El Coliseum se presenta ante Europa

BURGOS

Sabe que la situación podría ser aún más favorable después de perder una ventaja de 14 puntos, pero el San Pablo Burgos encara su estreno europeo como local con toda la ilusión y la confianza del mundo. El conjunto azul, quien podrá contar con un Huskic mermado por un esguince de tobillo, quiere estar en la fase regular de la Champions League y para ello debe hacer buena la renta de tres puntos lograda el jueves en la cancha del BC Kiev.

El Coliseum -19,00 horas- disfrutará de otra fecha que quedará para siempre en el recuerdo, pero ni el proyecto ni la afición se conforman con vivir esta gran experiencia de manera puntual. El objetivo es lograr la clasificación y el bloque de Joan Peñarroya se siente preparado para conseguirla.

«El equipo está bien», resume el entrenador catalán, quien considera con normal el esfuerzo acumulado en un estreno de curso plagado de compromisos de la máxima exigencia. «Es una parte de nuestro camino y de nuestro trabajo», resume. De hecho, cuantas más veces se repitan este tipo de situaciones, mejor para el club y sus seguidores. «Queremos que vengan más semanas de viajar, de dormir mal y de mucho trasiego», indica.

Por eso, aunque el vestuario llegó a Burgos «un pelín cansado» de Kiev, Peñarroya se muestra convencido de que la respuesta del equipo en la tarde de hoy será positiva. «El aspecto físico no será un inconveniente para hacer el mejor partido posible», subraya.

Asimilada esta circunstancia, Peñarroya pone el foco en buscar soluciones para contrarrestar las virtudes de un rival que llevó la iniciativa táctica en el partido de ida. «Nos puso en problemas con una defensa diferente a lo que estamos acostumbrados, con cambios constantes desde el primer movimiento del ataque. Les daba igual que quedara su base con nuestro pívot a los tres segundos de la posesión y eso hizo que nos adormeciéramos», analiza.

El San Pablo Burgos perdió por momentos «fluidez y ritmo», inconvenientes sorteados con la calidad de los jugadores y las respuestas ofrecidas desde el banquillo. Fue una tarde incómoda y, al final, todo salió bien para afrontar la vuelta en unas circunstancias favorables.

«Tal y como fue el partido el resultado no es malo». Ese es el resumen del técnico de un equipo local dispuesto a hacerse con el control de la eliminatoria. «Si no jugamos a nuestro nivel nos pondrán en problemas», advierte el catalán, quien destaca la «capacidad de respuesta» de los ucranianos en los momentos de flaqueza de su equipo.

Quizá no sea el conjunto más completo del torneo, pero el BC Kiev sí es muy peligroso. «Estábamos muy avisados», recalca un Peñarroya consciente de que la suerte del cruce está en las manos del San Pablo. «Debemos jugar mejor y lo haremos», indica.

«Es un partido atípico, de 80 minutos, y hemos llegado al descanso tres puntos arriba», analiza antes de otorgar al Coliseum un papel clave en una tarde de muchas emociones. Por ello, resulta fundamental mantener el equilibrio. «Es nuestro primer partido y tenemos mucha ilusión», apunta el técnico.

El apoyo incondicional de la grada siempre es un punto a favor, pero el entrenador trabaja en las horas previas para que el equipo sepa «gestionar» esas emociones fuertes. «Aquí hay gente que solo ha oído hablar del ambiente del Coliseum», señala, ocupado en trabajar el «estado anímico» del vestuario.