El Mirandés se hace fuerte en Anduva
El conjunto de Lisci se impone al Oviedo con un gol de penalti de Panichelli

Los jugadores del Mirandés celebran el gol.
El Mirandés volvió a hacerse fuerte en casa y venció por 1-0 al Oviedo en el partido que ponía el liderato de la Liga Hypermotion en juego, como mínimo de manera provisional hasta que el Racing y el Huesca jueguen sus partidos de esta jornada. Un penalti transformado por Joaquín Panichelli a los nueve minutos del segundo tiempo materializó el triunfo de los de Alessio Lisci, que fueron mejores que el conjunto asturiano en el primer tiempo y, tras ponerse por delante, supieron resistir a las embestidas de los de Javi Calleja en busca del empate.
La victoria no hace más que refrendar el fortín en el que el Mirandés ha convertido su estadio de Anduva, donde con este ha ganado 12 de los 16 partidos que ha disputado esta temporada. Los rojillos solo han cedido tres empates y una derrota, ante un Granada que se llevó los tres puntos el 5 de octubre y que sigue siendo casi ya medio año después el único equipo que ha ganado en Miranda.
La quinta victoria consecutiva en casa empezó a labrarse desde el primer minuto, puesto que los de Lisci salieron más enchufados al partido que el equipo carbayón. Lo hizo especialmente Mathis Lachuer, protagonista de las dos primeras acciones remarcables del partido y de signo opuesto. Se cargó con una tempranera tarjeta amarilla apenas en el segundo minuto de juego, pero quizás enrabietado por ello fue también el primero en probar fortuna con el primer disparo a puerta del duelo. Se le marchó por encima de la portería ovetense.
Siguió mandando el Mirandés en los minutos siguientes, si bien sin llegar a someter a un Oviedo bien puesto atrás y esperando a que le llegara el momento de desplegar las alas en ataque. Una internada del lateral Iker Benito por la banda derecha acabó en un centro que se envenenó y puso en un apuro a Aaarón Escandell, que poco después tuvo que intervenir de nuevo para detener un balón rematado por Alberto Reina, que no pudo imprimir al disparo toda la fuerza que requería.
Pese a que tuvo más trabajo el portero visitante que el local, la mejor parada del primer tiempo corrió a cargo de Raúl Fernández. Su vuelo para tocar el balón con la punta de los dedos resultó clave para que la peligrosa falta que ejecutó Jaime Seoane en la frontal del área rojilla acabara tocando el larguero y marchándose fuera en lugar de encontrar la red, como el preciso lanzamiento hizo temer en Anduva.
Fue la ocasión que ilustró los mejores minutos del Oviedo, en una fase en la que el Mirandés corrió más detrás del balón de lo que lo tuvo. Eso sí, cuando los de Lisci lo recuperaban tenían las ideas claras de como correr en transición, como la que superada la media hora de juego terminó con un disparo de Julio Alonso que se marchó muy cerca del poste. Tras unos minutos con mucha batalla en el centro del campo por hacerse con las riendas de un partido muy igualado, Urko Izeta se inventó la última ocasión del primer tiempo en un centro cerrado que a punto estuvo de sorprender a Aarón.
Sin novedades en el marcador se llegó a un descanso que evidenció que ninguno de los dos técnicos estaba descontento con lo que su equipo le ofrecía. Ni Alessio Lisci ni Javi Calleja hicieron cambios y los mismos 22 protagonistas de inicio afrontaron una reanudación en la que pronto se vivió elúnico movimiento en el resultado.
Corría el minuto siete de la segunda mitad sin que nada muy destacado hubiera sucedido todavía en Anduva cuando un ataque del Mirandés terminó con el zaguero visitante Rahim Alhassane tocandó el balón con la mano en el interior del área. El árbitro riojano Sesma Espinosa no lo dudó y señaló el correspondiente penalti. El diálogo con el VAR refrendó que lo había y Joaquín Panichelli asumió la responsabilidad de la ejecución desde los once metros. Su disparo con el pie derecho ajustó el balón por abajo y buscando el palo izquierdo para batir a Aarón Escandell y poner el 1-0 en el marcador.
La ventaja rojilla obligó a Javi Calleja a empezar a mover piezas para tratar de darle réplica. Dio entrada a Hassan y Sibo, a los que minutos más tarde se añadieron Paraschiv y Santi Cazorla. Entre ambas ventanas tuvo el Mirandés una ocasión para poner más tierra de por medio, en una buena acción colectiva que culminó Pablo Tomeo con un disparo que no encontró portería.
Con los burgaleses ansiosos por defender su mínima renta y los asturianos ávidos por neuyralizarla, el partido creció algo en tensión y el colegiado optó por cortarlo de raiz con tarjetas. La vieron Ilyas por el bando visitante y Julio Alonso por el local, y quizás la amonestación pesó en la decisión de Lisci de incluir al de Terrassa en el doble cambio que hizo a doce minutos del final. Entraron Víctor Parada y Adrán Butzke en sustitución de Urko Izeta y el mencionado Alonso, en los que fueron los dos únicos relevos que efectuó el técnico romano. Sirvió para mantener al Mirandés en la consistencia cuando las fuerzas empezaban a flaquear.
Viendo que el cronómetro avanzaba y no solo no llegaba el empate, si no tampoco los ocasiones que lo propiciaran, al Oviedo no le quedó otra que subir líneas en los minutos finales para tratar de desarbolar a una zaga rojilla que volvió a rayar a gran altura. Ni tan siquiera el paso adelante que trataron de dar los carbayones en la recta final, en la que Calleja quemó su última bala con la entrada a Paulino por Colombatto, les valió para poner en grandes apuros a Raúl. Incluso la mejor ocasión para que el resultado cambiara en los minutos postreros fue del Mirandés, cuando ya en el minuto 89 Alberto Reina culminó una transición rojilla con un disparo que se estrelló en el larguero.
Pese a no sentenciar y tener que vivir en la incertidumbre de la corta renta hasta el último de los cinco minutos de añadido, el Mirandés resistió hasta el pitido final haciendo una vez más de la disiplina táctica y el esfuerzo colectivo las señas de identidad de un nuevo triunfo. Anduva sigue soñando con los pies en el suelo, pero ya nadie puede negar que los argumentos que le ofrece su equipo van cada vez a más y lo que resta de liga, cada vez a menos.
CD MIRANDÉS - REAL OVIEDO, 1-0
CD Mirandés: Raúl Fernández; Iker Benito, Egiluz, Juan Gutiérrez, Pablo Tomeo, Julio Alonso (Víctor Parada, 78’); Alberto Reina, Gorrotxategi, Mathis Lachuer; Panichelli y Urko Izeta (Adrián Butzke, 78’).
Real Oviedo: Aarón Escandell; Nacho Vidal, David Costas, Dani Calvo, Rahim Alhassane (Santi Cazorla, 69’); Ilyas, César de la Hoz (Sibo, 60’), Colombatto (Paulino, 87’), Seoane (Hassan, 60’); Alemao y Fede Viñas (Paraschiv, 69’).
GOL: 1-0 (54’): Panichelli, de penalti.
ÁRBITRO: Miguel Sesma Espinosa (comité riojano). Mostró tarjeta amarilla a los locales Mathis Lachuer, Julio Alonso y Egilur; y a los visitantes Fede Viñas, Seoane e Ilyas.
CAMPO: Estadio Municipal de Anduva. 4.378 espectadores.