Una final con sabor a «play-off»

Alzarse con su tercera Copa LEB Plata. Ese es el sueño del UBU Tizona que viaja a Menorca con la moral por las nubes tras derrocar a toda la conferencia oeste en la primera vuelta, a excepción del Enrique Soler. Los cidianos se enfrentarán al campeón de invierno del grupo este, el Hestia Menorca, que estará arropado en su feudo por más de 3.500 espectadores, este sábado a las 19:30 en el Pavelló Menorca de Mahón.

El técnico azulón, Diego Ocampo dejó clara su premisa el pasado martes: «disfrutar mientras jugamos la final, independientemente del resultado». Por ello, la clave será «jugar un partido completo, siendo nosotros mismos», recordando que «nuestro juego se basa en jugar, con intensidad, con inteligencia y en equipo los cuarenta minutos del partido» comenta. 

La expedición burgalesa viaja a Menorca al completo con todos los jugadores disponibles para enfrentarse a un rival que Ocampo describe como «de mucha dificultad, que tiene un equipo muy largo y está compitiendo muy bien». 

Menorca llega a la final con un balance en liga de 14 victorias y 3 derrotas, dos más que el equipo burgalés (16-1). No obstante, tan solo uno de esos tropiezos fue en el Pavelló de Menorca. El Prat ha sido el único equipo capaz de llevarse la victoria de la isla (70-73).

Para superar esa condición de segundo mejor local de la categoría, el Tizona presenta sus credenciales como visitante: Ocho triunfos en nueve partidos lejos de El Plantío, con resultados tan abultados como el 57-98 que le endosó al filial del Baskonia o el 58-71 al segundo clasificado del grupo este, el Clavijo.  

Para los nostálgicos, este enfrentamiento rememora la final del ascenso a la Liga ACB en 2010, donde los baleares consiguieron el premio en el quinto partido, después de una eliminatoria sumamente igualada.