Rabaseda apuesta al azul

El Hereda San Pablo finaliza mañana la pretemporada con un exigente test ante el Zaragoza -21,00 horas-, un duelo en el que debe sacudirse las malas sensaciones acumuladas en la presentación frente al Oporto. Queda una semana para que comience la liga y los azules están cogidos con pinzas mientras cruzan los dedos para que Renfroe se incorpore lo antes posible.El vestuario asume con naturalidad las particulares circunstancias que rodean al proyecto. «Somos un equipo nuevo y estamos en pretemporada», recuerda Xavi Rabaseda. El escolta, además, tiene muy presente que el equipo «viene de hacer el mejor año de la historia y el nivel está muy alto».  Entonces, el grupo «disfrutó mucho del camino» y no soportó «el cartel de tener que ganar todo hasta el final». Comienza otra etapa y el campeón del mundo indica que la «paciencia» será la mejor aliada porque el plantel «está trabajando bien».«Nos estamos adaptando al estilo de juego de Tabak», explica. «Mejoramos día a día, aunque es cierto que ante el Oporto no salieron las cosas», lamenta, para centrarse en la necesidad de aprender del error. «Es mejor que estas cosas pasen ahora. Cuando nos encontremos con problemas hay que trabajar más para superarlos», asume.Las vibraciones aún no son muy positivas, sobre todo en un juego interior que ofrece muchas dudas en esta fase de preparación. Rabaseda insiste en que esta progresión en dientes de sierra es común y se centra en el siguiente paso del camino. «Lo que no fue normal es lo del año pasado», aclara. «También éramos nuevos, pero cogimos muy buen feeling, sensaciones positivas y un buen estilo de juego», apunta.Con esas premisas, todo salió rodado.  Esta vez la maquinaria necesita un margen que la competición no le va a otorgar. «Esto es lo normal», insiste. «Hay partidos en los que hemos estado muy bien, como el día del Gran Canaria, y contra el Oporto no estuvimos a ese nivel», asume.Rabaseda es una pieza clave dentro y fuera de la cancha. A la espera de que Renfroe finalice su aventura caribeña, el catalán es en este momento el jugador más veterano del equipo y acepta todo los matices que ello conlleva. «Me encuentro muy bien. Intento ayudar a los nuevos y ser un ejemplo para los jóvenes con la ética de trabajo y con cómo defender una camiseta. A través de ese ejemplo exijo a los demás lo mismo», explica.No solo las promesas sacan provecho de esas lecciones. Jugadores como Nikolic, Braimoh, Zack o McGee nunca han jugado en ACB y toda ayuda es poca para facilitar su integración. «Es un handicap porque esta liga es muy exigente y diferente a la de Israel, de donde han llegado los americanos», expone un Rabaseda que confía ciegamente en sus compañeros. «Están dando todo de su parte para adaptarse», señala.Los recién llegados deben aprovechar el «escaparate» que les ofrece el Hereda San Pablo Burgos, quien  cuenta con los mimbres necesarios. «Existe una conjunción de retos personales y colectivos para aspirar a lo máximo y tener la ambición de querer ganar», celebra un Rabaseda consciente de que lograr títulos «es muy difícil». «No lo consiguen ni los grandes de Europa», recalca.  «Hay que ser conscientes de dónde venimos. Lo que hemos conseguido está muy bien y va a ser muy difícil repetirlo, pero lucharemos por ello», aclara.De momento, el Hereda San Pablo quiere recuperar el buen tono para cerrar la fase estival con buen ánimo. Rabaseda advierte de que el Zaragoza «se ha reforzado muy bien» y la llegada de Adam Waczynski se une a la presencia de otros jugadores como el exazul Omar Cook, Okoye o el ala pívot Vanwijn. «Es un equipo que puede estar ahí con nosotros, otra piedra de toque para ponernos a prueba», recalca el exterior.Si los burgaleses están preparados para competir con garantías en esta ACB se verá a partir de la próxima semana, si bien el ‘22’ recuerda que «esto es como acaba, no como empieza». «Los resultados se verán en junio. Espero que el equipo se encuentre cada vez mejor y coger la sintonía perdida el pasado curso con la afición. Ojalá tengamos un buen año», concluye.