El Hereda San Pablo pisa a fondo el acelerador

El Hereda San Pablo sigue su camino en este exigente sprint final de temporada, satisfecho con la evolución mostrada tras sufrir el segundo brote de Covid-19 e ilusionado por lo que está por venir. Los burgaleses están en disposición de poner el broche a una temporada irrepetible y el siguiente paso es ganar al Zaragoza en el partido adelantado de la jornada 36 -Coliseum, 18,30 horas-.Las últimas victorias reconfortan a un grupo que ya se ha habituado a «recuperar y descansar» entre partidos sin la opción de entrenar con un mínimo de continuidad. El siguiente desafío ya está aquí y, a pesar de la acumulación de compromisos, Joan Peñarroya considera que su equipo disfruta de unos días «tranquilos» después de tres semanas consecutivas con otros tantos encuentros enlazados cada siete días.La obsesión del técnico local es «crecer y mejorar» poco a poco para llegar al momento cumbre en las mejores condiciones. «Cada día estaremos mejor y sería iluso pensar que en 48 horas pasamos de vivir una pequeña hecatombe a estar listos para ganar a todos los rivales», reconoce.El entrenador recuerda que el Hereda San Pablo vive un «proceso complicado, pero normal», en el que destaca la importancia de «recuperar las sensaciones físicas» y reincorporar la mejor versión de cada profesional para competir al máximo nivel. Por eso, resulta fundamental «jugar más minutos como en el segundo cuarto contra el Joventut o en el tercer periodo del día del Baskonia».En este escenario, la victoria en la tarde de hoy supondría un espaldarazo decisivo. Sin embargo, los maños no lo pondrán fácil. «Espero a un buen Zaragoza», indica Peñarroya, quien destaca «las grandes individualidades» y la capacidad de «desequilibrio» de un adversario que juega a toda pastilla. «Si no me equivoco es el que equipo de la liga con más posesiones por partido. Juega rápido por las características de sus jugadores», explica, para poner el acento en el peligro maño «al contragolpe y a campo abierto». Además, la reciente incorporación de Luis Casimiro al frente del equipo dota de una dosis extra de dificultad al encuentro porque la llegada de un nuevo entrenador «limpia las cabezas de algunos jugadores». «Es un entrenador experimentado y un gran conocedor de la competición que querrá poner su sello», indica Peñarroya. «Supongo que mañana introducirá detalles defensivos porque en ataque el Zaragoza no tendrá problemas para anotar», añade.El Hereda San Pablo alcanzaría la escalofriante cifra de 20 victorias en liga si supera el escollo de hoy. Sin embargo, Peñarroya opta por hacer un análisis global cuando acabe el curso. «De momento, ya es seguro que acabaremos con más victorias que derrotas y eso es un paso más para el club», reconoce, antes de poner toda su energía en «pensar en el siguiente partido».