El Correo de Burgos

FUTBOL Segunda División B

Un reajuste obligado

Pizzorno fue el primero en salir y todo apunta que le seguirán otros jugadores que no han entrado en los planes de Salmerón / El número de llegadas determinará las salidas y no al revés

Antonio Caselli se dispone a sentarse en el palco de El Plantío antes de un encuentro liguero.-SANTI OTERO

Antonio Caselli se dispone a sentarse en el palco de El Plantío antes de un encuentro liguero.-SANTI OTERO

Publicado por
ROBERTO MENA
Burgos

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La plantilla blanquinegra permanecerá de vacaciones hasta el domingo. La competición se da un respiro, pero los despachos echan humo en los días previos a que se abra el mercado de invierno. El Burgos CF lo espera ansioso y es que necesita un cambio drástico si quiere, cuando menos, competir, algo que no ha hecho en los últimos encuentros de 2019. Habrá un buen número de cambios. No existe una cifra predeterminada, aunque lo que tienen claro los dirigentes blanquinegros es que serán las llegadas las que determinen la salidas y no al revés.

Pizzorno fue el encargado de inaugurar la operación salida -ha recalado en el Cienciano de la liga peruana-. Era uno en los que estaba centrado el foco desde hace tiempo. Su rendimiento deportivo ha sido aceptable cuando ha estado en condiciones de jugar, aunque sus problemas físicos han sido continuos desde la pretemporada, lo que le convirtió desde el inicio en uno de los hombres que salía en todas las quinielas para abandonar el equipo.

Los otros dos futbolistas que tienen las horas contadas son Minutella y Kleber. El primero fue el origen del primer gran conflicto entre Fernando Estévez y César Traversone. Ninguno de los dos ha jugado un minuto en Liga, ni con el granadino, ni ahora con Salmerón. Además, el argentino ocupa ficha senior, por lo que es seguro que será uno de los que deje el club.

La situación del joven lateral izquierdo brasileño es idéntica. No ha entrado en los planes de ninguno de los dos entrenadores, aunque el carioca es sub 23. Ambos técnicos han entendido que ninguno de estos dos jugadores tenía el nivel suficiente como para jugar en Segunda B y se el club les busca un recambio de garantías.

ALBISTEGUI Y MACHÍN

Obvio es también el caso de Álex Albistegui, que tuvo algunos minutos con Estévez y que con Salmerón le ha costado hasta entrar en las convocatorias. También se le buscará una salida. Se lesionó en la pretemporada y a partir de ahí no ha encontrado su sitio. Es un jugador que ha mostrado en anteriores temporadas un buen nivel en la categoría de bronce y sorprende que con los problemas que ha tenido el Burgos CF en la medular no haya tenido una oportunidad.

Ha participado en 6 encuentros, 3 de ellos como titular, en los que ha acumulado 257 minutos. Todos ellos han sido con Estévez en el banquillo.

Gastón Machín contó con mayor protagonismo en el inicio de la competición liguera, pero ha ido perdiendo presencia en el equipo. Jugó ante el Izarra porque Salmerón no contaba con más centrocampistas y le prefirió antes que a Albistegui. Sin embargo, ese partido es el único que ha jugado con el almeriense en el banquillo. Con Estévez participó en 5 encuentros más, siendo titular en tres de ellos. Lleva 304 minutos con la zamarra blanquinegra.

CARLOS MARTÍNEZ

Es otro de los hombres que cuenta con muchas papeletas para hacer las maletas en este mes de enero. Fue el último en llegar y, de salir, será una rescisión cara. Su caso es diferente a los anteriores, ya que es un hombre que ha sido habitual a lo largo de la primera parte de la temporada.

Ha jugado 1.000 minutos que ha ido acumulando en los 15 encuentros que ha estado sobre el terreno de juego.En 11 de esos choques ha sido titular. Comenzó como lateral derecho, aunque en los últimos encuentros que ha disputado lo ha hecho como central. Jugó todo el partido ante el Izarra, aunque contra el Leioa no saltó al terreno de juego.

LA CASA POR LA VENTANA

La lista de bajas no se podría quedar ahí y dependerá de los fichajes. Para las llegadas los Caselli no se ponen un límite y están dispuestos a tirar la casa por la ventana. La revolución puede ser de las importantes y la plantilla burgalesista parece que cambiará mucho.

Será la competición la que juzgue, aunque, por el bien del club, más vale que el área técnica acierte, ya que la situación en estos momentos es harto delicada. El abismo está a un paso y el equipo va a peor. Los números así lo corroboran, por lo que o los dirigentes son capaces de cortar la hemorragia o el enfermo puede morir desangrado.

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