Los "héroes" del derbi

El derbi burgalés se detuvo en el minuto 70 y, por un momento, rivalidades, cánticos y fútbol, se interrumpieron dejando paso a la vida. El feudo burgalés, convertido en un lugar de fiesta y griterío en los últimos tiempos, enmudeció cuando los servicios de seguridad y protección civil advirtieron de una circunstancia inusual en un campo de fútbol. 

Fue en ese momento cuando Antonio Rodríguez, jefe de los servicios médicos del Burgos CF, junto con los fisioterapeutas del club, atravesaron el campo en dirección a la lateral para auxiliar a un varón en parada cardio respiratoria.

"Vimos murmullo en la grada y hablamos con la Cruz Roja, que nos avisó de que había la sospecha de una parada cardiorespiratoria. Pedimos permiso al árbitro, e inmediatamente saltamos al campo", comenta Antonio. 

Fue entonces cuando la rápida actuación coordinada entre los servicios médicos del club, Cruz Roja y aficionados como Pedro Beltrán, médico de medicina intensiva en el HUBU, lograron asistir al varón que yacía sin pulso en la grada. "Cuando llegamos, ya se había identificado la parada cardíaca, que es lo más importante. Y entre el público había mucha gente con conocimientos en RCP básica. Por lo que ya estaban haciendo el masaje de reanimación. Pusimos a disposición del médico el desfibrilador del club y fue vital, porque inmediatamente recuperó el pulso", asegura.

Fueron siete minutos de verdadera incertidumbre y un silencio sepulcral en El Plantío, algo impensable en pleno partido. Se trataba de instantes vitales, como así asegura el médico del club porque "El tiempo es oro en estos casos", y la rápida movilización de efectivos hizo posible la reanimación y evacuación del aficionado blanquinegro que actualmente se encuentra estabilizado en la UCI del Hospital Universitario de Burgos.

Junto con la veloz actuación de los servicios médicos que salvaron la vida del paciente, Antonio destaca la actitud de los aficionados y su responsabilidad individual para facilitar las cosas en un momento tan complicado: "La gente colaboró muchísimo para que todo funcionase. Los fisioterapeutas, protección civil, la seguridad del estadio y los aficionados, todos entendieron la complejidad del momento y por suerte, todo salió bien", afirma.

Sin embargo, no fue hasta una vez terminado el encuentro cuando el equipo médico fue consciente de lo que había sucedido:

 "El partido no nos dejaba descansar, teníamos la adrenalina por las nubes y cuando llegamos al vestuario pudimos valorarlo todo". 

Actualmente, el Burgos CF "cuenta con 7 desfibriladores en el campo" algo inusual en la categoría y que para el médico del club "es fundamental porque permite la actuación en casos de emergencia tanto en el césped como en la grada".