El Correo de Burgos

BALONCESTO / LEB Oro

El Tizona UBU se libera

El conjunto azulón levanta 17 puntos y supera al Valladolid en los últimos segundos / El proyecto ve el futuro con otros ojos

Barro supera a la defensa pucelana. SANTI OTERO

Barro supera a la defensa pucelana. SANTI OTERO

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DIEGO ALMENDRES

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TIZONA UBU  92

VALLADOLID  91

Tizona UBU:

Ayoze (18), Rawson (5), Reaves (23), Joseph (16), Barro (8) -quinteto inicial- Sow (6), Pomares (3), Martínez (9), Ruiz de Galarreta (4).

Valladolid:

Kavas (6), Timmer (7), Van Zegeren (10), De la Fuente (12), Mason (9) -quinteto inicial- Gantt (3), Puidet (10), Martín (16), Kohadja (2), Pantzar (16). 

Árbitros:

Morales García-Alcaide, Sánchez y González.

Parciales

:  29-26; 42-58 (descanso); 67-72 y 92-91 (final).

 

BURGOS

Desde luego, el Tizona UBU necesitaba un subidón de este tipo para soltar lastre y ver el futuro con otros ojos. El conjunto azulón, con la baja de Úriz, superó al Valladolid tras levantar 17 puntos en la segunda mitad y se convence de que puede dar la vuelta a su delicada situación.

Los pupilos de Riera se sacudieron los miedos, apretaron en defensa y tuvieron el acierto que requería la situación para imponerse con la acción individual de Ayoze a falta de 1.5 segundos.

Los castellanos han encontrado el camino a seguir. Su juego aún es inestable y la debilidad defensiva mostrada en la primera parte demuestra que queda mucho camino por recorrer. No siempre se remontan encuentros tan complicados ni se logran victorias con 58 puntos en contra al descanso.

El Tizona UBU vive el presente instalado en una montaña rusa de sensaciones. El pasado fue muy duro y el futuro es esperanzador, pero toca centrarse en el hoy.

El proyecto muestra claros signos de mejora desde la llegada de Riera y ofrece detalles de su potencial. Sin embargo, ahora debe remar más fuerte que sus rivales para mantenerse a flote. Eso sí, los de El Plantío demostraron que tienen alma y esa virtud es innegociable para quien quiere salir del pozo.

El comienzo fue ilusionante. Los locales no tuvieron la fluidez deseada, pero sí mostraron un gran acierto exterior. Reaves fue el mejor exponente de una prometedora puesta en escena y la defensa se apoyó en el físico de Barro.

El triple impulsó a un Tizona UBU que también corrió para plantarse con el 21-10. Los azulones, punzantes en el uno contra uno, se las ingeniaron para salir con puntos de cada posesión. Sin embargo, el buen tono ofensivo no encontró equilibrio en campo propio.

Un tiempo muerto de Hugo López y la entrada de Pantzar dieron la vuelta al partido como un calcetín. El base pucelano fue una pesadilla en esa fase del choque y un parcial de 0-9 redujo el buen inicio a cenizas.

Había riesgo de bloqueo y ocurrió lo peor. La acumulación de errores, algunos inexplicables, castigaron a los azulones (33-34). Palmeos, entradas, mates... cada intento fácil escupido por el aro fue una losa muy pesada. Como los tiros libres desperdiciados o los balones regalados en situaciones no forzadas (36-44).

El parcial no paró de crecer y el Valladolid jugó a placer. Para colmo, los blancos encontraron el favor del triple y se pusieron las botas para situarse con el 42-58 del descanso.

La renta creció hasta el 43-60, pero el Tizona UBU cambió el chip. Por fin, los locales subieron el listón en defensa para taponar las fuentes de alimentación visitantes y ello les permitió correr la pista. 

Precipitados y ansiosos en ocasiones, esa mejoría asentó a los de Riera (50-60) antes de meterse de lleno en partido en el tramo final del tercer cuarto. Sendos triples de Iván Martínez -improvisado base- y de Joseph, unidos al palmeo final de Sow, fijaron el 67-72.

El Tizona UBU era otro, un equipo intenso y atrevido. Aún con carencias evidentes, pero se había quitado un peso de encima e igualó el choque con otros tres aciertos desde el arco. El 76-76 puso a prueba la consistencia de los de casa y, aunque el Valladolid se las ingenió para mantener la iniciativa (85-89), un triple muy afortunado de Joseph anticipó que la suerte había cambiado.

Con el 90-91, Ayoze asumió el mando en el cara o cruz. El tinerfeño cogió el balón con 6 segundos por jugar y encontró el camino del aro gracias a su calidad individual. Era el 92-91 con 1.5 por jugar. El Valladolid se la jugó a la desesperada tras el tiempo muerto y el Tizona, por fin, se liberó. Puede que el éxito no cuente para la segunda fase, pero debe marcar un punto de inflexión.

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