«Aspiro a llegar al Top 300 en 2020»

En apenas unos días concluye su etapa como jugador junior. E iniciará una nueva aventura en el tenis profesional. Nicolás Álvarez Varona tiene depositadas grandes esperanzas en 2020, un año en el que se ha marcado como objetivo escalar hasta el Top 300 del ranking ATP como primer paso para consolidarse en el circuito mundial.

Pregunta.-Acaba de finalizar la temporada 2019, la última de su etapa junior ¿Qué balance hace del año?

Respuesta.-Acabé 2018 como el 18 del mundo junior y en enero, con el pase de categoría de los nacidos en 2000, empecé el décimo. Mi mejor posición la alcancé en febrero, donde ascendí al séptimo puesto. Luego no he sumado porque no he jugado torneos junior desde agosto.

P.-Sus expectativas eran muy altas. ¿Está satisfecho con lo logrado?

R.-Ha sido un año con altibajos. Empecé bastante bien en el Open de Australia y en la gira por Brasil, que fue la que me permitió alcanzar el séptimo puesto del ranking mundial junior. Luego tuve una racha bastante mala hasta que duró hasta Wimbledon, de hecho ha sido la peor de mi carrera. Literalmente no gané un partido desde marzo hasta julio. Pero ahí volví a remontar y he acabado bien. Empecé a jugar torneos Futures y ya he logrado meterme en dos finales. Ambas se me escaparon por poco. He acabado el año jugando bastante bien y cumpliendo objetivos en el circuito. El balance general es positivo.

P.-¿Qué le pasó en ese periodo de tiempo entre abril y julio?

R.-Se me escaparon muchos partidos de forma ajustada con 6-4 o 7-5 en el tercer set. El tenis es un deporte en el que la confianza es muy importante. Cuando pierdes tres o cuatro partidos seguidos así, te influye. Si en el siguiente duelo te vuelve a suceder los fantasmas aparecen en tu cabeza. A nivel de juego no me sentía mal, al contrario, pero hasta Wimbledon no me pude sacar la espinita. No desesperé y reaccioné bien.

P.- ¿Esperaba hacer un mejor papel en el circuito junior?

R.-Esperaba hacer mucho más. Mi temporada en el circuito junior no ha sido la que deseaba, aunque en el profesional ha sido mejor. Soy consciente de mis capacidades y conozco a mis rivales. Mi objetivo era ganar un Grand Slam junior y no se ha dado. Sé que los que los han triunfado tienen un nivel similar al mío, pero los detalles cuentan. En Australia perdí con el campeón en un choque muy complicado. A Roland Garros fui dentro de la mala racha. En US Open caí frente al subcampeón por 7-6 en el tercer set... No le doy más vueltas. Me marqué ese objetivo y no se ha dado. Pero hay que mirar adelante.

P.-Echando la vista atrás, ¿Qué ha sido, a nivel deportivo, lo más positivo y lo peor del año que está a punto de concluir?

R.-Lo peor, sin duda, la racha, de 10 partidos consecutivos perdiendo (entre junior y profesional), desde una gira por España en la que alcancé unas semifinales hasta julio en Wimbledon. A partir de ahí lo hice bien con una final en Portugal. Lo mejor, la posterior reacción y cómo he acabado el año, encontrándome muy bien. En todos los torneos profesionales que he jugado después he sumado puntos.

P.-Tras haber brillado en todas las categorías de formación le llega el momento de entrar en el mundo profesional como tenista senior...

R.-Ahora empieza realmente lo gordo del tenis. Tengo muchas ganas. Los tres últimos meses de la temporada he jugado solo torneos profesionales y me he visto a buen nivel. Y ya estoy en una posición por delante de mucha gente que ha estado jugando todo el año. Y eso me da mucha confianza y motivación para seguir y cumplir los objetivos. Ahora debería estar de vacaciones, pero estoy ya entrenando. Debería haber tenido unas tres o cuatro semanas de descanso, pero solo me cogí 10 días y ya estoy a tope en el gimnasio. Todavía sin hacer tenis, solo trabajo físico.

P.-¿Implicará el salto de categoría una variación sustancial en su método de preparación?

R.-La ventaja que tiene el circuito profesional es que el abanico de torneos en los que puedes participar es mucho más amplio que el junior, donde casi estás obligado a participar en los de mayor grado, que hay muy pocos. Ahora hay muchos de la misma categoría, lo que me permitirá elegir los que más me convengan por fechas, o por el tipo de superficie, a nivel de mar, en pista cubierta o al aire libre... En los últimos tiempos se me ha dado mejor la pista rápida, como en los torneos de final de año. Y es lo que pretendo hacer de cara a 2020. También jugaré alguno en tierra, los de cerca de casa, pero mi prioridad serán los de pista rápida. Y ello supone que tendré que jugar mucho fuera de España, por que aquí casi todos son de tierra. Así que tendré que viajar bastante. Hay torneos muy buenos en México, Túnez, Francia, Egipto o Portugal...

P.-¿Qué metas se plantea conseguir en 2020?

R.-Ahora mismo estoy rondando el número 700 del ranking de la ATP, un número bueno, puesto que en agosto sólo tenía un punto (actualmente ocupa el puesto 708 con 26). A corto plazo el objetivo es ir escalando puestos en el ranking. Empezaré el año jugando torneos Futures 15.000, donde intentaré conseguir puntos -no defiendo nada hasta agosto, por lo que todo lo que sume cuenta y me permitirá subir puestos más fácilmente-. La meta es que a mitad de año pueda participar en Futures 25.000 para cerrar el año alrededor del puesto 300 del mundo. Algo que permitiría jugar en 2021 los Challenger. Si empiezo bien podría llegar incluso este año si me cuelo pronto en el Top 400. Trataré de salir lo antes posible del circuito Futures 15.000. Creo que mi nivel es superior, pero eso hay que demostrarlo en la pista.

P.-¿Seguirá entrenando en Burgos?

R.-Mantendré la línea de trabajo de los últimos años, con entrenamientos entre Burgos y Valencia. A partir de ahora tendrá más importancia el trabajo físico y mental en duelos contra jugadores más mayores, más experimentados y más desarrollados físicamente que yo. Por eso he acortado mis vacaciones para trabajar prevención y que el cuerpo aguante todo el año.

P.-Con el nivel que ha alcanzado, ¿puede vivir del tenis?

R.-El tenis es un deporte caro. Al cabo del año tenemos que pagarnos los viajes y el mantenimiento mío y del entrenador. Las ayudas económicas que tengo me dan para mis gastos. Tengo una beca de la Federación Española y apoyos de marcas como Nike y Babolat (ha fichado por Wilson de cara a 2020). Ayuda municipal no tengo. De hecho, fue una de las razones por las que me tuve que ir Valencia. En una ciudad como Madrid o Barcelona, con muchos deportistas de nivel, puedo entender que los ayuntamientos no puedan ayudar a todos, pero en Burgos, donde no abundan los deportistas de élite, sería una buena opción apoyarles en su evolución. Llevo compitiendo a nivel internacional desde los 12 años.

P.-¿Qué espera de 2020?

R.-Siempre es importante empezar bien, aunque tengo muy claro lo que quiero y no voy a desfallecer. Todos tenemos dudas y entrar con buen pie ayuda a que todo vaya bien. Es un año importante que puede marcar un antes y un después, de cara a que en 2021 cambie mi vida. Quiero que 2020 sea un punto de inflexión en mi carrera. Espero que me sirva de trampolín, porque a largo plazo la meta es colarme entre los mejores del mundo.