BALONCESTO / ACB
El San Pablo pierde una gran ocasión
Los azules, lastrados por su desacierto exterior y la falta de calma en momentos decisivos, ceden ante un Valencia mermado por las bajas / Los tiros libres (10/20) tampoco ayudaron
HEREDA SAN PABLO 65
VALENCIA BASKET 69
HEREDA SAN PABLO:
Kravic (9), Nikolic (7), Benite (7), Braimoh (8) y Rabaseda (7) -quinteto inicial- Díez (11), McGee (6), Renfroe (8) y Zack (2),
VALENCIA BASKET
: Claver (2), Puerto (-), Pradilla (11), Hermansson (14) y Rivero (6) -quinteto inicial- Dimitrijevic (10), López-Aróstegui (5), Labeyrie (15), Ferrando (-), Van Rossom (6).
ÁRBITROS
: Hierrezuelo, Sánchez Sixto y Merino.
ELIMINADO
: El jugador local Rabaseda en el minuto 40.
PARCIALES
: 19-23; 38-46 (descanso); 54-57 y 65-69 (final).
El Valencia mantuvo la tradición y sacó la victoria en su visita a Burgos ante un Hereda San Pablo que se vació sin el acierto y la templanza que requería la situación en algunos momentos.
Los azules perdieron una buena oportunidad de superar a un gran lastrado por las numerosas e importantes bajas, pero los visitantes tuvieron la iniciativa en los instantes finales y se llevaron el premio.
El ritmo de salida fue altísimo. El Valencia se apoyó en Rivero y en Labeyrie para cimentar sus primeras ventajas. El triple hizo mucho daño a los locales en el primer cuarto y el bloque de Tabak no encontró el paso para encadenar dos acciones positivas (6-12).
Los azules echaron mano de Benite y el brasileño reactivó a los azules con balón para estrechar el margen. McGee se sumó a esta batalla particular de un Hereda San Pablo que funcionó con chispazos en un continuo desgaste para seguir la estela naranja (17-18).
El partido se complicó por momentos, a pesar del liderazgo asumido en pista por Rabaseda y Dani Díez. El madrileño atraviesa un dulce momento de forma y sostuvo a los locales, quienes sufrieron ante los recursos de los visitantes.
El 22-30 ya era un problema solucionado de nuevo por los dos internacionales españoles. Necesitaba algo más el cuadro de Tabak, sobre todo en la pintura. El Valencia subió al máximo el nivel físico y el Hereda San Pablo cedió en otros apartados como el tiro libre, su potro de tortura temporada tras temporada. En la línea del 4.60 se perdieron muchas de sus opciones con un terrible 10/20.
Dani Díez se multiplicó para arañar el 33-37 con su tercer triple de la noche. Fue un oasis en mitad del 5/21 en tiros de tres del equipo. Así, el control correspondió al cuadro de Peñarroya y entre Dimitrijevic y Hermansson cocinaron un parcial de 0-9 para dejar contra las cuerdas a los castellanos. Ese 33-46 era muy peligroso a las puertas del descanso y los burgaleses tuvieron la capacidad de sprintar hasta el 38-46 para ver el futuro de otro color.
Y así fue, porque el tercer cuarto pudo marcar el desarrollo del encuentro. El Valencia encadenó fallo tras fallo desde la línea de tres puntos y eso afianzó el despliegue castellano. Un parcial de 6-0 confirmó el cambio de tendencia, pero los pupilos de Zack perdieron la ocasión de dejar groggy a su rival.
Y es que los taronjas acumularon casi cinco minutos sin anotar. El Hereda San Pablo celebró su primera ventaja en el encuentro (50-49), un botín menor en una situación favorable. De hecho, el talento del rival no tardó en salir a flote.
Renfroe conectó con Kravic en un toma y daca del que siempre salía vencedor el combinado visitante, a pesar de que las distancias fueran mínimas (54-57). Por eso, después de que Zack pusiera por delante a los locales con el 58-57 a falta de 7:50 para el final, los visitantes tomaron el mando en el momento decisivo.
Un triple de Van Rossom abrió una brecha pequeña, pero letal. Los de Peñarroya se manejaron con ventajas cortas y exprimidas al máximo con el 60-66. El San Pablo, víctima de la precipitación y del desacierto en tiros liberados, lamentó que hasta Benite fallara sus dos tiros libres.
Con todo, los de Tabak llegaron vivos al desenlace. Braimoh rascó el 64-66 y los burgaleses necesitaban una buena defensa, pero Hermansson no falló desde la personal (64-68) para sentenciar un partido cerrado con un error de Kravic. El San Pablo se lamenta.