El Correo de Burgos

Un mar de triples para una nueva victoria del San Pablo Burgos

El conjunto de Lolo Encinas logra su cuarta victoria consecutiva ante el UEMC Valladolid (94-69)

Imagen del partido entre el Longevida San Pablo Burgos y el UEMC Valladolid.

Imagen del partido entre el Longevida San Pablo Burgos y el UEMC Valladolid.SANTI OTERO

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El San Pablo de Burgos continúa en un momento muy dulce. Sumó su cuarta victoria consecutiva que le consolidan en la zona alta de la clasificación. Los de Lolo Encinas jugaron un más que buen partido ante un Valladolid que se resistió hasta el tercer cuarto. A partir de ahí, todo fue mucho más fácil para los locales. Gonzalo Corbalán fue el máximo anotador con 17 puntos. Los pucelanos perdieron muchos balones (16) y el conjunto burgalés anotó nada menos que 14 triples. Un derbi castellano desigual.

No pudo empezar mejor el conjunto burgalés. Barrera anotaba un triple y estrenaba el marcador en el Coliseum (3-0). Los de Lolo Encinas, algo más entonados, consiguieron una ventaja de hasta cinco puntos en algo más de tres minutos (11-6). Sin embargo, el Valladolid se puso las pilas y rápidamente equilibró el enfrentamiento (11-11) gracias a un parcial de 0-5. El base Michael Torres estaba siendo un auténtico quebradero de cabeza para la defensa local. Junto a él, el alero congolés Belemene también hacia daño con sus tiros. Se pasó por el ecuador del primer cuarto con el luminoso de 14-11, gracias a un nuevo triple del catalán Álex Barrera. Pero los pucelanos se aplicaron en ataque y lograron su primera ventaja con un triple de Schmidt (16-17). El San Pablo de Burgos no supo responder y su defensa, muy blanda, permitió al Valladolid distanciarse hasta los cinco puntos de ventaja (16-21) a poco menos de tres minutos para la finalización del periodo. Lorenzo Encinas no se lo pensó y movió el banquillo. Como premio un parcial favorable de 7-0 que daba la vuelta al marcador (32-21). Un triple final del americano Speight, a seis segundos, rompió la igualdad y selló el definitivo 29-25.

Ya en el segundo cuarto, Ali amplió la ventaja burgalesa (31-25). No le quedó más remedio al técnico del Valladolid, Paco García, que pedir un tiempo muerto. No le estaba gustando nada lo que estaba viendo. Y es que el San Pablo estaba jugando sus mejores minutos. El ghanés salió entonado y lideró a los suyos con cinco puntos consecutivos (34-25). El entrenador visitante buscó un revulsivo cambiando casi todo el equipo. Pero la dinámica no cambió en exceso (35-27), resultado con el que se llegaría al minuto 15. Nuevo tiempo muerto de Paco García, que se desesperaba ante el desacierto de sus jugadores. La máxima diferencia se elevó a diez puntos (37-27) con dos tiros libres anotados por Corbalán. Sin embargo, Schmidt salió al rescate de los blanquivioletas y rompió la racha anotadora de un San Pablo muy efectivo. Fue el momento donde apareció el escolta esloveno Lapornik, muy desangelado hasta ese momento, para firmar el 40-29 a 2’57’’ para el final de la primera parte. Jiménez se unió a la fiesta con un triple desde la esquina (43-29). Catorce puntos de diferencia, la máxima hasta el momento. Una defensa intensa funcionaba a las mil maravillas y ahogaba a un Valladolid con escasos recursos. Un lanzamiento triple de Lapornik acabó por enterrar las ilusiones visitantes y el San Pablo alcanzaba su máxima ventaja (15 puntos). Al final de los primeros veinte minutos, el luminoso reflejaba un 47-32. El parcial había sido de 18-7. Los nueve balones perdidos habían pasado factura al equipo de Paco García, además de los ocho triples anotados por los locales.

Tras el receso, se esperaba un Valladolid diferente, ya que en la primera parte había ido de más a menos. Pero El argentino Corbalán se encargó de frenar el ímpetu visitante con un triplazo (50-32). El Coliseum lo celebraba con una gran explosión de alegría totalmente desatada. Luego, el San Pablo se atascó y dejó de anotar (50-35), por lo que Lorenzo Encinas movió el banquillo. Y logró su objetivo ya que el marcador no sufrió excesivos cambios (55-38) pese a los intentos constantes de un Valladolid que no podía reducir su desventaja y volver al partido para luchar por la victoria. Ali estaba imparable (67-46) y la máxima diferencia se elevó hasta los 21 puntos. El partido empezaba a tomar tintes dramáticos para los pucelanos. Paco García detuvo el partido para enderezar el rumbo de su equipo. Restaban 1’32’’ para la conclusión del tercer cuarto. Speight volvió a bombarderar el aro visitante con un triple (70-48). Vintidós puntos de distancia separaban ambos conjuntos. Una fiesta total entre la afición burgalesa. A la conclusión, 70-50. Vene veía el partido desde el banquillo -se había cargado pronto con cuatro personales-. El enfrentamiento entre dos grandes parecía sentenciado.

Sin embargo, restaban todavía diez minutos. Los últimos compases empezaron con intercambio de canastas que no hizo cambiar la dinámica del partido. Parecía que el último cuarto sería de puro trámite. Se llegó a los últimos cinco minutos del encuentro con el marcador de 82-59. Corbalán, con cuatro puntos consecutivos, y Fischer, muy resolutivo en este periodo, hundieron aún más a su rival (92-62). El marcador, de auténtico escándalo. Un parcial de 2-7 final maquilló algo el resultado final (94-69).

LONGEVIDA SAN PABLO BURGOS - UEMC REAL VALLADOLID BALONCESTO, 94-69

Longevida San Pablo Burgos: Barrera (9), Corbalán (17), Vene (10), Lapornik (10) y Fischer (7). También jugaron Speight (12), Adala (2), Heinoven (0), Kasibabu (5), Rosa (2), Ali (16) y Jiménez (4).

UEMC Real Valladolid Baloncesto: Schmidt (5), Torres (20), N’Guessan (8), De la Fuente (11) y Belemene (5). También jugaron Costa (5), García-Abril (0), Puidet (2), Royo (2), Kovacevic (0), Fernández (2) y Nwogbo (9).

PARCIALES Primer Cuarto: 29-25 Segundo Cuarto: 18-7 Tercer Cuarto: 23-18 Cuarto Cuarto: 24-19

ÁRBITROS: Morales Ruiz, Germán Francisco y Jesús Marcos. Eliminado el local Fischer y el visitante Nwogbo.

PABELLÓN: Coliseum Burgos. Unos 1.500 espectadores.

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