Un empate que tranquiliza

Se rompe la racha de victorias del Mirandés, pero el equipo sigue sumando hacia ese objetivo que no es otro que una permanencia tranquila. Los de Joseba Etxeberria se adelantaron en los primeros compases, con Raúl fiel a su cita con las mallas adversarias, pero el Racing igualó cerca del descanso en un tiro de falta de Juergen. En el segundo periodo fueron muy superiores los locales, pero tampoco hallaron con facilidad las vías hacia el marco racinguista. Herrero volvió a brillar bajo palos deteniendo un penalti mediado el primer periodo a un viejo amigo como Íñigo Vicente, y al final hubo satisfacción compartida por el punto, por sumar, por un final de Liga calmado en Miranda y Santander.

Mejor inicio imposible para el Mirandés en una transición rápida por el carril central partiendo desde Oriol, para el centro raso de Juanlu desde la derecha que el killer Raúl García de Haro enganchaba en carrera conectando un disparo que se colaba pegadito al poste. Ni siquiera abierta la bolsa de pipas, y 1-0 en todo lo alto.

Trataba de reaccionar un muy bien acompañado Racing, llevando más el esférico. Un viejo conocido como Íñigo Vicente probaba desde el balcón del área perdiéndose el esférico cerca de la escuadra del marco local. El encuentro se movía en ese primer tramo buscando la ubicación de cada uno, pero al cuarto de hora irrumpía Roberto López desde unos 25 metros aprovechando que la zaga racinguista defendía con la mirada para soltar un misil que la yema de los dedos de Ezkieta enviaba al travesaño evitando el dos a cero. Los de Joseba Etxeberria, un día más, llevaban puro veneno en cuando se asomaban a los tres cuartos de campo.

Después de varios problemas con los globos que la afición del Racing dejó caer al césped, el Mirandés seguía con peligro en cada llegada, colaborando en ocasiones una defensa visitante algo desubicada. Avanzaba el encuentro con mucha intensidad hasta que a los 26 minutos, una llegada con disparo de Mboula para el Racing golpeaba en el brazo despegado de Álex Martín, penalti para los cántabros. El disparo raso de Íñigo Vicente lo atrapaba en dos tiempos y de manera poco ortodoxa un sensacional Alfonso Herrero, paradón de reflejos.

Después de marrar el penalti, el omnipresente Íñigo en la ofensiva del Racing lo volvía a intentar en una avance en solitario con disparo sutil en vaselina desde fuera del área que se perdía por encima del travesaño. Respondía para el cuadro jabato un Roberto López siempre buscando la sorpresa desde lejos, si bien en esta oportunidad le falló por poco la puntería, balón por línea de fondo.

El Mirandés no tenía la pelota ni llegaba tanto como en otras ocasiones, y el acoso del Racing acabó encontrando premio a pelota parada, en una falta muy bien ubicada para la izquierda de Juergen Elitim, y que el colombiano puso en la misma escuadra, imposible para Alfonso. Nuevo decorado en el encuentro, con el Mirandés buscando con ganas una segunda diana antes del intermedio. La volea de Raúl se marchó desviada en el añadido y quedaron selladas las tablas en los quince minutos de descanso y reflexión.

Arrancaba el segundo acto con mucho dinamismo y con llegadas rojillas para Roberto López y en combinación entre Óscar Pinchi y César Gelabert, con córner final. El control era de un Mirandés dolido por ese empate cerca del asueto, con una oportunidad en un centro chut de Salinas que despejaba el meta racinguista con aprietos.

A la hora de encuentro la volvía a tener el conjunto jabato en una jugada colectiva comenzada en acción de crack por Gelabert. El centro final de Juanlu lo peinaba con picardía de cabeza Raúl pero el esférico se perdía un par de palmos por encima del travesaño en una muy buena ocasión de los locales.

Pero después de 25 minutos iniciales donde fue el Mirandés el conjunto que llevó siempre la iniciativa y el peligro, comenzó a estirarse el Racing con un primer aviso de Aldasoro con disparo desviado en carrera. Los cántabros comenzaban a tener más la pelota ante una escuadra jabata cada vez más incómoda.

Movía piezas Etxeberria ante esa tesitura, refrescando la zona medular. Pedía penalti Anduva por una posible mano de la defensa del Racing a trece del noventa, en una segunda mitad donde las cosas estaban cada vez más abiertas, con unos y otros buscando los tres puntos. La tuvo Javi Llabrés en el balcón del área tras un gesto técnico fastuoso, pero su chut era desviado a córner por la testa del defensa Mantilla cuando se cantaba el 2-1. Diez córners sumaba ahí el Mirandés, con mucho peligro en cada lanzamiento.

A los 36 minutos de la segunda parte se acordaba el colegiado del calor reinante, haciendo una pausa de hidratación muy fuera de plazo. Para el registro queda el dato. No se rendían los locales y un zurdazo de Oriol Rey desde 25 metros ponía de prueba de nuevo al arquero del Racing, pero en los compases finales las dos escuadras dieron por bueno el punto. Una permanencia bien lo vale.

CD MIRANDÉS 1 RACING DE SANTANDER 1

CD Mirandés: Alfonso Herrero; Juanlu, Beñat Prados (Raúl Navas, 85´), Álex Martín, Barbu, Salinas; Roberto López (Javi Llabrés, 67´), Oriol Rey, Gelabert (Álvaro Sanz, 74´), Óscar Pinchi (Jofre Carreras, 74´); Raúl García.

Racing de Santander: Jokin Ezkieta; Dani Fernández, Mantilla, Pol Moreno, Satrústegui, Saúl; Mboula (Sangalli, 60´), Aldasoro (Íñigo, 91´), Juergen, Íñigo Vicente (Jorge Pombo, 84´); Baturina (Matheus Aiás, 60´).

Árbitro: Trujillo Suárez (Colegio tinerfeño)

Tarjetas amarillas: A a los locales Álex Martín (26´) y Barbu (70´) y a los visitantes Saúl García (29´) y Mantilla (72´).

Tarjetas rojas: No hubo.

Goles: 1-0 (3´): Raúl García. 1-1 (42´): Juergen Elitim).