El Correo de Burgos

Gipuzkoa 64 - 69 San Pablo

A un partido de volver a la ACB

El Hereda San Pablo Burgos remonta a Gipuzkoa Basket en la semifinal del play-off y se enfrentará a las 20:30 horas al Zunder Palencia por el ascenso / Mahalbasic fue el héroe de la gesta contra los guipuzcoanos

Rasid Mahalbasic sostuvo al equipo durante la primera mitad con 14 puntos e incontables intangibles.

Rasid Mahalbasic sostuvo al equipo durante la primera mitad con 14 puntos e incontables intangibles.Santi Otero

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Llegó como séptimo clasificado de la LEB Oro al play-off, derrotó a Movistar Estudiantes por la vía rápida silenciando al WiZink Center y ahora tumba al Gipuzkoa Basket ante su público. Su nombre es Hereda San Pablo Burgos y su apellido es finalista de la Final Four que se disputa este domingo (20:30 horas), también en el Coliseum. Hasta ahí lo ha llevado el patrón, Curro Segura, y los marinos que durante toda la temporada, o parte de ella, han cedido a las exigencias del técnico para olvidar las individualidades y centrarse en el colectivo. Los Álex, Khyri Thomas, Luka Rupnik, pero sobre todo, Rasid Mahalbasic y su exhibición en la semifinal. El pívot esloveno sostuvo a los burgaleses en los peores momentos para llevar a los suyos hasta el partido decisivo de la temporada, donde ya espera Zunder Palencia, el otro clasificado.  

Sin Giannis Kouzeloglou, descarte de Curro Segura para la cita, el San Pablo arrancó con Rupnik, Thomas, Álex López, Carlos Suárez y Van Zegeren en la pista. El quinteto de todo el play-off. Gipuzkua ganó el salto inicial y encontró sus primeros puntos en el primer sistema con un lanzamiento de tres puntos de Motos que terminó en la cesta e inauguró el marcador. Problemas en la mesa de anotación enfriaron el inicio del partido.

Solucionado el inconveniente electrónico, Gipuzkoa amplió su renta hasta los 8 puntos con dos canastas más, mientras Burgos perdía a Thomas con dos faltas y erraba una y otra vez en sus ataques. Nervios y desajustes.

Con el rosco aún en el luminoso, Segura paró el partido a razón del 11-0 que brillaba en lo alto del Coliseum. La primera canasta burgalesa no llegó hasta el 3:20 de juego, con una bandeja del veterano Carlos Suárez. Sin la brillantez desde el exterior vista en la serie contra Estudiantes, el Hereda se encomendó a la zona para cortar la sangría. No obstante, el atasco desde la línea del 6,75 continuó durante todo el parcial -0 de 9 en triples por el 4 de 7 de Gipuzkoa- y esto decantó la balanza.

Carlos Suárez aportó su veteranía durante los primeros minutos de juego.

Carlos Suárez aportó su veteranía durante los primeros minutos de juego.Santi Otero

Después de 9 lanzamientos desde el exterior, Burgos destapó el tarro de las esencias con el triple de Mahalbasic, quizás, el menos esperado y por ello el más liberado. Sin embargo, el desolador panorama de las estadísticas (1-10) llevó al conjunto de Curro Segura a ceder el parcial (21-15).

El paso por el banquillo sirvió para que el San Pablo recuperara el orden defensivo y en ataque elaborara más las acciones hasta conseguir el primer lanzamiento liberado de Álex Barrera que redujo la diferencia. 

Con el 26-21 en lo alto, las caras de los jugadores de celeste cambiaron. La ansiedad se tornó en confianza y el público, mayoritariamente local, ayudó a darle la vuelta a la tendencia. También ayudó que Mahalbasic encontró la fórmula para superar a su par en la zona y que Rodrigo San Miguel aportó la pausa que pedía Segura desde la banda (26-25).

El acierto de Gipuzkoa (50% en tiros de campo) y las decisiones arbitrales evitaron que Burgos culminara la remontada en el ecuador del segundo acto (29-25). Fue entonces cuando el técnico granadino devolvió a la pista a uno de sus conductores de juego, Luka Rupnik, desaparecido desde la funesta racha de lanzamientos desde el exterior, 4 de ellos del esloveno.

Su entrada en la cancha centró los esfuerzos de la defensa guipuzcoana y esto liberó a Gonzalo Corbalán para que se echara el equipo a la espalda. Tras varias canastas consecutivas, el argentino gozó de un lanzamiento desde fuera para tomar el mando por primera vez en la semifinal, pero la puntería siguió desviada (31-30).

Corbalán durante el encuentro.

Corbalán durante el encuentro.Santi Otero

Lo más positivo para el conjunto burgalés fue que ante la ausencia de lanzadores, Mahalbasic asumió la responsabilidad en todas las facetas del juego y Burgos se marchó al descanso con una pequeña desventaja de 5 puntos (39-34). Lo peor, el criterio arbitral, mucho más liviano que en la anterior semifinal y que evitó que el Coliseum disfrutara de la calidad de jugadores como Khyri Thomas (3 faltas), Joey Van Zegeren (3) o Gonzalo Corbalán (2). 

Ya en la segunda mitad, Segura trató de que su quinteto inicial se conectara, a excepción de Thomas, ya que durante el primer tiempo, 32 de los 34 puntos corrieron a cargo del banquillo. En busca de ese juego más coral, López encontró a Van Zegeren en el poste bajo para sumar de dos (42-36). Canasta a la que respondió Gipuzkoa con un triple liberado tras dejar en el suelo a Corbalán con un codazo no señalado.

Curro Segura tuvo sus más y sus menos con el trío arbitral durante todo el encuentro.

Curro Segura tuvo sus más y sus menos con el trío arbitral durante todo el encuentro.Santi Otero

En un intento por igualar la intensidad de los contactos, Burgos vio una antideportiva que redondeó la técnica a Segura. Un despropósito que se tradujo en +13 para Gipuzkoa (49-36) que obligó al entrenador a pararlo todo. Los gestos de nerviosismo fueron la tónica general durante todo el tercer cuarto y es que el margen de maniobra cada vez era menos. 

Con un tapón de Thomas, que no anotó pero aportó sobremanera en defensa, el Coliseum volvió a vibrar. Así llegaba el punto de inflexión que buscaba Segura y que supuso romper el techo de los 10 puntos con las incontables canastas de Mahalbasic. Un triple de Barrera tras recorrer la mitad de la pista puso el 54-50. Y aunque Zubizarreta anotó sobre el reloj de posesión, Burgos se marchó una vez más 5 puntos abajo, pero con mucha vida. 

Un jugadón culminado por Barrera y la canasta posterior de Thomas dieron comienzo al cuarto decisivo (56-55). Las dudas viajaron al bando visitante y con una menor rotación, Gipuzkoa, poco a poco fue acusando el cansancio. Sin embargo, aguantó con el resultado a favor hasta el 35’ cuando una recuperación de Kacinas terminó con la canasta de Van Zegeren y un mate de Corbalán (58-61). 

El alleyoop de Van Zegeren después de la pausa desesperada de Lolo Encinas, confirmó que Burgos tenía la llave de la final en su mano. Barrera se la metió en el bolsillo con un triplazo desde 7 metros y el Coliseum, con los vellos de punta, apretó hasta la extenuación para que los suyos no perdieran el premio de la remontada. Al final 64-69. 

Gipuzkoa Basket 64 - 69 Hereda San Pablo

Gipuzkoa Basket: Carlson (11), Oroz (9), Motos (15), Delas (11) y Sollazzo (2) -cinco inicial- Zubizarreta (2), Beraza, De la Orden (11) y Nurger (1).
Hereda San Pablo Burgos: Khyri Thomas (7), Van Zegeren (8), Álex López, Carlos Suárez (2) y Luka Rupnik -cinco inicial- San Miguel, Kacinas (2), Álex Barrera (12), Corbalán (11), Mahalbasic (23) y Norelia (3).
Árbitros: López Herrada, Lema Parga y Carrera Rosdevall.
Eliminados: No hubo.
Pabellón: Coliseum: 7.858 espectadores.
Parciales: 21-15, 16-19, 17-17 y 8-18.
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