Ayuntamiento y Mondo buscan soluciones al problema del reloj

BURGOS

La cuarta victoria consecutiva del San Pablo Burgos en el campeonato liguero estuvo marcada por la avería de uno de los cubos de posesión a falta de 2:08 para el final del tercer cuarto del partido que enfrentó a los azules con el UCAM Murcia. Afortunadamente, el partido se reanudó y el conjunto dirigido por Joan Peñarroya mantuvo la concentración para conseguir su objetivo.

Fueron 45 largos minutos de tensión para los operarios municipales y para el personal del club, mientras que los equipos y la grada se tomaron esta incidencia con filosofía. «Nos apremiaban por todos lados», recuerda Albano Martínez.

El gerente y director deportivo del CB Miraflores mantuvo la compostura en una situación complicada y, pasadas unas horas, no duda en mostrar su agradecimiento a todas las personas implicadas en la solución. «Se actuó lo mejor posible», señala.

«Fueron momentos de mucha tensión y quiero dar las gracias a los empleados del Servicio de Deportes del Ayuntamiento de Burgos porque pusieron todos los medios para resolver el problema», indica Albano.

Mientras tanto, la grada también puso de su parte para amenizar la larga espera. «Gracias a toda la gente porque se lo tomaron bien. En estos casos los aficionados pueden impacientarse, pero se acabaron divirtiendo gracias a las peñas y a la intervención del speaker con la música», comenta aliviado.

Finalmente, uno de los operarios municipales se desplazó al polideportivo José Luis Talamillo en busca de dos relojes de suelo. Esta solución de urgencia permitió que el juego se reanudara y ahora el club se mantiene a la espera de los pasos a dar por la ACB.

La redacción del acta completada por Peruga, García Ortiz y Sánchez Mohedas se limita a exponer los hechos, sin entrar en otras valoraciones. Esta circunstancia puede ayudar a un San Pablo Burgos tranquilo y a la expectativa. «Una vez finalizada la jornada recopilan todas las incidencias del fin de semana y en cada caso deciden si se abre expediente o si se traslada lo ocurrido al Juez Único», explica Albano.

El conjunto local espera una multa económica en el peor de los escenarios. Mientras tanto, el club lamenta la sucesión de circunstancias inoportunas que impidieron resolver con más celeridad esta situación inusual. Y es que antes del partido del sábado se sustituyó uno de los relojes de canasta y el Coliseum se quedó sin recambios.

El Ayuntamiento de Burgos inició el mismo sábado por la noche los contactos con la empresa encargada tanto del material como de su mantenimiento. Representantes municipales, quienes trabajaron ayer por la mañana en el Coliseum, evalúan con Mondo si es mejor reparar los elementos averiados o enviar de inmediato a Burgos dos cubos nuevos.

El tiempo apremia, puesto que el San Pablo volverá a jugar en casa este miércoles en el primer partido de la fase de grupos de la Champions League. En apenas 48 horas los azules se enfrentarán al Antwerp belga y para entonces este problema técnico debe estar resuelto.