El Correo de Burgos

FÚTBOL / Segunda

El Mirandés vuelve a sumar

Los rojillos cuajan un partido práctico ante el colista / El cuadro de Escobar controló el ímpetu alfarero en el comienzo y manejó la situación a pesar de jugar en inferioridad desde el  minuto 38

Camello busca el pase. LALIGA

Camello busca el pase. LALIGA

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DIEGO ALMENDRES

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ALCORCÓN  0

MIRANDÉS  0

Alcorcón:

Dani Jiménez, Laure (Vega, min. 86), José Carlos, Xisco, David Fernández, Calero, Arribas (Hugo, min. 70), Borja Valle (Valencia, min. 70), José Ángel (Hernández, min. 59), Moyano y Rivas (Zarfino, min. 86). 

CD Mirandés:

Lizoain, Carreira, Arroyo, Odei, Álex López (Oriol Rey, min. 88), Meseguer, Hassan (Iago López, min, 46), Brugué (Riquelme, min. 78), Capelini, Imanol y Camello (Aguirre, min. 92). 

Árbitro:

López Toca.

Tarjetas amarillas:

A los locales José Ángel y Calero y al visitante Capellini.

Tarjetas rojas:

Al visitante Capellini (min. 38).

Goles:

  No hubo. 

El Mirandés volvió a sumar. No tres puntos como quería, pero supo adaptarse a las circunstancias en un incómodo partido frente al Alcorcón condicionado por la expulsión de Capelini en el minuto 38.

La salida a Santo Domingo tenía su miga. Por mal que esté el conjunto madrileño, esta visita siempre es delicada. Y máxime cuando el equipo alfarero asume que no puede dejar escapar más oportunidades para engancharse al tren de la permanencia.

Los amarillos se han movido en el mercado de fichajes de invierno y protagonizaron la salida esperada en su duelo contra un Mirandés que guardó la calma.

El rival apretó en los primeros compases y lo probó con un disparo de Moyano que se fue por poco. El combinado de Anduva no encontró la profundidad deseada por fuera y por dentro le costó progresar con el balón.

El Alcorcón, más vertical, presionó arriba y a punto estuvo de sorprender a un Lizoain que se la jugó con un recorte en su área pequeña. Insistieron los madrileños, esta vez con un remate de Calero desde la frontal que encontró la brillante respuesta del portero rojillo.

El canario, a contrapié, solucionó con una dura mano el disparo seco y raso. Los problemas se acumularon y el conjunto de Lolo Escobar debía hacerse con el mando.

Poco a poco, Meseguer y Álex López entraron en juego. Por fin, los visitantes tuvieron más posesión y ganaron seguridad sobre el terreno de juego. El siguiente paso era conectar con Hassan y Brugué en las bandas y con Camello arriba, pero solo Hassan mostró algo de chispa.

Mientras tanto, Lizoain salió a los pies de Arribas para achicar el espacio en el uno contra uno. Los minutos pasaban y el Mirandés parecía llevar poco a poco el partido a su terreno.

Capelini tuvo el 0-1 en una acción de calidad a la media vuelta a la que respondió Javi Jiménez con un plástico vuelo. Los rojillos iban a más, aunque se encontraron con un inesperado contratiempo en el camino.

El jugador italiano vio la tarjeta roja en el 38 después de acumular dos amarillas en apenas cinco minutos y en situaciones idénticas. El jugador visitante sacó el codo en la lucha por sendos balones aéreos y dejó en inferioridad a su equipo. De nuevo, el Alcorcón se reactivó y empujó con más ganas que ideas hasta el descanso. Calero lo intentó una vez más y Lizoain se mostró seguro junto al poste.

Se planteaba una situación interesante para el Mirandés, a pesar de la roja de Capelini. Y es que a los amarillos no les vale ningún empate en su agónica lucha por la permanencia. Los rojillos sabían que tendrían espacios en la segunda mitad y suyas fueron las primeras ocasiones.

Camello se internó en el área entre dos defensas para probar a Dani Jiménez antes de que el portero local salvara un disparo envenenado de Brugué desde fuera del área.

El Alcorcón quiso apretar, subió la línea de presión y lo intentó con más impulso que fútbol. El Mirandés, paciente, esperó su momento en un partido que comenzó a partirse superado el minuto 60.

El bloque de Lolo Escobar tenía la situación controlada en defensa. Lejos de llegar la esperada oleada alfarera, la sensación favorecía los intereses del conjunto visitante.

Eso sí, el Mirandés se salvó de milagro de un penalti de Lizoain sobre Xisco. El portero arrolló al delantero alfarero, pero ni el árbitro ni el VAR entendieron que la acción mereciera el castigo desde los once metros.

Al Alcorcón no le quedó otra que acumular hombres de ataque con los cambios, una apuesta desesperada que no encontró ni una sola ocasión de peligro. El choque estaba abocado al 0-0 y no hubo margen para un cambio de guion.

 

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