El Correo de Burgos

BALONCESTO / ACB

El San Pablo tiene mucha tarea

Tras un inicio potable, el conjunto azul pierde el norte ante un Oporto que jugó a placer en la segunda parte / Las 17 pérdidas y el 6/26 en triples de los locales contrasta con el 15/30 de los lusos para congelar al Coliseum en la presentación del proyecto

Braimoh gana la posición en la pintura en el choque disputado ante el Oporto en el Coliseum. TOMÁS ALONSO

Braimoh gana la posición en la pintura en el choque disputado ante el Oporto en el Coliseum. TOMÁS ALONSO

Publicado por
DIEGO ALMENDRES

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HEREDA SAN PABLO 69

OPORTO  87

Hereda San Pablo Burgos

: Nikolic (10), Marc García (10), Benite (15), Braimoh (2) y Kravic (4) -quinteto inicial- McGee (10), Queeley (3), Kullamae (-), Díez (10), Rabaseda (2) y Zack (3).

Oporto

: Odomes (8), Tinsley (11), Arledge (10), Barro (4), Kloof (13) -quinteto inicial- Torre (13), Voytso (-), Landis (12), Queiroz (4), Soares (6), Purifoy (6). 

Árbitros:

Estévez, Carpallo y Pinela.

Eliminado:

El visitante Tinsley en el minuto 35.

Parciales:

 22-11; 38-35 (descanso); 54-62 y 69-87 (final).

Tiene mucha tarea por delante el nuevo Hereda San Pablo. Mucha. El proyecto, aún cogido con pinzas, necesita la incorporación inmediata de Alex Renfroe y requiere un tiempo de maduración que la competición no le va a conceder. 

En una semana espera el Madrid y los azules, de momento, están muy verdes tanto en el aspecto individual como en el colectivo. La derrota ante el Oporto refleja lo vivido en una presentación que dejó ofreció un montón de dudas. 

Plano y sin la menor lucidez durante varias fases del encuentro, el cuadro local chocó desde el triple (6/26) ante el mayor acierto de un adversario crecido (15/30). Pero ese solo fue un detalle más dentro del desconcierto general.

El Hereda San Pablo, que funcionó con chispazos, transmitió buenas sensaciones es en el comienzo. Los azules encontraron ventajas y situaciones de tiro cómodas, pero tras el triple inaugural de Marc García se toparon con el aro y eso frenó su progresión. Con el marcador creciendo a cuenta gotas, el 5-5 mediado el primer cuarto dio paso a una fase con mayor ritmo.

 

 

El control del rebote, una de las claves que Tabak quiere mejorar para su proyecto, permitió a los locales imprimir una mayor velocidad y Benite se encargó del resto. El capitán es el alma, el líder y el referente en la cancha. El jugador franquicia de un equipo que se apoyó en su inspiración.

El internacional brasileño hizo lo de siempre, iluminar el camino para guiar a los suyos hasta el 13-8. McGee también apareció y junto a Nikolic apretaron un poco más hasta llevar el 22-11 al marcador.

El Oporto, incómodo en estático, apuró sus posesiones. Al Hereda San Pablo le faltaba continuidad y acierto exterior, algo que aplicó Dani Díez con el 29-18 a 6:30 para el descanso. Ahí acabó el partido de los burgaleses. Los azules se pararon y los lusos lo aprovecharon para subirse a sus barbas con un parcial de 3-9 (30-27).

 

Los locales embarraron sus buenos minutos con un desconcertante final de primera parte solo endulzado con un 2+1 de Queeley. El Oporto se asentó en la pista y el 38-35 fue un botín muy interesante para sus intereses.

Lejos de sacudirse las sensaciones negativas, el Hereda San Pablo cayó en un agujero negro en la reanudación. El Oporto jugó con dos marchas más y maniató a un equipo azul sin ideas, plomizo y sin la menor claridad en sus acciones. Los blanquiazules, por su parte, jugaron a placer liderados por Landis, Kloof y el físico de sus interiores. En la segunda parte los burgaleses desaparecieron bajo los aros.

Fueron minutos realmente desconcertantes. Por mucho que se trate de la pretemporada, a pesar de la baja clave de Renfroe, los castellanos perdieron el norte. El Oporto anotó de cerca, de lejos, en transición y en el poste medio para ponerse por delante con el 38-39 y elevar la ventaja hasta un preocupante 44-54.

El Oporto anotó 19 puntos en cinco minutos, una sangría que Tabak tuvo que frenar con un tiempo muerto que sirvió para despertar a su equipo. El Hereda San Pablo dio tres vueltas de tuerca a su intensidad en defensa para cimentar su reacción, pero los visitantes respondieron con acierto para mantener la iniciativa. Y es que el triple puso en órbita a los portugueses para dejar el 54-62 al final del tercer periodo.

Ahí acabó el intento castellano. Más pérdidas (hasta 17), más fallos en el tiro de tres y más acierto exterior del rival desmoronaron el plan del doble campeón de la Champions. Otro parcial, esta vez de 2-7, llevó una nueva máxima ya entrado el último cuarto. Y fue a más con otro 0-5 que situó un 56-74 que escoció en el alma.

Al menos, los de Tabak nunca se entregaron y con el 66-76 vieron las cosas de otro color. Fue por un instante. No contaban con la traca final del Oporto, que sumó dos triples más para redondear su fiesta y dejar de piedra a un Coliseum que reunió a 1.500 espectadores en un estreno del que pocas lecturas positivas se pueden sacar a una semana del estreno liguero.

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