El Correo de Burgos

BALONCESTO ACB

El San Pablo se queda a un paso

El conjunto burgalés cae en Gran Canaria en un choque muy igualado que se decidió por detalles

McFadden, el máximo anotador azulón, se dispone a ejecutar un lanzamiento bajo canasta.-ACB PHOTO / M. HENRÍQUEZ

McFadden, el máximo anotador azulón, se dispone a ejecutar un lanzamiento bajo canasta.-ACB PHOTO / M. HENRÍQUEZ

Burgos

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GRAN CANARIA: 92

SAN PABLO: 89Árbitros: Peruga, Sánchez Sixto y Sánchez Benito.

Eliminados: El local Bourousis y el visitante Benite.

Parciales: 27-24, 28-52 (descanso), 69-72 y 92-89 (final).

Herbalife Gran Canaria: Cook (6), Harper (8), Rabaseda (3), Shurna (5),Costello (20) -quinteto inicial-, Radicevic (13), Okoye (6), Beirán (7), Bourousis (15) y Burjanadze (10).

SanPablo Burgos: Bassas (11), Benite (5), MacFadden (21), Stevic (2), Clark (18) -quinteto inicial-, Lima (4), Salvó (9), Fitipaldo (12), Vega (3), Rivero (4) y Barrera (-).El San Pablo Burgos no pudo sumar una victoria que le hubiera acercado a la Copa del Rey. El conjunto burgalés mantuvo sus opciones hasta el final en el Gran Canaria Arena, pero en esta ocasión la moneda cayó del lado isleño.En ese tramo final también influyeron varias decisiones arbitrales, que permitieron que los canarios cogieran aire cuando más lo necesitaban. Los detalles decidieron y es que la paridad entre ambos contendientes se mantuvo hasta la bocina final.

Al conjunto de Joan Peñarroya se le escapó una gran oportunidad de poner pie y medio en el torneo copero. Los partidos ante el FC Barcelona y el Obradoiro decidirán si el cuadro del Coliseum accede por primera vez en su historia a una fase final del torneo del KO.

A la escuadra castellana le costó entrar en el partido y es que su rival comenzó con un punto más de intensidad. Con Matt Costello como ejecutor ofensivo, el conjunto isleño cogió ventaja desde el inicio logrando un 11-2 en poco más de 3 minutos que provocó el tiempo muerto de Peñarroya.

El parón sirvió para que la sangría se detuviera y también para que San Pablo se fuera metiendo poco a poco en el partido. Lo hizo con su arma preferida, los triples. El cuadro azulón comenzó a bombardear el aro canario más allá de la línea de 6,75 y McFadden tomó las riendas de la remontada.

A cuadro burgalés se le veía a gusto en el intercambio de golpes, en el duelo de francotiradores al que se unió Fitipaldo nada más entrar en la pista. Si los tiradores destacaban en la faceta ofensiva, Lima lo hacía en la defensiva.El brasileño dotó al equipo de esa garra que le faltó en los primeros compases.

Cuando el primer periodo estaba cerca del final, un triple de MacFadden puso por primera vez por delante a San Pablo (19-21).El juego se igualó y las diferencias se estancaron. Los de Peñarroya había salvado una situación complicada y acababan los diez primeros minutos en desventaja, pero metidos de lleno en el partido (27-24).

La amenaza de GranCanaria cambió de cara y un acertado Radicevic se unió a la fiesta anotadora. Pero San Pablo aguantaba los minutos de inspiración del balcánico y seguía creciendo como colectivo. El paso de los minutos sentó mejor a los azulones, que cerca del descanso se pusieron por delante. Llegaron al intermedio con 4 puntos de ventaja (48-52) y realmente inspirados en labores ofensivas. El equipo burgalés acabó con un 58% en triples después de anotar 10 de los 17 que intentó.

El primer periodo fue una exhibición ofensiva de ambos contendientes y el paso por los vestuarios pareció encoger la muñeca de los protagonistas. Al partido le costó arrancar en la segunda mitad y fue el equipo canario el que comenzó un poco mejor. La igualdad se instaló tanto en el marcador como en el juego y las diferencias fueron siempre mínimas.

El ritmo anotador descendió y la buena noticia para los de Burgos fue la aparición de Clark, hasta ese momento sin ningún protagonismo en la pista.El norteamericano asumió la responsabilidad y su equipo lo agradeció. El partido transcurría muy igualado y cada punto valía su peso en oro.En los minutos finales San Pablo estuvo más inspirado y un triple de Bassas en los últimos instantes le permitió acabar por delante el cuarto (69-72).

Sin embargo, el inicio de la última manga penalizó a los azulones, que volvieron a verse superados por un oponente más acertado y con mayor intensidad. La diferencia se fue a los 6 puntos (80-74) y es que al cuadro castellano le costaba encontrar el camino hacia la canasta canaria, aunque se aferraba al partido.

Bourousis tiraba del carro isleño y se convertía en un problema para los burgaleses, ya que hacía daño dentro y también se atrevía con los triples. Pese a todo, la línea de 6,75 seguía dando vida al conjunto castellano, que acudía a Clark como salvavidas. El estadounidense volvió a responder.

Fue entonces cuando llegó la quinta de Benite y su posterior técnica, lo que permitió a Cook poner el 92-87 a falta de algo más de un minuto para el final. Esa renta fue definitiva para el devenir del choque.

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