BALONCESTO
Tizona se pone su propia meta
Quiere frenar la resurrección de Alicante, pero, sobre todo, asentar su ritmo para dejar atrás las cargas que arrastra
Jaume Lobo y Jordi Rodríguez, a punto de coger el autobús con destino a Alicante.
El Grupo Ureta Tizona Burgos encara este sábado un duelo clave ante el HLA Alicante, un rival que, aunque ha tenido que lidiar con serias dificultades esta temporada, llega a este final de año con esperanzas renovadas tras algunos cambios en su estructura. Para el conjunto burgalés, este partido es algo más que su determinación para cerrar su último desplazamiento de 2024 con una victoria que les permita reforzar su posición en la tabla, después de una ajustada derrota ante el Grupo Alega Cantabria (83-80) en un encuentro donde su carácter competitivo quedó fuera de toda duda.
La clave de fondo de este encuentro es que la siguiente cita en El Plantío será para medirse al San Pablo en el derbi burgalés. Ambos equipos desean presentarse en el polideportivo El Plantío con la mejor tarjeta posible de resultados y para ese empeño, Lucentum es siempre un rival incómodo porque acostumbra a ser correoso y peleón.
La cita es este sábado a las 20:00h en el Centre de Tecnificació Sportiva de Alicante.
En la previa al partido, Salva Camps se mostró optimista respecto al estado físico de su plantilla, aunque no ocultó las dificultades vividas en las últimas semanas debido a una oleada de virus sufrida en el vestuario. “Mois y Meunovic se han reincorporado al grupo tras superar el virus y viajarán a Alicante”, pero la situación no está completamente controlada, ya que, según Camps «tenemos algún otro jugador con el virus (Jacobo y Totte), pero es lo que nos toca vivir y tenemos que lidiar con ello».
No es una situación nueva para el técnico azulón tener que lidiar con las bajas puesto que en lo que llevamos de temporada no le ha sido posible disponer de todos sus jugadores en plenitud de capacidades.
Simeunović, bien abrigado para viajar a Alicante.
Las bajas han condicionado más el resultado en la cancha durante los partidos que en los entrenamientos puesto que el equipo se aprecia muy trabajado y con buenas bases. Pero es cierto que, como ocurrió la jornada anterior en Torrelavega, presenta carencias de rodaje que han aprovechado otros rivales para llevarse victorias o que les han hecho sufrir más de la cuenta para vencer.
De cara al partido de Alicante, hacia donde el equipo partió en la mañana de este viernes, Camps confirmó que no podrá contar con Jacobo, quien jugó con mucho esfuerzo ante Cantabria y está condicionado por los afectados por el proceso vírico. Una lotería, pero de las malas.
El conjunto alicantino, por su parte, afronta el encuentro en un contexto de cambios significativos tras un inicio de temporada catastrófico. Con solo una victoria en los primeros diez partidos, la llegada del técnico Rubén Perelló ha dado un giro en su dinámica, mostrándose más competitivo en las últimas jornadas. En casa, lograron una contundente victoria frente a un Inveready Gipuzkoa (95-82) que esta temporada aún no ha alcanzado la solidez de otros años, aunque es un equipo muy solvente.
Alicante no pudo mantener la racha ante el Movistar Estudiantes en Madrid y quiere aprovechar el factor cancha para ir sacando partido del calendario. Lo mismo que el Tizona, que tiene un calendario bastante cuesta abajo siempre que venza a Alicante y pueda con San Pablo.
En todo caso, Salva Camps no se fía del balance del rival y en la precia del partidfo valoró el impacto de sus recientes incorporaciones. «El balance importa poco tras su renovación. Con el cambio de entrenador y nuevos fichajes, su actitud y aspectos tácticos han mejorado», explicó el técnico catalán. Además, elogió el desempeño de Kevin Larsen, un jugador clave en el esquema alicantino porque «no solo destaca por anotar, sino también por generar juego». «Ha dominado en la liga durante años», recuerda Camps.