Jugar, jugar y volver a jugar

BURGOS

El San Pablo Burgos ya ha cumplido su primer gran objetivo de la temporada con su clasificación para la fase de grupos de la Champions League. Esta apuesta, ilusionante para el club y la afición, exigirá un sobresfuerzo a una plantilla preparada para afrontar este desafío.

El conjunto azul tiene garantizada la disputa de 50 partidos oficiales en el presente curso (34 de liga y 16 de Champions), la cifra más alta de los últimos años y que aún puede ser mayor si los pupilos de Joan Peñarroya acceden a las fases eliminatorias de los respectivos torneos (octavos de Champions, play off de Liga o Copa del Rey).

El CB Miraflores se prepara para una exigencia sin precedentes recientes, un reto que aceptan con agrado tanto los dirigentes como una plantilla ambiciosa y segura del plan a seguir.

Puede que el equipo castellano no tenga experiencia alguna en torneos continentales, pero muchos de sus jugadores conocen al dedillo los secretos de un torneo como la Champions. Ese es el caso de Bruno Fitipaldo y Vitor Benite, confiados en el éxito de la misión.

«Lo más importante es estar preparado», zanja el brasileño. El San Pablo Burgos cambiará su rutina habitual debido a la acumulación de encuentros oficiales y ello conllevará un desgaste físico mental. «No habrá tiempo para entrenar entre partidos y, además, tendremos que descansar y recuperarnos lo más rápido posible», explica.

El ajetreo será constante. Después de una primera semana de competición con tres compromisos, el San Pablo trabaja ahora para llegar en las mejores condiciones a la doble jornada liguera que le enfrentará al Manresa y al Joventut en apenas 72 horas. «A los jugadores nos encanta jugar y a mí, personalmente, me viene bien disputar dos partidos por semana porque si tengo un mal día pronto vendrá otra oportunidad», apunta.

Las cosas «irán muy rápidas» a lo largo de la temporada y el combinado castellano está obligado a mantener un alto nivel de concentración cada día, sin tregua.

Eso sí, para los profesionales resulta «más duro» adaptarse a disputar un encuentro cada semana. «Si pierdes dos seguidos tienes mucho tiempo para dar vueltas a la cabeza y eso no es bueno», analiza Benite.

El brasileño representa la «ilusión de todos» en una temporada histórica y asume que a los jugadores les toca «trabajar y pensar solo en el partido a partido». «No podemos ir más lejos. Veremos dónde nos pone el trabajo de cada entrenamiento y el nivel de juego de cada partido», concluye.

Su compañero Bruno Fitipaldo mantiene idéntica postura. El «entusiasmo» será la gasolina de un equipo que hará un «esfuerzo extra» con la ayuda de cada jugador en pista. «El plantel es muy competitivo y largo», valora el uruguayo, quien pone el acento en «ajustarse mentalmente» para superar las adversidades. «Tendremos menos tiempo para todo, pero estamos capacitados», subraya.

Este curso será diferente en el Coliseum. «Es momento de jugar, más que de entrenar», indica el internacional. «Hay que estar concentrados y todos los jugadores podemos aportar para encontrar la regularidad lo antes posible», explica, consciente de que la Champions es una gran oportunidad y la liga, una obligación. «Sabemos lo importante que es la ACB y la ilusión que hay por jugar en Europa. Por eso, para nosotros todos los partidos son una final desde el primer día», asume el director de juego.