresa el Burgos CF a su batalla particular por encontrar su mejor versión y espantar de una vez por todas los fantasmas que le persiguen desde el arranque del curso. El combinado blanquinegro se ha quedado sin red. Y cualquier tropiezo podría resultar catastrófico para el futuro inmediato de su ambicioso proyecto deportivo.

No se puede permitir un nuevo traspié el cuadro castellano, menos aún ante su decepcionada afición, por lo que deberá saltar con el cuchillo entre los dientes para intentar arrancar al Salamanca UDS (El Plantío, 16,30 horas) su primera victoria de una accidentada campaña.

La acuciante necesidad de un Burgos CF desnortado convierte este envite entre dos de los equipos llamados al comienzo del curso a pelear por los puestos de privilegio de la tabla clasificatoria en una final decisiva para la suerte de los blanquinegros.

Y sobre todo para la de Fernando Estévez, a quien la directiva ha concedido una bola extra tras la sonrojante derrota del domingo que a punto estuvo de costarle el puesto. La continuidad del técnico granadino depende única y exclusivamente del resultado de hoy. Todo lo que no sea ganar le dejará en una posición harto complicada.

El proyecto blanquinegro hace aguas y necesita reinventarse por completo para adaptarse a las específicas necesidades de competición del Grupo II de Segunda B. Y dispone esta tarde -en horario poco habitual por estos lares- de una buena oportunidad para brindar una alegría a su afición frente a un rival que tampoco está dando el nivel esperado.

El cuadro charro, que inició el curso con pretensiones de luchar por el play-off, sumó dos victorias consecutivas en las dos primeras jornadas, pero desde entonces su rendimiento ha decrecido considerablemente y llega a El Plantío herido tras haber caído en sus dos últimos compromisos (donde ha encajado 6 tantos y no ha marcado).

Dos gigantes con pies de barro medirán sus fuerzas en un duelo con mucha tensión en el ambiente. La semana ha sido complicada en el seno del vestuario blanquinegro, que tuvo que digerir como pudo el duro golpe encajado frente a la Cultural y hacer frente al monumental cabreo de sus aficionados y propietarios del club.

Se han sucedido las reuniones con cuerpo técnico y máximos dirigentes en busca de una solución para relanzar el proyecto, hundido actualmente en los puestos de descenso. Y la plantilla no es ajena a las críticas por el pobre rendimiento de muchos de sus efectivos ni a la crítica situación que vive su entrenador.

Por todo ello se han conjurado para resetearse y comenzar de cero en una carrera por recuperar el tiempo perdido. Y todo sobre la base de la imperiosa necesidad de mejora en lo futbolístico y en lo actitudinal, facetas ambas en las que no ha dado la talla el equipo hasta el momento.

Fernando Estévez, plenamente consciente de que se juega su puesto si el Burgos CF no gana a los charros, cree que todo pasa por igualar de una vez por todas en «intensidad» a sus oponentes de turno. «Es algo que no hemos hecho bien y el ejemplo lo vimos en el último partido, donde nos superaron. La afición no lo merece», explica el entrenador de los blanquinegros.

Tras intensas jornadas de reflexión en busca de los errores tácticos cometidos es el momento de pasar a la acción. No valen las excusas. Atrás debe quedar el «ruido» y la «crítica interna» para que se abra paso una ansiada recuperación. «Está claro que sobran las palabras y toca dar un giro de 180 grados», matiza Estévez, quien ha tratado -en la medida de lo posible- de aislar a sus jugadores de todo el clima de tensión que sobrevuela al equipo.

El técnico del Burgos CF tiene que abstraerse de su delicada situación personal para tener la cabeza fría y leer correctamente la contienda que tiene entre manos. «Jugamos en casa y debemos transmitirlo. El Salamanca es un rival diseñado para estar en puestos en play off y tampoco está en buena dinámica. Pero tenemos que centrarnos en nosotros. Queremos ofrecer una buena versión, una cara diferente y superar en intensidad al rival».

Tanto plantilla como cuerpo técnico confían en el hecho que de la afición no de la espalda al equipo en un momento tan complicado y esperan que hoy sea el jugador número 12 en El Plantío.