Fútbol / Segunda
Valioso punto en La Rosaleda
El Mirandés rescata un punto frente a un Málaga que se adelantó hasta en dos ocasiones en el encuentro / Marcos André anotó la primera diana de los burgaleses y Merquelanz, desde el punto de penalti, estableció el definitivo 2-2
Marcos André fue el autor del primer gol de los rojillos en el encuentro de ayer frente al Málaga CF-La Liga
MÁLAGA CF 2
CD MIRANDÉS 2El Mirandés consiguió sacar un valioso punto de su visita a La Rosaleda para mantener vivo el sueño de pelear en las próximas jornadas por hacerse con un hueco entre los puestos que dan derecho a la disputa del play-off de ascenso a Primera División.
La escuadra de Andoni Iraola fue a remolque durante todo el partido contra un histórico del fútbol español que no atraviesa por su mejor momento, pero supo penalizar los graves errores locales. Además, en la segunda parte el cuadro rojillo se desquitó de la presión malagueña para desplegar un juego más ofensivo y poner en muchos apuros a la zaga andaluza.
El Málaga trataba de encontrar las bandas de forma continua, sobre todo a Hicham. El sello de Pellicer trataba de aflorar mientras el Mirandés, tocando desde atrás, trataba de construir para proyectar el equipo hacia adelante.
Sin embargo, la presión alta malacitana no favorecía la fluidez del esférico. Con las pulsaciones tan altas y las innumerables pérdidas todo iba desarrollándose hacia un eléctrico corre calles.
Hicham, de los hombres más activos por el Málaga, se sacó un pase de fantasía para dejar a Cifu en una posición privilegiada en el área para centrar. El Mirandés, en una acción rápida y solvente, desbarató que la que fue una gran ocasión por los locales, que cuando tenían el balón lo amasaban buscando espacios.
El cuadro burgalés comenzaba a pasarlo mal. Los jabatos no conseguían minimizar el impacto de las bandas, que estaban siendo activas de forma constante y generaban acciones de superioridad.
Pasada la media hora del encuentro, un nuevo centro desde dentro del área acabó con un penalti favorable para el Málaga. Carlos Julio llegó a destiempo y le puso en bandeja a Adrián González la oportunidad de avanzar al conjunto andaluz desde los once metros.
Limones se tiró a la izquierda mientras que el capitán del Málaga disparó raso y fuerte a la derecha. Nada más sacar desde el centro del campo Juanpi volvió a poner contra las cuerdas al Mirandés, totalmente noqueado y con ganas de que llegara el descanso para refrescar las ideas.
Odei tuvo que multiplicarse para taponar los constantes disparos del Málaga para salvar a los suyos de encajar el segundo. Y antes del descanso todavía tuvo tiempo Hicham, llegando completamente solo, para disparar a la grada con todo a su favor.
Los muchachos de Andoni Iraola, reconocidos por ser sólidos y no dar facilidades, no estaban encontrando su esencia contra un Málaga valiente y dominador. El Mirandés tenía que encontrar la fórmula de salir de su área y proyectarse como en los primeros minutos. El técnico vaso movió piezas y los jabatos comenzaron a mostrar una cara distinta.
Tan diferente que en La Rosaleda pasó lo que no suele pasar nunca: Munir se durmió en los laureles ante la presión de Marcos André y el delantero consiguió marcar tras el robo.
Los burgaleses resucitaron y fueron conquistando terreno al Málaga, que retrocedía poco a poco y no tenía el mismo dominio que en la primera parte.
Sin embargo, las bandas volvieron a ser funcionales para el Málaga. La velocidad endemoniada de Hicham al espacio abrió en canal al Mirandés y Sadiku, dentro del área y en estático, se las apañó para rectificar su posición y rematar de primeras justo cuando más tocado estaba el Málaga.
Las buenas noticias para el Mirandés llegaron con la sustitución de Hicham. Los locales perdieron velocidad y mordiente arriba y apostaron por echarse atrás. Y eso fue penalizado con un penalti cometido por Juankar sobre el extremo Álvaro Rey.
Merquelanz, con mucha tranquilidad, casi caminando, la envió a la base del palo para poner el empate en el electrónico. Segundo error del Málaga y segundo gol del Mirandés.
Volvió a dominar el cuadro rojillo y tuvo varias opciones para ponerse por delante. Marcos André escondiendo el balón y Merquelanz liderando las acometidas jabatas establecieron un murmullo en La Rosaleda, que veía cómo los castellanos podían llevarse los tres puntos.
Los burgaleses hasta se permitieron el lujo de desbaratar una contra en superioridad, cuatro para tres, tras un robo de Álvaro Peña cuando el partido entraba en sus últimos minutos y el empate permaneció en el marcador.