Con la Copa en el horizonte

BURGOS

El San Pablo Burgos inicia en la tarde de hoy frente al Unicaja la fase más dura de la primera vuelta. El partido ante el conjunto verde (Coliseum, 18,00 horas) es un escollo difícil de superar para un equipo azul consciente de la importancia de una nueva victoria en su trayectoria.

No en vano, los locales aventajarían al potente club andaluz en dos partidos en la carrera que conduce a la fase final de la Copa del Rey con seis jornadas por disputar. El séptimo éxito del curso alimentaría la ilusión del proyecto, pero Joan Peñarroya se mantiene en su papel y no hará «las cuentas de la lechera» antes de tiempo. La exigencia de la ACB, la igualdad reinante y la esperada reacción de equipos como el Baskonia o el Valencia apretarán aún más esta lucha.

«No me atrevo a decir que nueve victorias garantizarán jugar la Copa y alguno se quedará fuera. Ya veremos», zanja, para devolver toda la atención al encuentro de hoy. «Es importante porque es el siguiente, porque jugamos en casa, porque jugamos ante un buen rival y porque tenemos ganas de seguir mejorando», explica.

Los anfitriones llegan a esta cita con confianza después de superar en liga al Betis y al Estudiantes. Tras el partido de hoy esperan Madrid, Bilbao, Baskonia, Gran Canaria y Barcelona, un final de vuelta terrorífico del que puede obtener un gran rendimiento. Los azules mantendrán la baja del lesionado Goran Huskic y el técnico no ha desvelado quién se queda fuera de la convocatoria, aunque contará con la participación de Oliver Stevic. «Le veo bien», zanja Peñarroya. «Lo conozco bien y nos ayudará desde ya. Lo veo en el día a día», añade.

Toda aportación será bienvenida en un encuentro complicado ante un rival «muy bueno desde el punto de vista atlético, con jugadores muy poderosos y con la calidad de algunos como Adams, Fernández, Thompson, Toupane, Gerun o Waczynski».

«Es un equipo de nivel construirlo para hacerlo bien en ACB e intentar llegar a la final de la Eurocup para volver en la Euroliga», apunta. Por todo ello, jugar ante Unicaja será una «motivación para todos» en una semana distinta por el pequeño paréntesis disfrutado en la Champions. «Estar tranquilitos en casa se agradece tanto en el aspecto físico como en el mental, si bien rompe el ritmo habitual. Lo notamos al principio de la semana, pero ya veo a la plantilla más metida», matiza.

El Unicaja, por su parte, llega a este partido con la necesidad de sumar victorias tras un inicio irregular. «Me gustaría dar mérito a lo que hacemos nosotros. Es una liga difícil y más para lo que compaginan dos competiciones. La prueba está en la clasificación, aunque no le daría más importancia porque estos equipos estarán en mejores posiciones», aclara Peñarroya, quien advierte de la capacidad de Jaime Fernández para dar el máximo a pesar de los problemas físicos que arrastra.