El Mirandés pasa página

BURGOSEl Mirandés disfruta de una gran ocasión para dar un golpe de efecto en la lucha por la permanencia. El conjunto rojillo está cuajando una temporada más que destacada hasta el momento y hoy puede dejar descolgado a un «rival directo» obligado a sumar desde ya para no perder la cara a la competición.El Albacete llega a Anduva -19,00 horas- muy necesitado de alegrías. El cuadro manchego es último en la clasificación y acumula diez partidos sin conocer la victoria. Sin embargo, su situación le convierte en un adversario aún más «peligroso» y los locales extreman las precauciones.«Es un equipo que, hasta ahora, no ha encontrado la regularidad», resume el preparador del combinado ferroviario, un José Alberto López que destaca la «experiencia» de la plantilla albaceteña y el «talento individual» de los jóvenes.El Mirandés lo tiene claro. «Es una jornada de seis puntos», zanja López en su comparecencia previa. El Albacete intenta recuperar el paso y, mientras asume las ideas del nuevo técnico, los locales buscarán la fórmula para llevar la iniciativa. «Hay que estar centrados y no desviarnos. Debemos saber qué hacer y cómo hacerlo en cada momento», señala el preparador asturiano.López pone toda su atención en que su equipo haga «bien las cosas» y siga «el plan» ideado a lo largo de una semana marcada por la temprana eliminación copera a manos del Las Rozas de Segunda B. «Lo del miércoles ya está olvidado», advierte. «El algo que debemos superar rápido y veo a los jugadores plenamente centrados en el siguiente partido», añade con satisfacción.El cuadro ferroviario se exige estar preparado ante cualquier escenario que surja en el partido de hoy. La importancia de «interpretar» cada fase del choque escribirá el destino de un duelo con trampa. «No podemos pensar en el resultado y sí en el proceso a seguir para conseguirlo. La idea es clara», explica.El bloque rojillo contará una jornada más con la baja de Vivian. El cuerpo técnico tiene claro que no forzará la reaparición de un hombre fundamental en el eje de la zaga, mientras celebra la reincorporación de Mario Barco después de dos semanas de trabajo de readaptación junto al grupo. De esta forma, los servicios médicos se centran en la evolución de un Carlos Julio que arrastra molestias en los últimos días. Todo, a la espera de que Cristo pueda debutar con la camiseta rojilla. El ariete ya entrena junto a sus compañeros y estará a disposición del técnico en cuanto se abra el mercado de fichajes de invierno. «Su llegada la veo como una bendición y el problema lo tienen los futbolistas porque aumenta la competencia. Estamos contentos porque contamos con cuatro delanteros diferentes que pueden jugar juntos y nos dan muchas posibilidades», analiza.