La marea azul conquista Vitoria y vive una gran fiesta

BURGOS

No cabe duda de que cada uno hace en su casa aquello que considera más oportuno. El mismo derecho tenía el Madrid de dificultar en su día la concentración de seguidores burgaleses como el Baskonia de aprovechar la visita del San Pablo para organizar una fiesta para los más de 2.000 seguidores reunidos en Vitoria para vivir el partido disputado en la tarde-noche de ayer.

Todas las formas de vivir y entender el deporte profesional son legítimas y el CB Miraflores no ha dudado en agradecer al Baskonia la hospitalidad brindada para que sus aficionados disfrutaran al máximo de su paso por la capital alavesa.

Como ya es tradición, el equipo azulgrana cedió las dependencias de su ciudad deportiva (el BAKH) para instalar allí una fan zone amenizada con música y compartida por seguidores locales y visitantes. La organización también habilitó un espacio entre dos torres del Buesa Arena y todo salió a la perfección.

Borja Junco, gerente del BAKH e impulsor de una actividad ya tradicional desde que el San Pablo Burgos llegara a la liga ACB hace tres temporadas, destaca el ambiente «espectacular» registrado ya desde las horas previa al encuentro.

Tanto él como el director de operaciones de la ciudad deportiva baskonista, el también burgalés Sergio Delgado, apuestan por una actividad que en esta ocasión tuvo un toque navideño con la presencia del Olentzero y Mari Domingi, dos personajes de gran tradición en la cultura vasca que hicieron las delicias de los más pequeños.

«Ha ido mejor de lo previsto», celebra un Borja Junco que destacó el «comportamiento ejemplar» de dos de las mejores aficiones de la liga ACB.