El San Pablo se pone en órbita

Increíble pero cierto. El San Pablo Burgos hizo una nueva muesca en su revólver en la cancha de Joventut (74-82) que le permite firmar un histórico arranque liguero. Tres victorias en otros tantos partidos sitúan a los azulones al frente de la tabla clasificatoria de la ACB -empatados con el Real Madrid y a la espera de conocer lo que hace hoy el Barça-.

El cuadro del Coliseum firmó un primoroso último cuarto en el que enjugó la notable desventaja con la que arrancó el tramo decisivo de la contienda. Tiró de oficio y su notable arsenal de recursos ofensivos para imponer su ley frente a un Joventut muy mermado por las bajas.

Los azulones tenían por delante una buena oportunidad de seguir engrosando su zurrón particular frente a un rival que afrontaba la contienda con la ausencia de varios de sus jugadores (Dawson, Morgan o López-Aróstegui) y en un momento bajo de moral por los resultados cosechados en el arranque de la temporada, tanto en la Liga Endesa como en su debut en la Eurocup. Y bien que lo aprovecharon.

Pese a que fue Joventut quien inauguró el electrónico muy pronto tomaron la delantera en el tanteador los castellanos, que respondieron de inmediato a la bandeja inicial de Ventura con una canasta interior de Lima y un triple de Clark (2-5).

Los de Joan Peñarroya estiraron su ventaja merced a su acierto exterior, con Bassas y Clark como estiletes. Pero la Penya incrementó la intensidad en la retaguardia para intentar frenar la vía de agua. Y se encomendaba a Prepelic y Omic en campo contrario.

Cuando parecía que los catalanes tomaban la medida al San Pablo los burgaleses apretaron de nuevo el pie en el acelerador (9-19) poniendo de manifiesto su amplio arsenal de recursos desde el exterior.

Dos triples de Bassas y McFadden -que volvía a la que fue su casa el año pasado- obligaron al técnico de Joventut a parar el partido para dar instrucciones a sus pupilos. La lectura de cartilla funcionó al preparador de los verdinegros, que comenzaron a recortar diferencias, aunque a cuentagotas (17-21), cuando los burgaleses ya actuaban con su segunda unidad en pista -con Tokoto disputando muy pocos minutos porque se cargó muy pronto de personales-.

Joventut reaccionó cuando peor pintaban las cosas. Con dos bases en pista los catalanes consiguieron dotar de mayor control a sus acciones ofensivas. Un triple de Dimitrjevic puso a tiro de piedra a Joventut (22-23), aunque de inmediato encontró la réplica en las filas azulonas por parte de Benite.

Pero San Pablo tenía ahora muchos problemas para superar la defensa de ayudas que planteaba la Penya. Los anfitriones dieron la vuelta a la tortilla con un parcial de 13-4 que devolvió la igualdad al electrónico, entre otras cosas debido al pobre porcentaje de acierto en lanzamientos de 2 puntos del Miraflores. Omic fue el encargado de completar la remontada (27-25), con un San Pablo completamente atascado en la pintura, donde solo Lima aportaba puntos al juego interior.

Joan Peñarroya se desesperaba en el banquillo, pero sus pupilos no daban con la tecla para penetrar en la tela de araña que había planteado Carles Durán. Los azulones carecían de chispa y solo McFadden parecía tener recursos para impedir que los de Badalona se marcharan en el tanteador (34-32).

Afortunadamente Clark y Lima dieron un paso adelante para que los castellanos pudieran agarrarse al partido. Dos tiros libres convertidos por el pívot americano permitieron a los del Coliseum retirarse al descanso con una ventaja mínima en el luminoso (37-38).

Peñarroya leyó la cartilla a sus pupilos en los vestuarios y saltaron a la cancha cargando el juego en la pintura, con Clark y Lima, ahora mucho más participativos, como ejecutores. Aunque un 2+1 de Prepelic, al que se sumó una técnica al técnico del San Pablo, permitió al Joventut tomar la iniciativa en el luminoso (43-42).

Los castellanos se encomendaban al poderío de Lima en la pintura para que los locales no abrieran brecha. Con el duelo completamente igualado Prepelic cometió la cuarta falta y el esloveno, referente ofensivo de Joventut, se tuvo que ir al banquillo.

Pero los del Coliseum se dejaron muchos puntos desde la línea de tiros libres, lo que les impedía tomar la delantera.

Con Fitipaldo en la sala de máquinas el San Pablo tenía más problemas para atacar a la defensa verdinegra. En esta tesitura los barceloneses estiraron su renta hasta los 7 puntos (61-54).

Los catalanes fueron netamente superiores en el tercer cuarto. Por lo que el San Pablo tenía que quemar todas las naves en los últimos 10 minutos de juego, donde tenían que enjugar una desventaja de 8 puntos.

Clark fue el encargado de meter al San Pablo en la pomada con casi 8 minutos por delante (63-61). Lo más difícil estaba hecho.

El duelo se convirtió por momentos en un correcalles. Huskic empató el duelo a 63. Y de inmediato Clark puso de nuevo por delante en el marcador a los burgaleses desde la línea de 4,60.

McFadden y Clark salieron al rescate de los suyos (65-70) en el momento decisivo. El escolta americano asumió todo el protagonismo para acercar a los azulones a la victoria. Los castellanos trataron de cerrar el duelo, sin acierto, desde el perímetro. Pero fueron los locales quienes se metieron de lleno en la pelea en el último minuto (74-75).

En el momento clave Lima, muy desacertado hasta el momento en los tiros libres, convirtió dos seguidos (74-77). Tampoco tembló la mano a Benite acto seguido desde los 4,60 para dar la puntilla.