El Correo de Burgos

BALONCESTO / ACB

El Hereda San Pablo también salva el examen del Nou Congost

El conjunto azul controla los puntos fuertes del Manresa y domina con seguridad un partido en el que disfrutó de ventajas superiores a los 25 puntos / El bloque de Peñarroya ya piensa en la final de la Copa Intercontinental

Kravic gana la partida al juego interior del Manresa. ACB PHOTO / J. ALBERCH

Kravic gana la partida al juego interior del Manresa. ACB PHOTO / J. ALBERCH

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DIEGO ALMENDRES

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MANRESA  87

HEREDA SAN PABLO BURGOS  101

Manresa:

García (8), Mason (9), Hinrichs (13), Vaulet (9), Eatherton (10) -quinteto inicial- Martínez (8), Tabu (4), Sajus (24), Dulkys (-), Pérez (2), Sima (-)  

Hereda San Pablo Burgos:

Cook (10), Benite (20), Salvó (5), Rivero (15), Kravic (4) -quinteto inicial- McFadden (22), Rabaseda (5), Horton (7), Salash (11), Barrera (-), Sakho (2) e Infante (-).

Árbitros:

Araña, Pérez Pizarro y Lucas.

Parciales:

19-19; 30-48 (descanso); 52-76 y 87-101 (final).

 

El Hereda San Pablo alimenta la ilusión antes de centrar toda su energía en las aventuras que le llevarán a la Copa Intercontinental y a la Copa del Rey. El equipo azul llega al parón del mes de febrero en una situación prácticamente inmejorable en liga y con la convicción de que aún tiene mucho que decir cuando regrese a la rutina.

El proyecto local demostró en el Nou Congost que está listo para los próximos desafíos. Lejos de acusar el cansancio o de despistarse ante lo que está por venir, el equipo de Joan Peñarroya dio otro paso adelante para acercarse un poco más al play off por el título.

Los azules asumieron que tocaba sufrir en la lucha por el rebote y así se lo confirmó el Manresa en un primer cuarto incómodo. Sin embargo, el bloque castellano mostró de nuevo su capacidad para salir a flote en cualquier situación. 

Los burgaleses acumularon pérdidas en el inicio y vieron cómo el rival sacó petróleo de cada segunda opción. Los visitantes llevaron el balón cerca del aro y tras el 6-11 acusaron la falta de fluidez. Demasiado dribbling. Mientras, el Manresa se apoyó en la intimidación de Sajus en la zona para lograr un parcial de 10-2 minimizado con el triple de Horton (19-19). 

Todo cambió en un segundo cuarto en el que los azules se hicieron con el mando desde la defensa y tomaron impulso gracias a su infinitos recursos ofensivos. Los visitantes por fin ganaron la batalla por el rebote y agradecieron el plus aportado por Rabaseda.

Además, el Hereda San Pablo cortocircuitó a un cuadro catalán que acumuló pérdidas a un ritmo alarmante. Sellado el aro propio, el equipo corrió y McFadden catapultó a los castellanos en ataque con su talento para anotar de forma compulsiva.

Con el 22-34, el bloque de Peñarroya agradeció la energía de un Rivero peleón en la zona y acertado desde fuera. El cubano dio otra vuelta de tuerca al intento de escapada de un equipo burgalés que se fue hasta el 24-44 antes de que Salash se encargara de asentar ese arreón con el 30-48.

No le quedaba otra opción al Baxi Manresa que apretar en la segunda parte a pesar de la desventaja en el marcador y de la ausencia de Dani Pérez. Quiso crecer el cuadro del Nou Congost, pero se chocó de bruces contra la realidad y contra un Hereda San Pablo que jugó a placer en algunas fases.

Kravic apareció en escena y Benite cargó el arcabuz. El brasileño dibujó una gran actuación y llevó a los blancos hasta el 38-62. Aunque el ritmo cayó a causa de alguna pérdida y de las faltas en ataque, poco duró la alegría catalana. 

El bloque de Pedro Martínez vio algo de luz al final del túnel con un parcial de 8-0, una esperanza difuminada por McFadden y Cook. Entre los dos encadenaron cuatro acciones consecutivas de tres puntos y la ventaja se disparó hasta el 48-74 antes de que Ángel Infante debutara en ACB.

El choque estaba resuelto y así se lo hizo saber Salash a un Sajus que siguió a lo suyo para sostener a un Manresa insistente (56-79). El partido avanzó con tranquilidad para un Hereda San Pablo siempre por encima de los 20 puntos hasta mediado el último periodo. 

Los locales picaron piedra para forzar un insuficiente 70-88, puesto que el Hereda San Pablo no tardó en contestar con un parcial de 0-5 que zanjó la cuestión de una vez por todas.

Solo entonces los burgaleses levantaron el pie del acelerador. Salvó no acertó desde el triple y el partido se rompió para alivio de un Manresa que lo aprovechó para recortar la diferencia. 

El resultado nunca corrió peligro para un cuadro castellano que superó los 100 puntos para celebrar un nuevo éxito. Ahora sí,  toca pensar en la histórica cita a disfrutar el próximo sábado en Buenos Aires. En juego, el segundo título internacional de un club cinco años de historia. 

 

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