El Correo de Burgos

BALONCESTO / Champions League

El San Pablo se quita un problema de encima

Los morados logran un triunfo muy importante tras salvar una noche incómoda / La defensa en la pintura y la inspiración de Rivero marcaron el camino

Rivero supera la defensa del jugador del Antwerp Fall, ayer, en el Lotto Arena.-FIBA

Rivero supera la defensa del jugador del Antwerp Fall, ayer, en el Lotto Arena.-FIBA

Burgos

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ANTWERP  60

SAN PABLO BURGOS  65Antwerp: Klassen (15), Vanwijn (19), Kesteloot (6), Dudzinski (4), Rupnik (11) -quinteto inicial- Van den Eynde (-), Bleijenbergh (-), De Ridder (-), Rogiers (-), Fall (3), Donkor (2). San Pablo Burgos: Tokoto (6), Clark (7), Barrera (6), Lima (2) -quinteto inicial- McFadden (11), Rivero (15), Fitipaldo (6), Salvó (3), Stevic (3).Árbitros: Zapolski (POL), Salins (LAT)  y Manos (GRE). 

Eliminados: No hubo. 

Parciales: 9-14; 22-28 (descanso); 42-46; 60-65 (final). Hay días en los que el juego fluye como un torrente imparable. A lo largo de la temporada también hay partidos en los que el acierto tapa los posibles defectos mostrados y, en ocasiones, ocurren cosas como las vividas ayer en el partido entre el Antwerp y el San Pablo. Belgas y burgaleses protagonizaron un carrusel de errores y desaciertos del que salió vencedor el cuadro dirigido por Joan Peñarroya.

Todas las victorias cuentan y las logradas en noches tan extrañas dejan un regusto muy dulce. No era fácil plantarse en Amberes 48 horas después de medirse al Real Madrid, con dos bajas de peso como son las de Benite y Huskic, y adaptarse a un partido trabado y feo. El CB Miraflores se quitó un problema de encima y ya suma cinco victorias para dar un paso importante en sus aspiraciones de clasificación.

Los visitantes cerraron las vías de anotación al Antwerp, que solo encontró alivio desde el tiro de tres para agarrarse a un encuentro que pudo ganar al reaccionar en el tramo final. El San Pablo, una vez más, falló con el estoque y jugó uno de sus peores partidos en ataque. La energía y protagonismo ofensivo de Rivero fueron clave y y el cubano reclama una vez más su sitio sin importar el estado de su pasaporte.

Al final todo salió bien en una noche oscura. Ya resulta complicado llegar al descanso por delante cuando se firma un 31% de acierto en tiros de campo. Máxime si el rival captura 17 rebotes ofensivos en 20 minutos y si la estadística refleja 9 pérdidas acumuladas. Sin embargo, el San Pablo se las ingenió para llevar la delantera en el marcador con ventajas que alcanzaron los 11 puntos al filo del descanso. En la segunda parte poco o nada cambió para un equipo apoyado en el equilibrio del juego interior y en el mencionado Rivero.

Pareció que ambos equipos se contagiaron. Los números del Antwerp fueron un poco más allá, con un escalofriante 22% en los lanzamientos a canasta y 4/12 en tiros libres al más puro estilo burgalés solo en la primera mitad.

En este escenario, el CB Miraflores sacó el máximo provecho al esfuerzo defensivo en la zona y a sus contados momentos de lucidez. Los ayer morados colapsaron la pintura y el rival chocó una y otra vez contra la maraña de brazos del equipo visitante.

Controlada la situación en defensa, el problema estaba en ataque. Peñarroya exigió ritmo a los suyos, pero resulta muy complicado correr la pista si el adversario controla el rebote ofensivo.

El San Pablo protagonizó ataques estáticos muy espesos, sin fluidez. Los burgaleses también gozaron de segundas y terceras opciones y, al igual que le ocurriera al Antwerp, los intentos murieron en el aro.

McFadden aprovechó los últimos coletazos de la chispa mostrada en Madrid para situar a los morados con un botín tan jugoso como exagerado viendo sus méritos con balón (5-13). El Antwerp era incapaz de anotar y solo un acierto exterior sobre la bocina maquilló un cuarto inaugural tremendo (9-14).

Los burgaleses tuvieron más momentos de lucidez que los belgas, como ocurrió en el comienzo del segundo cuarto. Por fin, los de Peñarroya pudieron correr y un triple de Salvó fijó una diferencia asentada por encima de los 10 puntos gracias a un Clark de nuevo intermitente. El 17-28 era oro visto lo visto y un arreón amarillo cambió la situación.

El conjunto de Amberes aceleró en el tramo final del segundo periodo y tras el descanso se apoyó en el perímetro para sobrevivir a una mala noche. Los locales sumaron seis aciertos desde el arco y solo una canasta de dos en todo el tercer cuarto para, incluso, ponerse por delante durante un instante con el 42-41.

Eso sí, entre Fitipaldo y Rivero gestionaron la situación para devolver la delantera y la tranquilidad a un San Pablo aferrado al cubano con las dos manos como única fuente de anotación fiable. Solo los tiros libres frenaron al ‘14’, como al resto de un equipo que volvió a fallar en esa faceta.

El desenlace pudo ser más tranquilo de haber respondido con contundencia desde el 4.60, pero 14/23 volvió a castigar a los morados. Un acierto exterior de Barrera completó el esfuerzo y, de nuevo, los burgaleses estaban en disposición de cerrar el partido con la máxima ventaja de la noche.

A pesar de todo, el bloque de Peñarroya mandaba por 46-58 a 5:25 del final, aunque los triples de Vanwijn dieron alas a un rival que tuvo la oportunidad de llevarse el choque tras situarse con el 58-60 con un parcial de 12-2.

Los anfitriones dispusieron de dos opciones para culminar la remontada, pero dos tiros libres de McFadden y un decisivo acierto exterior de Bassas desde la esquina cerraron el partido con un 60-65 favorecido por la extraña apuesta de un Antwerp que optó por no llevar a los burgaleses a la personal.

Salvada la jornada, los pupilos de Joan Peñarroya ya son terceros de un grupo que comienza a aclararse a falta de seis jornadas. Próxima estación: Polonia.

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