El Correo de Burgos

FUTBOL Segunda División

Triunfo en La Romareda para salir de la zona de descenso

El Mirandés vence al Real Zaragoza en un encuentro en el que la escuadra rojilla gozó de numerosas ocasiones, aunque le faltó puntería / Marcos André y Álvaro Peña fueron los goleadores

Antonio Sánchez, uno de los destacados ayer, protege el balón ante el ex rojillo Eguaras.-LALIGA

Antonio Sánchez, uno de los destacados ayer, protege el balón ante el ex rojillo Eguaras.-LALIGA

Burgos

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REAL ZARAGOZA: 1

CD MIRANDÉS: 2Árbitro: Trujillo Suárez. Mostró cartulina amarilla a los locales Luis Suárez y Linares, así como al visitante Marcos André.

Goles: 0-1, min. 22: Marcos André. 0-2, min. 61: Álvaro Peña. 1-2, min. 74:SoroReal Zaragoza: Cristian Álvarez,Soro, Igbekeme (Javi Ros, min. 70), Raúl Guti, Eguaras, Nieto,Atienza,Demás (Papu, min. 46), Kagawa (Linares, min. 70), Luis Suárez y Clemente.

CD Mirandés: Limones, KIjera,Sergio, Odei, Álvaro Peña (Álvaro Rey, min. 66),Merquelanz (Franquesa, min. 83), Malsa, Alexander González, Marcos André (Matheus, min. 93), Guridi y AntonioSánchez.El CD Mirandés logró en la noche de ayer un triunfo de prestigio.Se impuso con justicia en La Romareda en un partido en el que le tocó sufrir en los minutos finales. Los rojillos tuvieron ocasiones suficientes como para haber afrontado el tramo final con una amplia ventaja, pero la puntería fue lo único que les faltó a los de Andoni Iraola ayer.

Durante varias fases del choque el conjunto Anduva se mostró superior a su oponente. Hizo una sobresaliente primera media hora de juego y a nada que Marcos André hubiera tenido el punto de mira calibrado el resultado hubiera sido otro más abultado.

La de ayer es la segunda victoria consecutiva para un Mirandés que sale de los puestos de descenso. Escala posiciones en la tabla y se coloca en la decimoquinta posición. El cuadro burgalés va dando pasos hacia adelante y en Zaragoza fue capaz de someter durante muchos minutos a un equipo que luchaba por alcanzar la segunda posición de la tabla y meterse en el ascenso directo.

El comienzo del CD Mirandés fue excelente. La escuadra burgalesa se hizo de inmediato con las riendas del choque y solo le costó tres minutos crear la primera ocasión de verdadero peligro. Fue en una jugada de estrategia que botó Merquelanz, Odei tocó en el segundo palo y Guridi, con todo a favor y con el portero en la línea de gol, no fue capaz de fusilar la portería zaragocista.

Los de Andoni Iraola mandaban y su oponente era un juguete roto en sus manos. Así las cosas, a nadie le extraño que Guridi en el minuto 8 tuviera otra buena ocasión en la que el guipuzcoano tampoco acertó.

La batuta la llevaba AntonioSánchez y Marcos André se convirtió en una pesadilla para la defensa maña. Kijera fue el protagonista en la siguiente acción.El capitán llegó por banda izquierda y puso un buen balón en el área, aunque el delantero brasileño no fue capaz de llegar al remate.

El Mirandés era mejor que su adversario. Era superior en la medular, lo que era suficiente para marcar el paso y sacar los colores a un Real Zaragoza que no acertaba a contestar. El gol de los rojillos parecía inevitable y llegó finalmente en el minuto 22.

Tras una buena jugada entre Antonio Sánchez y Merquelanz, Marcos André encontró la recompensa del gol después de haber gozado de un buen número de ocasiones. Antes había tenía otra gran oportunidad solo ante Álvarez, aunque en esta ocasión el delantero brasileño no perdonó.

Llegaba el primero de la noche y el guión no cambió un ápice. El Mirandés seguía creando peligro y la portería maña estaba continuamente amenazada.Marcos André estaba en la mayor parte de las acciones y tuvo el segundo en el 26, pero no alcanzó el buen envío de Antonio Sánchez, omnipresente también en el choque.

AL LARGUERO

El torrente ofensivo mirandesista continuaba y en la enésima oportunidad de los visitantes el balón se fue al larguero cuando el guardameta del Real Zaragoza estaba batido. Otra vez fue Antonio Sánchez el que creó la jugada y Marcos Andrés el que la finalizó. En esta ocasión la madera evitó que el conjunto castellano aumentara su ventaja.

En el último cuarto de hora del primer tiempo el Real Zaragoza dio un paso adelante y pisó con mayor frecuencia los dominios de Limones. Los maños tomaron el control, aunque el Mirandés no sufrió en exceso. La única ocasión reseñable de los de La Romareda llegó en el 40 en una jugada de Luis Suárez. Su disparo tocó en Odei y estuvo cerca de entrar en la portería.

El paso por los vestuarios le sentó bien al Zaragoza. Víctor Fernández movió el banquillo y los suyos tomaron las riendas del encuentro. La posesión era para los aragoneses, a los que les faltaban ideas en los metros finales.El partido había cambiado, aunque la escuadra rojilla no sufría y buscaba una contra que le diera mayor margen en el marcador.

EL SEGUNDO

Ese contragolpe llegó en el minuto 61. Merquelanz y Guridi combinaron a la perfección para dejar un gran balón a Álvaro Peña en la frontal.El vizcaíno se sacó un ajustado disparo con la derecha que se coló en la meta de Cristian Álvarez. El choque se ponían aún más a favor de los de Iraola. La Romareda se quejaba y exigía a los suyos, mientras el conjunto castellano tuvo incluso opciones de hacer el tercero.

Sin embargo, el partido cambió y lo hizo para mal. El Real Zaragoza no tenía nada que perder y su entrenador metió en el campo toda la pólvora que tenía en el banquillo. El conjunto local comenzó a crear más peligro y redujo distancias en el 74 gracias a un excelente cabezazo de Soro.

Comenzaba un nuevo encuentro y es que el Real Zaragoza se había convencido de que tenía opciones de conseguir un resultado positivo. Surgieron las primeras dudas en el Mirandés, al que le tocó apretar los dientes. Los rojillos tiraron de oficio para que el choque se calmara, para frenar a su oponente. Supieron capear los peores minutos y se llegó al tramo final con un Real Zaragoza volcado en el ataque y un conjunto burgalés manteniendo el orden y buscando una transición que finiquitara el choque.

Llegó la hora de contemporizar de dejar que el tiempo pasara y la habilidad en el uno contra uno de Álvaro Rey se convirtió en una de las mejores armas del Mirandés para mantener el balón alejado de su área. El Real Zaragoza lo intentó, pero no halló la recompensa.

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