Lisci tras los tres despidos en Segunda: "Los entrenadores somos los menos protegidos del fútbol"
"Pagamos por errores del club, de la dirección deportiva, de los jugadores. Al final se equivoca todo el mundo y muchas veces el entrenador es el menos responsable y paga". El técnico italiano del Mirandés envía "mucho ánimo a los tres entrenadores que no pueden terminar la liga y ojalá sean los últimos tres, aunque todos sabemos que no"
Después de seis jornada de Liga en Segunda División, tres entrenadores no llegarán a la séptima por decisión de sus clubes que han cortado por lo sano destituyéndolos de manera fulminante. El último de ellos, Abelardo este jueves. Al 'Pitu' lo echan del Cartagena igual que Óscar Cano fue apartado del Tenerife y el Granada -que juega este domingo con el Burgos- prescindió de Guille Abascal. Precisamente el banquillo del equipo nazarí es una silla eléctrica que ha abrasado a cinco entrenadores en diez meses.
Esta escabechina en los banquillos de Segunda ha soliviantado al gremio técnico y varios entrenadores de la Liga han opinado en sus comparecencias previas al fin de semana sobre la falta de respaldo de sus respectivos clubes a estos tres entrenadores que fueron fichados este verano y no han llegado al mes de octubre.
Entre ellos, el míster italiano del CD Mirandés, Alessio Lisci, siempre con sinceridad y claridad en sus comperecencias, quien ante los tres despidos de compañeros de profesión argumentó que "es evidente que los entrenadores somos los menos protegidos del fútbol".
El técnico italiano, que afronta su segunda temporada en Miranda de Ebro, considera que los entrenadores son los que "siempre" pagan los platos rotos "por errores del club, de la dirección deportiva, de los jugadores". "Al final se equivoca todo el mundo y muchas veces el entrenador es el menos responsable y paga. Pero es así, somos el anillo más débil de esta cadena y lo sabemos", lamentó.
Lisci aprovechó la circunstancia para enviar un aviso a sus compañeros de profesión a los que insta a "entre nosotros ser fuertes, compactos y ayudarnos todo lo que podamos".
Recomendó, igualmente, "intentar tomar buenas decisiones cuando firmemos por un club, saber a dónde vamos, porque luego vienen los problemas". Lisci, envió "mucho ánimo a los tres entrenadores que no pueden terminar la liga" e hizo votos porque "ojalá sean los últimos tres, aunque todos sabemos que no".
Los entrenadores alzan la voz
Los argumentos de Alessio Lisci ante unos despidos en los banquillos de Segunda que son moneda común y también abundaron la temporada pasada, se suma a la valoración de otros técnicos de la categoría como Imanol Idiakez, quien puso el dedo en la llaga desde La Coruña al señalar a quien decide despedir a un entrenador tan pronto porque, en su opinión, también debería cuestionarse para qué lo contrató en su momento. De la misma manera que el técnico vasco sentenció que despedir a un entrenador "en la jornada 5 o 6" también dice mucho sobre quien toma esa decisión. "Así funciona el circo. Hace tiempo que nos volvimos locos", señaló gráficamente el técnico del Depor.
El técnico del Albacete Balonpié, Alberto González, lamentó la decisión del Granada, el Cartagena y el Tenerife que, a su juicio carece de "lógica" y "coherencia" y fue más allá al cargar contra la "tendencia de quitar automáticamente al entrenador cuando un equipo no tiene tres resultados positivos".
En ese sentido razonó que en Segunda División las plantilla de muchos equipos se complentan "días antes de que cierre el mercado, que se ha cerrado en la jornada tres" y por eso se pregunta ¿cómo se puede echar a un entrenador en la jornada cinco? cuando es "imposible consolidar un equipo en dos o tres semanas cuando partes de cero".
González defiende que "los equipos necesitan tiempo para poder desarrollarse, para consolidar una idea, para irle dando forma" y por eso aboga por levantar la presión sobre los entrenadores. La receta del entrenador malagueño del Alba en esta situación es "no dejar de ser yo y dejar de hacer aquellas cosas en las que creo, por el miedo a perder el puesto de trabajo".
En Cádiz, Paco López, sigue la senda de Idiákez y lamenta que "flta mucha paciencia. Esto es una locura", mientras que en Oviedo Javi Calleja se preguntaba "¿por qué se confía en un proyecto y al poco tiempo se deja de confiar?" En su opinión los despidos no se deciden "sólo por entrenadores y resultados" cuando "los objetivos se consiguen a final de temporada".